Otra área donde nuestros modales cristianos pueden magnificar a Jehová Dios es con relación a nuestro trato para con los que nos suministran alojamiento. Conseguimos buenas habitaciones en los moteles a tarifas bastante reducidas. Deberíamos mostrar agradecimiento y ser considerados con los empleados del motel, siendo corteses y no demasiado exigentes. (Gál. 6:10.) Se ha dado buen consejo sobre la conducta apropiada que debemos desplegar en esos establecimientos. Aunque la mayoría ha respondido favorablemente y se esfuerza por cooperar de lleno con los empleados del motel, es desanimador notar que en algunos lugares persiste una actitud negativa para con los testigos de Jehová. ¿Por qué?

¹³ Aunque tal vez nos interese ahorrar dinero, no debemos pasar por alto deliberadamente a los que esperan propinas por los servicios que rinden. Los artículos “¿Dejar una propina, o no?” y “Sugerencias prácticas sobre el dar propinas”, en las páginas 24 a 27 de ¡Despertad! del 22 de junio de 1986 todavía merecen nuestra atención. En la página 24 del artículo se señaló lo siguiente: “El dar una propina es más que una muestra de agradecimiento por servicios adicionales que se hayan rendido. Es la parte principal de los ingresos de una persona”. ¡Despertad! también indicó que al asistir a “una asamblea, lo que usted haga personalmente afecta a todo el grupo. Las personas juzgarán al entero grupo por el comportamiento de usted”. Por eso, prescindiendo de cuál sea su punto de vista sobre el dar propinas, recuerde que al visitar una ciudad como delegado a la asamblea de los testigos de Jehová debe usar buen juicio y discernimiento y estar listo para ‘hacer todas las cosas por causa de las buenas nuevas’. (1 Cor. 9:19-23.)

¹⁴ Algo que preocupa a los gerentes de ciertos moteles es el hecho de que algunos Testigos han dejado las habitaciones en malas condiciones. La limpieza y la consideración a otras personas deben manifestarse no solo por nuestra manera de vestir y por nuestra conducta, sino también por la manera de tratar la propiedad ajena. ¿Hay alguna razón por la cual no se pueda dejar ordenada y limpia una habitación alquilada? No desperdicien el hielo que el motel suministre ni usen el hielo de las neveras del motel para llenar las neveras portátiles que lleven a la asamblea. De hacerlo privarían a los otros huéspedes de la porción que les corresponde. Esa falta de consideración mancharía nuestro buen nombre. En las próximas asambleas de distrito, todos debemos proponernos mantener una conducta que ‘adorne en todas las cosas la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’. (Tito 2:10.)

A veces se ha dejado a los niños sin supervisión en la piscina del motel mientras los padres están en la habitación, cenando en otro lugar o participando en otras actividades. Eso no es apropiado. Algunos niños han obrado de manera indisciplinada y desenfrenada, y hasta han faltado al respeto a hermanos y hermanas de mayor edad que han tratado de corregirlos de manera bondadosa.