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  • El Creador puede dar más sentido a nuestra vida
    La Atalaya 1999 | 15 de junio
    • El Creador puede dar más sentido a nuestra vida

      “Alaben ellos el nombre de Jehová; porque él mismo mandó y fueron creados.” (SALMO 148:5.)

      1, 2. a) ¿A qué pregunta debemos dar atención? b) ¿Qué relación tiene la creación con la pregunta de Isaías?

      “¿NO HAS llegado a saber?” Esta pregunta suele suscitar otra en la mente de muchas personas: “¿Llegar a saber qué?”. Sin embargo, es una pregunta seria. Para entender mejor la respuesta es necesario conocer el contexto en el que se formuló: el capítulo 40 del libro bíblico escrito por Isaías 40, un profeta hebreo de la antigüedad. De modo que la pregunta es muy antigua, pero también es muy actual. Tiene que ver con el verdadero sentido de la vida.

      2 Dada su importancia, la pregunta de Isaías 40:28 merece toda nuestra atención: “¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido”. De modo que el ‘llegar a saber’ estaba relacionado con el Creador de la Tierra, y el contexto muestra que hay más implicado que solo este planeta. Dos versículos antes Isaías escribió sobre las estrellas: “Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número [...]. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta”.

      3. Aun si sabemos mucho sobre el Creador, ¿por qué deberíamos interesarnos por saber más?

      3 Sí, la pregunta “¿No has llegado a saber?” tiene que ver con el Creador del universo. Nosotros estamos convencidos de que Jehová Dios es “el Creador de las extremidades de la tierra”. Posiblemente sepamos bastante sobre su personalidad y sus caminos. Pero ¿qué haríamos si nos encontráramos con alguien que dudara de la existencia del Creador y, por tanto, no supiera cómo es él? Tal circunstancia no debería sorprendernos, porque existen millones y millones de personas que no conocen al Creador o no creen en él (Salmo 14:1; 53:1).

      4. a) ¿Por qué es propio pensar en el Creador en este tiempo? b) ¿Qué respuestas no puede dar la ciencia?

      4 Las escuelas están produciendo muchos escépticos que piensan que la ciencia tiene la respuesta sobre el origen del universo y de la vida, o que la tendrá. En el libro Aux Origines de la Vie (Los orígenes de la vida) los autores Hagene y Lenay dicen: “El origen de la vida es aún una cuestión por resolver en los albores del siglo XXI. Este problema, tan difícil de solventar, requiere investigaciones en todos los campos, desde la inmensidad del espacio hasta la pequeñez infinitesimal de la materia”. De todos modos, en el último capítulo: “Una cuestión por resolver”, admiten: “Hemos examinado algunas respuestas científicas a la pregunta: ¿Cómo apareció la vida? Pero ¿por qué apareció la vida? ¿Tiene la vida algún propósito? La ciencia no puede contestar estas preguntas, pues solo busca el ‘cómo’ de las cosas. ‘Cómo’ y ‘por qué’ son dos preguntas completamente diferentes. [...] La respuesta a la pregunta ‘por qué’ deben buscarla la filosofía, la religión y, sobre todo, cada uno de nosotros”.

      Cómo hallar la respuesta y el sentido

      5. ¿A qué clase de personas puede beneficiarles especialmente conocer al Creador?

      5 Sí, queremos entender por qué existe la vida y, especialmente, por qué estamos aquí. Es más, debemos interesarnos por quienes aún no creen en la existencia del Creador o saben poco de sus caminos. Y qué decir de aquellos que por sus antecedentes tienen un concepto de Dios muy diferente del que presenta la Biblia. Miles de millones de personas se han criado en el Oriente o en lugares donde no se cree en un Dios personal, un ser real con una personalidad atractiva. Para ellos, la palabra “dios” evoca solo la impresión de una fuerza vaga o una causa abstracta. No ‘han llegado a conocer al Creador’ ni sus caminos. Si ellos, u otros millones de personas con creencias similares, se convencieran de la existencia del Creador, ¡cuántos beneficios recibirían! Sus perspectivas serían eternas. También conseguirían algo que es poco común: verdadero sentido, verdadero propósito y tranquilidad de ánimo en la vida.

