Otro administrador declaró: “Considero necesario darles las gracias en nombre del personal del hotel. Hay que encomiar a sus representantes, pues fueron uno de los grupos más agradables, simpáticos y corteses a quienes hemos tenido el placer de servir. Son un verdadero reflejo de los valores y el respeto sincero por la humanidad que caracteriza a su organización. Esperamos con placer volver a hospedarlos”.

Mientras una hermana hacía su reservación para la asamblea del año pasado, la encargada le dijo: “Reconozco enseguida a un testigo de Jehová cuando habla por teléfono. Ustedes son siempre muy corteses, afectuosos y buenos conversadores. Soy bautista, y siempre me dejan impresionada. Hay que encomiarlos a todos”.