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“Sigue hablando y no calles”Demos “un testimonio completo sobre el Reino de Dios”
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9 El relato dice que entonces Pablo se fue de la sinagoga. Pero ¿adónde se iría a predicar? Ticio Justo —probablemente un prosélito judío— lo recibió en su casa, que estaba pegada a la sinagoga (Hech. 18:7). Aunque Pablo siguió viviendo en la casa de Áquila y Priscila mientras estuvo en Corinto, la casa de Ticio Justo era el centro de operaciones de su ministerio.
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“Sigue hablando y no calles”Demos “un testimonio completo sobre el Reino de Dios”
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10. ¿Qué demuestra que Pablo no dejó de predicarles a los judíos?
10 Si ahora Pablo iba a predicarle a la gente de las naciones, ¿es porque ya no les predicaría a los judíos y prosélitos que quisieran escucharlo? De ningún modo. Por ejemplo, “Crispo, el presidente de la sinagoga, y toda su casa creyeron en el Señor”. Y parece que un buen número de los que iban a esa sinagoga hicieron lo mismo que Crispo, ya que la Biblia dice: “Muchos de los corintios que oyeron el mensaje empezaron a creer y a bautizarse” (Hech. 18:8). La casa de Ticio Justo se convirtió en el lugar de reuniones para la congregación recién formada de Corinto. Si el relato de Hechos está escrito en orden cronológico (que era el estilo de Lucas), entonces los judíos o prosélitos se hicieron cristianos después de que Pablo se sacudiera la ropa. Esto demostraría que, si alguien quería escuchar la verdad, el apóstol era flexible y le predicaba.
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