      6. ¿Qué similitud tiene la vida de muchas personas de la actualidad con la experiencia de Paul Gauguin y uno de sus cuadros?

      6 A modo de ejemplo: en 1891, el pintor francés Paul Gauguin fue a la Polinesia Francesa en pos de una vida satisfaciente en un entorno paradisíaco. Pero su disoluto pasado pronto se tradujo en enfermedades, tanto para él como para quienes lo rodearon. Poco antes de morir pintó un gran lienzo que parecía ‘interpretar la vida como un gran misterio’. ¿Sabe qué título puso Gauguin a este cuadro? “¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?” Es posible que estas preguntas nos resulten familiares. Muchas personas se las hacen. Pero cuando no encuentran respuestas satisfactorias, ningún sentido verdadero en la vida, ¿adónde pueden acudir? Quizá lleguen a la conclusión de que su vida difiere poco de la de los animales (2 Pedro 2:12).a

      7, 8. ¿Por qué no bastan por sí mismas las investigaciones de la ciencia?

      7 Entendemos por qué alguien como el profesor de Física Freeman Dyson escribió: “No soy el único que se plantea las mismas preguntas que Job. ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué es tan injusto el mundo? ¿Cuál es el sentido del dolor y la tragedia?” (Job 3:20, 21; 10:2, 18; 21:7). Como se ha dicho, mucha gente recurre a la ciencia en vez de a Dios. Los biólogos, oceanógrafos y otros investigadores siguen incrementando el conocimiento humano del planeta y de la vida que hay en él. Por otro lado, los astrónomos y físicos profundizan su comprensión del sistema solar, las estrellas e incluso galaxias distantes (compárese con Génesis 11:6). ¿A qué conclusiones razonables apuntan esos hechos?

      8 Algunos científicos hablan de la “mente” de Dios o de su “escritura” que se revela en el universo. Pero ¿pasan por alto esos comentarios el hecho más importante? La revista Science observó: “Cuando los investigadores dicen que la cosmología revela la ‘mente’ o la ‘escritura’ de Dios, adscriben a la divinidad lo que a fin de cuentas es el aspecto menos importante del universo: su estructura física”. De hecho, el físico y premio Nobel Steven Weinberg escribió: “Cuanto más comprensible parece el universo, tanto más sin sentido parece también”.

      9. ¿Qué pruebas pueden ayudarnos a nosotros y a otras personas a conocer al Creador?

      9 Posiblemente nos contemos entre los millones de personas que han estudiado seriamente este asunto y que entienden que captar el verdadero sentido de la vida depende de conocer al Creador. Recordemos lo que el apóstol Pablo escribió: “Desde la creación del mundo, en efecto, la mente humana puede descubrir en las obras creadas lo invisible de Dios, esto es, su potencia eterna y su ser divino. De este modo, no tienen excusa alguna” los que dicen no saber de Dios (Romanos 1:20, Senén Vidal). Sí, existen hechos sobre nuestro mundo y sobre nosotros mismos que pueden ayudar a la gente a aceptar al Creador y entender su relación con el sentido de la vida. Repasemos tres aspectos de la cuestión: el universo que nos rodea, el origen de la vida y la capacidad de nuestro cerebro.

      Razones para creer

      10. ¿Por qué debemos reflexionar sobre el “principio”? (Génesis 1:1; Salmo 111:10.)

      10 ¿Cómo se formó el universo? Es posible que sepamos, por los datos procedentes de los telescopios y las exploraciones espaciales, que la mayor parte de la comunidad científica reconoce que el universo no ha existido siempre. Tuvo un principio y se está expandiendo. ¿Qué implica esto? Escuchemos al astrónomo sir Bernard Lovell: “Si en algún momento del pasado el universo se hallaba circunscrito en una singularidad de tamaño infinitamente pequeño y densidad infinita, tenemos que preguntarnos qué había antes [...]. Tenemos que enfrentarnos al problema de un Principio”.

      11. a) ¿Qué magnitud tiene el universo? b) ¿Qué da a entender la precisión del universo?

