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Cómo criar a su hijo en la sabiduría divinaLa Atalaya 1987 | 15 de febrero
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Hay detalles de este incidente que tanto padres como jóvenes reconocerán. No obstante, hay una diferencia: Jesús era perfecto. Siendo que él se sometía obedientemente a José y María, no podemos imaginarnos que él desobedeciera algún acuerdo que ellos hubieran hecho con él. (Lucas 2:52.) Es mucho más probable que hubiera falta de comunicación. Los padres dieron por sentado que Jesús estaba en la compañía de parientes y conocidos. (Lucas 2:44.) Es fácil imaginarse que, en el ajetreo de salir de Jerusalén, ellos dieran más atención a los hijos menores y supusieran que el hijo mayor, Jesús, iba también con los que viajaban.
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Cómo criar a su hijo en la sabiduría divinaLa Atalaya 1987 | 15 de febrero
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Las lecciones aprendidas
¿Qué lecciones podemos aprender de esta experiencia? Los adolescentes tienden a suponer que sus padres saben lo que ellos están pensando. Frecuentemente se les oye decir: “Pero pensé que tú lo sabrías”. Padres, si su hijo o hija adolescente ha dicho esto alguna vez cuando ha habido un malentendido, ustedes no son los primeros en tener este problema.
A medida que los niños se aproximan a la adolescencia, van dependiendo menos de sus padres. Este cambio es natural, y los padres tienen que hacer ajustes para permitirlo. Sin embargo, aun con el mejor entrenamiento, surgirán malentendidos y los padres tendrán sus preocupaciones. No obstante, si ellos siguen el buen ejemplo de José y María, cuando surjan crisis la crianza que hayan dado a sus hijos será muy útil.
Aparentemente los padres de Jesús continuaron enseñándole durante su adolescencia. Después del suceso que acabamos de considerar, él sumisamente “bajó con ellos” a su pueblo natal y “continuó sujeto a ellos”. ¿Con qué resultados? “Jesús siguió progresando en sabiduría y en desarrollo físico y en favor con Dios y los hombres.” (Lucas 2:51, 52.) Los padres que siguen el ejemplo de José y María, que crían a sus hijos en la sabiduría divina, que les proveen un buen ambiente hogareño y que los exponen a las buenas influencias de una asociación piadosa aumentan la posibilidad de que algo similar le suceda a su prole. Es más probable que tales hijos disfruten de una vida feliz mientras se desarrollan en cristianos adultos y responsables.
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