Ya en el siglo quince, las ciudades de Uzbekistán eran importantes para los comerciantes que viajaban por la ruta de la seda. Esta ruta estaba formada por una red de caminos comerciales que en el pasado unieron China con el mar Mediterráneo.

La ruta de la seda. Esta ruta ya existía en el siglo primero antes de Cristo y fue muy próspera hasta que se abrió la ruta marítima a la India a finales del siglo quince. Esta red de caminos, que en parte pasaba por Uzbekistán, fue vital para el comercio mundial.