      11 La estructura del universo, incluida la Tierra, refleja una sorprendente precisión. Por ejemplo, dos notables características del Sol y de otras estrellas son su eficiencia y estabilidad a largo plazo. Actualmente se calcula que hay entre 50 mil millones y 125 mil millones de galaxias en el universo. Y nuestra Vía Láctea tiene miles y miles de millones de estrellas. Ahora pensemos: sabemos que el motor de un automóvil requiere una mezcla precisa de carburante y aire. Si poseemos un vehículo, posiblemente lo llevemos a un buen mecánico para que ponga a punto el motor de modo que este funcione con más suavidad y eficiencia. Si tal precisión es importante en el caso de un simple motor, ¿qué no será en el de nuestro Sol, ese eficiente “horno nuclear”? Las fuerzas claves implicadas están ajustadas con gran precisión, optimizadas para la existencia de la vida en la Tierra. ¿Fue casualidad tal exactitud? En la antigüedad, a Job se le preguntó: “¿Dictas tú las leyes de los cielos o estableces su influjo sobre la tierra?” (Job 38:33, Franquesa-Solé). Ningún ser humano lo ha hecho. Por tanto, ¿a qué puede atribuirse esa precisión? (Salmo 19:1.)

      12. ¿Por qué no es irrazonable pensar que hay una inteligencia poderosa tras la creación?

      12 ¿Es posible que proceda de algo o Alguien que los ojos humanos no pueden ver? Examinemos esta pregunta a la luz de la ciencia moderna. La mayoría de los astrónomos aceptan ahora que existen cuerpos celestes muy potentes llamados agujeros negros. Aunque no pueden verse, muchos entendidos en la materia están convencidos de que existen. Del mismo modo, la Biblia informa que en otro ámbito existen criaturas poderosas que no pueden verse, criaturas espirituales. Si tales seres poderosos e invisibles existen, ¿no es verosímil que la precisión manifiesta en todo el universo proceda de una Inteligencia poderosa? (Nehemías 9:6.)

      13, 14. a) ¿Qué ha demostrado la ciencia sobre el origen de la vida? b) ¿A qué señala la existencia de vida en la Tierra?

      13 Una segunda línea argumental que puede ayudar a la gente a aceptar al Creador tiene que ver con el origen de la vida. Desde los experimentos de Louis Pasteur se admite que la vida no surge de la nada por generación espontánea. Entonces, ¿cuál es el origen de la vida en la Tierra? En los años cincuenta, los científicos intentaron demostrar que la vida pudo haberse desarrollado lentamente en un océano primitivo con una atmósfera sometida a las constantes descargas de los rayos. Pruebas más recientes muestran, sin embargo, que tal origen de la vida en la Tierra es improbable, porque esa clase de atmósfera nunca existió. Por consiguiente, algunos científicos están buscando una explicación más verosímil. Pero ¿están ellos también pasando por alto el hecho más importante?

      14 El científico británico sir Fred Hoyle, después de invertir décadas en el estudio del universo y de la vida que hay en él, comentó: “Más bien que aceptar la probabilidad fantásticamente pequeña de que las fuerzas ciegas de la naturaleza hubieran producido la vida, parece mejor suponer que su origen se deba a un acto intelectual deliberado”. En efecto, cuanto mejor conocemos las maravillas de la vida, más lógico es pensar que la vida vino de una Fuente inteligente (Job 33:4; Salmo 8:3, 4; 36:9; Hechos 17:28).

      15. ¿Por qué puede decirse que el ser humano es singular?

      15 De modo que la primera línea de razonamiento tiene que ver con el universo, y la segunda, con el origen de la vida en la Tierra. Pasemos ahora a la tercera: la singularidad del ser humano. El ser humano —cada uno de nosotros— es único de muchas maneras. ¿Como cuáles? Probablemente usted sepa que se ha comparado el cerebro a una potente computadora. Sin embargo, los últimos descubrimientos muestran que esta comparación es muy deficiente. Un científico del Instituto Massachusetts de Tecnología dijo: “Las computadoras actuales ni siquiera se acercan a la facultad que tiene un niño de cuatro años de ver, hablar, moverse o actuar por sentido común. [...] Se ha calculado que la capacidad de procesar información de la supercomputadora más potente es equivalente a la del sistema nervioso de un caracol, una ínfima parte de la que tiene la supercomputadora que llevamos en el interior de la cavidad craneal”.

