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¿Nos estamos refugiando en Jehová?La Atalaya (estudio) 2017 | noviembre
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9 Muchos siervos de Dios se han sentido aliviados al hablar con los ancianos y recibir su ayuda. Por ejemplo, un hermano llamado Daniel cometió un pecado grave, pero durante muchos meses no se atrevió a contárselo a los ancianos. Él reconoce: “Como había pasado tanto tiempo, me parecía que ya no había nada que ellos pudieran hacer por mí”. Daniel siempre temía que alguien descubriera lo que había hecho. Y, cada vez que oraba, sentía que debía empezar pidiéndole perdón a Jehová. Por fin, buscó la ayuda de los ancianos. Recordando lo sucedido, dice: “Es verdad que tenía temor a hablar con ellos. Pero, después de hacerlo, fue como si me quitaran un gran peso de encima. Ahora siento que puedo orarle a Jehová sin obstáculos”. Hoy, Daniel tiene la conciencia tranquila, y hace poco fue nombrado siervo ministerial.
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¿Nos estamos refugiando en Jehová?La Atalaya (estudio) 2017 | noviembre
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Tenga la seguridad de que Jehová lo ha perdonado. (Vea los párrafos 14 a 16).
Si usted se siente así, puede estar seguro de que Jehová le ha mostrado misericordia y lo ha perdonado por completo. Así que no tiene nada que temer. Daniel, a quien citamos en el párrafo 9, comprobó que esto es cierto. Después de que los ancianos lo corrigieron y lo ayudaron a volver a tener una conciencia limpia, sintió que por fin podía respirar tranquilo. Dijo: “Ya no tenía que seguir sintiéndome culpable. Cuando el pecado se ha ido, se ha ido para siempre. Como Jehová dice, él se lleva nuestras cargas y las pone muy lejos de nosotros. No tendremos que volver a verlas”
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