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“La mano de Jehová no se ha acortado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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‘Mi espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca... no serán quitadas de tu boca ni de la boca de tu prole ni de la boca de la prole de tu prole [...], desde ahora en adelante aun hasta tiempo indefinido’” (Isaías 59:21).
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“La mano de Jehová no se ha acortado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Entonces, ¿quiénes componen la “prole” de ellos, que también es beneficiaria de este pacto?
20. ¿Cómo se cumplió en el siglo primero la promesa que Jehová hizo a Abrahán?
20 En tiempos antiguos, Jehová prometió a Abrahán: “Mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz” (Génesis 22:18). En consonancia con estas palabras, el pequeño resto de israelitas naturales que aceptaron al Mesías llevó a muchas naciones las buenas nuevas acerca del Cristo. Cornelio fue el primero de los numerosos gentiles incircuncisos que ‘se bendijeron’ mediante Jesús, la Descendencia de Abrahán. Estos llegaron a integrarse en el Israel de Dios y en la parte secundaria de la descendencia de Abrahán, así como en la “nación santa” de Jehová, cuya comisión consiste en “‘que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:9; Gálatas 3:7-9, 14, 26-29).
21. a) ¿Qué “prole” ha tenido en tiempos modernos el Israel de Dios? b) ¿De qué modo reconforta a la “prole” el pacto, o contrato, que Jehová ha establecido con el Israel de Dios?
21 En la actualidad, parece que ya se ha recogido la totalidad de los componentes del Israel de Dios. Aun así, las naciones siguen bendiciéndose en gran escala, pues el Israel de Dios ha tenido una “prole” de discípulos de Jesús que abrigan la esperanza de vivir eternamente en una Tierra paradisíaca y que también son enseñados por Jehová y aprenden sus caminos (Salmo 37:11, 29; Isaías 2:2-4). Aunque no se les considera partícipes del nuevo pacto ni se les bautiza con espíritu santo, este los fortalece para superar los obstáculos que pone Satanás a su predicación (Isaías 40:28-31). Ya se cuentan por millones, y siguen en aumento a medida que producen su propia prole. El pacto, o contrato, de Jehová con los ungidos infunde a dicha “prole” confianza en que Dios también utilizará a sus miembros como Sus voceros hasta tiempo indefinido (Revelación 21:3, 4, 7).
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