      16. ¿De qué es evidencia la aptitud del habla?

      16 El habla es una de las aptitudes que tenemos gracias al cerebro. Aunque algunas personas hablan dos, tres o más lenguas, en realidad, el que podamos hablar siquiera un idioma nos singulariza (Isaías 36:11; Hechos 21:37-40). Los profesores R. S. y D. H. Fouts preguntaron: “¿Solamente es capaz de comunicarse mediante el lenguaje el hombre [...]? [...] Todos los animales superiores se comunican mediante [...] gestos, olores, llamadas, gritos y cantos, e incluso la danza [, como en el caso] de las abejas. Sin embargo, los animales, a diferencia del hombre, no parecen tener un lenguaje gramatical estructurado. Y los animales no dibujan imágenes con capacidad de representación, lo cual puede ser muy significativo. En el mejor de los casos solamente hacen garabatos”. Solo los seres humanos pueden utilizar el cerebro para hablar un idioma y dibujar con sentido (compárese con Isaías 8:1; 30:8; Lucas 1:3).

      17. ¿Qué diferencia fundamental existe entre el animal y el ser humano cuando ambos se miran en un espejo?

      17 Además, el ser humano tiene conciencia de sí mismo (Proverbios 14:10). ¿Hemos observado a un pájaro, un perro, un gato o a cualquier otro animal mirarse al espejo y picotear, gruñir o atacar? Piensan que ven a otro animal, pues no se reconocen a sí mismos. Cuando nosotros nos miramos al espejo, en cambio, sabemos que somos nosotros (Santiago 1:23, 24). Podemos examinar nuestra apariencia o imaginarnos cómo nos veremos dentro de unos años. Ningún animal hace eso. Sí, nuestro cerebro nos singulariza. Entonces, ¿a quién atribuir el mérito? ¿Cómo llegó a existir nuestro cerebro, si no fue creado por Dios?

      18. ¿Qué facultades mentales nos distinguen de los animales?

      18 El cerebro también nos permite disfrutar del arte y de la música, y tener un sentido moral (Éxodo 15:20; Jueces 11:34; 1 Reyes 6:1, 29-35; Mateo 11:16, 17). ¿Por qué nosotros, y no los animales? Los animales utilizan el cerebro para satisfacer únicamente las necesidades inmediatas: alimentarse, reproducirse o nidificar. Solo el ser humano piensa más allá de lo inmediato; hay quienes incluso piensan en el efecto que tendrán sus acciones en el ambiente o en sus descendientes de aquí a muchos años. ¿Por qué? Eclesiastés 3:11 dice del ser humano: “Aun el tiempo indefinido ha puesto [el Creador] en el corazón de ellos”. En efecto, nuestra capacidad de pensar en el significado del tiempo indefinido o imaginarnos la vida eterna es única.

      Permitamos que el Creador dé sentido a nuestra vida

      19. ¿De qué tres líneas de razonamiento podemos valernos para ayudar a otras personas a pensar en el Creador?

      19 Hemos expuesto tan solo tres líneas argumentales: la precisión que se refleja en el inmenso universo, el origen de la vida en la Tierra y la innegable singularidad del cerebro humano con sus diferentes facultades. ¿A qué conclusión conducen estos tres razonamientos? Veamos cómo podríamos razonar con la gente para ayudarla a llegar a una conclusión. Pudiéramos empezar preguntando: ¿Tuvo principio el universo? Es muy probable que la mayoría responda afirmativamente. Luego preguntemos: ¿Fue ese un principio sin causa, o fue causado? Muchos reconocen que el principio del universo tuvo una causa, lo cual lleva a la pregunta final: ¿Fue la causa de ese principio algo eterno o Alguien eterno? Si se presentan estas cuestiones con lógica y claridad, es posible que muchos lleguen a la conclusión de que tiene que haber un Creador. En tal caso, ¿no debería ser posible que la vida tuviera sentido?

