BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Haga más que sólo decir: “Manténganse calientes y bien alimentados”
    La Atalaya 1986 | 15 de octubre
    • Algunas congregaciones hoy día también han prestado ayuda a las personas especialmente necesitadas en ellas. Sin embargo, la mayoría de los países ahora tienen programas apoyados por los impuestos para ayudar a las personas ancianas, enfermas, o las que están dispuestas a trabajar pero no pueden hallar trabajo. No obstante, los ancianos cristianos tal vez quieran ayudar de otra manera. Algunas personas que están en verdadera necesidad y que satisfacen plenamente los requisitos para recibir beneficios públicos no los reciben debido a que no saben cómo solicitarlos, o son demasiado tímidas para pedirlos. Por lo tanto, los ancianos pudieran pedir información de las agencias gubernamentales o comunicarse con Testigos que tienen experiencia en estos asuntos. Entonces, ellos pudieran hacer arreglos para que algún hermano o hermana capacitado ayude a la persona necesitada a recibir los beneficios disponibles. (Romanos 13:1, 4.)

      Cómo organizar ayuda práctica

      10. Al pastorear el rebaño, ¿a qué deben dar atención los ancianos?

      10 Los superintendentes que están alerta son con frecuencia la clave para que las personas afligidas o necesitadas reciban ayuda de parte de hermanos y hermanas amorosos. Los ancianos deben estar alerta respecto a las necesidades espirituales y físicas de todo el rebaño a medida que lo pastorean. Por supuesto, los ancianos dan énfasis “a la oración y al ministerio de la palabra”. (Hechos 6:4.) Por lo tanto, ellos tratarían de arreglar los asuntos de manera que los miembros del rebaño que están postrados en cama u hospitalizados fueran alimentados en sentido espiritual. Los ancianos pudieran hacer arreglos para que se grabaran en cinta las reuniones para los que no puedan asistir a ellas. Los ancianos y siervos ministeriales que toman turnos para entregar las cintas han hallado que sus visitas les permiten impartir otros dones espirituales. (Romanos 1:11, 12.) A la misma vez, pueden ver si ha surgido alguna necesidad.

      11. Ilustre cómo se pudieran hacer arreglos para ayudar a una hermana necesitada.

      11 Ellos quizás noten que hay ocasiones en que una hermana anciana o minusválida podría venir al Salón del Reino, o participar por un corto período en el ministerio del campo, si alguna hermana le ayudara a bañarse y vestirse. (Compárese con Salmo 23:1, 2, 5.) Los superintendentes hasta podrían asignar a uno de entre ellos mismos para hacer los arreglos. De manera similar, pudieran pedir voluntarios de la congregación para viajar con la persona afligida, o para proveerle transportación. El mantener un horario para esto haría que los arreglos se efectuaran aun más ordenadamente.

      12. ¿Cómo pueden otros trabajar junto con los superintendentes en ayudar a los enfermos o los de edad avanzada?

      12 Los ancianos pudieran observar otros asuntos en los cuales se podría ofrecer ayuda o hacer arreglos amorosos. Por ejemplo, cierta hermana anciana o enferma no ha podido cuidar de su hogar como lo hacía antes. ¿Podrían algunos siervos ministeriales y otros hermanos prestarle ayuda? El que ellos le cortaran el césped o podaran los arbustos pudiera hasta hacer que ella se sintiera mejor, al saber que ahora su hogar no es causa de reproche en el vecindario. ¿Necesita desherbarse y regarse el jardín? ¿Estaría dispuesta a consultar con ella alguna hermana que vaya a comprar comestibles y comprarle los artículos que necesite? Recuerde, los apóstoles estuvieron interesados en tales aspectos prácticos y organizaron a hombres capacitados de la congregación para dar ayuda. (Hechos 6:1-6.)

      13. ¿Qué resultados hubo debido a que los ancianos ayudaron al hermano nigeriano mencionado anteriormente?

      13 Tal interés cristiano fue manifestado por los ancianos mencionados anteriormente, quienes, mientras hacían una visita de pastoreo, hallaron a Lebechi Okwaraocha y a su esposa en una triste condición. Inmediatamente el cuerpo de ancianos se encargó del asunto e informó a la congregación lo que pensaba hacer... reconstruir la casa. Varios hermanos y hermanas contribuyeron materiales y participaron de buena gana en el proyecto. En una semana edificaron una casita segura y con techo de metal. He aquí el informe de Nigeria:

      “Los aldeanos quedaron sorprendidos y espontáneamente trajeron alimento y bebidas para los hermanos y hermanas que afanosamente trabajaban largas horas para terminar el trabajo antes que llegara el próximo aguacero. Muchos aldeanos expresaron quejas acerca de otros grupos religiosos que, según ellos, le roban a la gente en vez de ayudar a los pobres. Este incidente llegó a ser la conversación de la comunidad. Los aldeanos se han hecho muy receptivos, y se han empezado muchos estudios bíblicos en los hogares”.

  • Haga más que sólo decir: “Manténganse calientes y bien alimentados”
    La Atalaya 1986 | 15 de octubre
    • Cuando un compañero cristiano está internado en un hospital o en un asilo de ancianos, hay oportunidades especiales para ayudar. De nuevo, el interés y la preocupación sinceros son fundamentales. Usted pudiera mostrar estos al estar dispuesto a leerle literatura cristiana edificante al paciente, o al relatarle experiencias animadoras. No obstante, ¿hay necesidades físicas con las cuales usted puede ayudar? Las instalaciones médicas de algunas zonas tienen tanta carga y trabajo que no se baña ni alimenta al paciente a menos que un visitante lo haga. De modo que, si los médicos concuerdan, usted pudiera traerle una comida nutritiva, o ayudarle a lavarse el pelo o a bañarse. ¿Apreciaría una cómoda bata o unas pantuflas? (2 Timoteo 4:13.) O ¿podría usted ofrecerse para atender algún asunto que esté preocupando al paciente? Quizás esté preocupado en cuanto a cómo hacer efectivo su cheque del sueldo y cómo se pagarán las facturas por los servicios públicos. Usted pudiera proveer alivio útil mediante hacer hasta cosas sencillas por él, tales como el asegurarse de que la correspondencia no se acumule en su hogar, regar las plantas, o asegurarse de que el horno está apagado.

      18. ¿Qué está determinado a hacer usted respecto a los hermanos necesitados?

      18 No hay duda de que cada uno de nosotros puede hallar maneras en las cuales podemos mejorar en hacer más que solo decir: “Manténganse calientes y bien alimentados”. (Santiago 2:16.) Piense en los hermanos y hermanas de su congregación. ¿Hay algunos merecedores que verdaderamente están en necesidad material, enfermos, minusválidos, o postrados en cama? ¿Qué puede hacer usted de manera práctica para ayudar a estos miembros amados de su congregación por quienes Cristo murió? El tener esta actitud le ayudará a estar mejor preparado para responder inmediatamente si surgen dificultades.

      19. a) ¿Por qué es tan importante el equilibrio en este asunto? b) ¿Cuál es el mayor bien que podemos hacer por otros, y por qué? (Salmo 72:4, 16.)

      19 Mediante esforzarnos por ayudar a nuestros hermanos, estaremos demostrando que nuestra fe no está muerta.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir