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Cumplamos con nuestra dedicación “día tras día”La Atalaya 1995 | 1 de marzo
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Estas palabras pueden recordarnos la ocasión en la que los israelitas se quejaron de tener solo maná para comer. Jehová les mandó codornices. El año anterior había sucedido algo similar en el desierto de Sin, poco antes de que los israelitas declararan su dedicación a Jehová. (Éxodo 16:1-3, 12, 13.) Pero la situación no era exactamente la misma. Cuando Jehová suministró las codornices la primera vez, no culpó a los israelitas por su murmuración. Sin embargo, esta vez era diferente. “La carne estaba todavía entre sus dientes, antes que pudiera ser masticada, cuando se encendió la cólera de Jehová contra el pueblo, y Jehová empezó a herir al pueblo con una matanza sumamente grande.” (Números 11:4-6, 31-34.) ¿Qué había cambiado? En ese tiempo los israelitas constituían una nación dedicada, por lo que eran responsables de sus actos. Su poco aprecio por las provisiones divinas los llevó a quejarse de Jehová, a pesar de que habían prometido hacer todo lo que él había hablado. Quejarse de la mesa que Jehová tiene en la actualidad es similar. Hay quienes no aprecian las provisiones espirituales que Jehová suministra a través del “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Tengamos presente que nuestra dedicación requiere que recordemos con agradecimiento lo que Jehová ha hecho por nosotros y aceptemos el alimento espiritual que él provee.
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Cumplamos con nuestra dedicación “día tras día”La Atalaya 1995 | 1 de marzo
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Pablo citó otro ejemplo amonestador: “Ni pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos lo pusieron a prueba, de modo que perecieron por las serpientes”. (1 Corintios 10:9.) El apóstol hablaba en este texto del tiempo en que los israelitas se quejaron de Dios a Moisés cuando empezaron a “rendirse de cansancio a causa del camino”. (Números 21:4.) ¿Ha cometido usted alguna vez este error? Cuando se dedicó a Jehová, ¿pensaba que el Armagedón estaba a la vuelta de la esquina? ¿Ha sido Jehová más paciente de lo que usted esperaba? Recuerde, no nos dedicamos a Jehová solo por cierto tiempo o simplemente hasta el Armagedón. Nuestra dedicación es para siempre. Por lo tanto, “no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos”. (Gálatas 6:9.)
15. a) ¿De quién murmuraron los israelitas? b) ¿Cómo nos ayuda nuestra dedicación a Jehová a respetar la autoridad teocrática?
15 Finalmente, Pablo nos advirtió que no ‘murmuráramos’ de los siervos nombrados de Jehová. (1 Corintios 10:10.) Los israelitas murmuraron con acritud de Moisés y Aarón cuando diez de los doce espías enviados a inspeccionar la tierra de Canaán regresaron con informes negativos. Incluso hablaron de sustituir a Moisés por otro caudillo y volver a Egipto. (Números 14:1-4.) ¿Aceptamos hoy el liderazgo que Jehová nos suministra mediante la acción de su espíritu santo? Cuando vemos la abundante mesa espiritual que sirve la clase del esclavo fiel y discreto, está claro a quién usa Jesús para dispensar el “alimento al tiempo apropiado”. (Mateo 24:45.) La dedicación de toda alma a Jehová requiere que respetemos a sus siervos nombrados. Que nunca seamos como algunos murmuradores de hoy en día que han buscado un nuevo caudillo, por decirlo así, para conducirlos de regreso al mundo.
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