      20, 21. ¿Por qué es esencial conocer al Creador para que nuestra vida tenga sentido?

      20 Toda nuestra existencia, incluido nuestro sentido moral y la misma moral, debe relacionarse con el Creador. El doctor Rollo May escribió en una ocasión: “La única estructura adecuada para la moral es la que se basa en el sentido último de la vida”. ¿Dónde se encuentra este? Él continúa: “La estructura última es la naturaleza de Dios. Los principios de Dios son aquellos que subyacen en la vida desde el principio de la creación hasta el fin”.

      21 Podemos entender bien, entonces, por qué el salmista pidió al Creador con humildad y sabiduría: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación” (Salmo 25:4, 5). Conociendo mejor al Creador, la vida del salmista tendría más sentido, propósito y dirección. Lo mismo es cierto en el caso de cada uno de nosotros (Éxodo 33:13).

      22. ¿Qué implica llegar a conocer las sendas del Creador?

      22 Llegar a conocer los “propios caminos” del Creador implica conocer todavía mejor cómo es él, tanto su personalidad como sus sendas. Pero ya que el Creador es invisible y tremendamente poderoso, ¿cómo conseguiremos conocerlo mejor? En el próximo artículo se explica.

      [Nota]

      a Basándose en experiencias de los campos de concentración nazis, el doctor Viktor E. Frankl señaló: “La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una ‘racionalización secundaria’ de sus impulsos instintivos”, como los de los animales. Añadió que unas dos décadas después de la II Guerra Mundial se realizó en Francia una encuesta cuyos resultados “demostraron que el [89%] de la población encuestada reconocía que el hombre necesita ‘algo’ por qué vivir”.

  • Sepamos cómo es el Creador
    La Atalaya 1999 | 15 de junio
    • Sepamos cómo es el Creador

      “Yo mismo haré que toda mi bondad pase delante de tu rostro, y ciertamente declararé el nombre de Jehová delante de ti.” (ÉXODO 33:19.)

      1. ¿Por qué merece honra el Creador?

      EL APÓSTOL Juan, escritor del último libro de la Biblia, recogió esta profunda declaración sobre el Creador: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas” (Revelación [Apocalipsis] 4:11). Como se mostró en el artículo anterior, los hallazgos de la ciencia moderna a menudo añaden razones por las que creer en el Creador de todas las cosas.

      2, 3. a) ¿Qué necesita aprender la gente sobre el Creador? b) ¿Por qué no es razonable ver al Creador personalmente?

      2 Aceptar la existencia del Creador es importante, pero no lo es menos saber cómo es él, es decir, que es una persona real, con una personalidad y caminos que nos atraen. Sin importar cuánto sepamos de él, ¿no nos beneficiaría aumentar ese conocimiento? Para ello no es necesario encontrarnos con él personalmente, como cuando conocemos a otros seres humanos.

      3 Jehová ha formado también a las estrellas, como nuestro Sol, que no es más que una estrella de tamaño mediano. ¿Pensaríamos en siquiera acercarnos al Sol? Desde luego que no. La mayoría de las personas se guardan incluso de mirarlo directamente o de exponer la piel a sus intensos rayos por mucho tiempo. La temperatura de su núcleo es de 15.000.000 de grados centígrados. Cada segundo, este horno termonuclear transforma unos cuatro millones de toneladas de materia en energía. Solo una pequeña cantidad de ella llega a la Tierra en la forma de calor y luz, pero es suficiente para mantener toda la vida del planeta. Estos datos elementales deberían convencernos del imponente poder del Creador. Bien pudo Isaías escribir sobre “la abundancia de energía dinámica [del Creador], porque él también es vigoroso en poder” (Isaías 40:26).

      4. ¿Qué pidió Moisés, y cómo le respondió Jehová?

      4 Aun así, ¿sabíamos que unos meses después de que los israelitas salieran de Egipto, en el año 1513 a.E.C., Moisés rogó al Creador: “Hazme ver, por favor, tu gloria”? (Éxodo 33:18.) Si recordamos que Dios formó hasta el Sol, podemos entender por qué le dijo a Moisés: “No puedes ver mi rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir”. El Creador permitió que Moisés se resguardara en un lugar del monte Sinaí mientras Él ‘pasaba’. Luego Moisés quedó expuesto a la “espalda” de Dios, esto es, a algún tipo de resplandor residual de la gloria, o presencia, del Creador (Éxodo 33:20-23; Juan 1:18).

      5. ¿Cómo satisfizo el Creador la petición de Moisés, y qué probó esto?

      5 El deseo de Moisés de conocer mejor al Creador no quedó insatisfecho. Dios pasó por delante de Moisés y le dijo, evidentemente hablando por medio de un ángel: “Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, que conserva bondad amorosa para miles, que perdona error y transgresión y pecado, pero de ninguna manera dará exención de castigo” (Éxodo 34:6, 7). Estas palabras indican que conocer mejor al Creador no implica ver ninguna forma física, sino comprender de manera más plena cómo es él: su personalidad y sus características.

      6. ¿Por qué puede decirse que nuestro sistema inmunológico es maravilloso?

      6 Un modo de conseguirlo es percibiendo las cualidades de Dios a través de su creación. Pensemos en nuestro sistema inmunológico. La revista Investigación y Ciencia dijo en un número dedicado a la inmunidad: “Desde antes del nacimiento hasta el instante de la muerte, el sistema inmunitario permanece en estado de continua alerta. Una cohorte de moléculas y células [...] nos protege de parásitos y agentes patógenos. Sin tales defensas, no podríamos sobrevivir”. ¿Cuál es el origen de este sistema? Un artículo de esa misma revista decía: “El maravilloso conjunto de células que, en hábil interacción mutua, defienden el cuerpo ante virus y bacterias tiene su origen en unas cuantas [células] precursoras que aparecen alrededor de las nueve semanas de la concepción”. La madre pasa al feto en desarrollo un grado de inmunidad. Más tarde, al darle el pecho, también le suministra células inmunológicas y otras sustancias que benefician al recién nacido.

      7. ¿Qué podemos examinar sobre nuestro sistema inmunológico, y a qué conclusión nos lleva ese examen?

      7 Tenemos buena razón para concluir que nuestro sistema inmunológico es superior a cualquier prestación que pueda ofrecer la medicina moderna. Por lo tanto, preguntémonos: “¿Qué indica esto en cuanto a Aquel que lo ideó y suministró?”. Este sistema, que ‘empieza a aparecer unas nueve semanas después de la concepción’ y puede ya proteger al recién nacido, ciertamente refleja sabiduría y previsión. Pero ¿nos enseña este sistema algo más en cuanto al Creador? ¿Qué pensamos, la mayoría, sobre Albert Schweitzer y otros profesionales de la medicina que dedicaron la vida a atender a los desfavorecidos? Normalmente atribuimos buenas cualidades a estas personas humanitarias y compasivas. ¿Qué debemos concluir, entonces, en cuanto al Creador, que ha dotado de un sistema inmunológico tanto a ricos como a pobres? Es evidente que Dios se distingue por su amor, imparcialidad, compasión y justicia. ¿No concuerda esto con la descripción del Creador que Moisés oyó?

      El Creador revela cómo es él

      8. ¿De qué manera especial se nos revela Jehová?

      8 Pero hay otro modo de conocer mejor al Creador: por medio de la Biblia. Este es particularmente importante porque hay cosas acerca de él que la ciencia y el universo no pueden revelarnos de ninguna manera, y otras, que la Biblia explica mucho mejor. Un ejemplo de ello es el nombre personal del Creador. Solo la Biblia revela tanto el nombre del Creador como su significado. En los manuscritos hebreos de la Biblia su nombre aparece unas siete mil veces escrito con cuatro consonantes que se pueden transliterar por YHWH o JHVH, y que en español suele pronunciarse Jehová (Éxodo 3:15; 6:3).

      9. ¿Qué significa el nombre personal del Creador, y qué podemos concluir de su significado?

      9 Para conocer mejor al Creador tenemos que entender que no es solo una “Primera Causa” abstracta ni un vago “Yo soy”. Así nos lo indica su nombre personal. Este es una forma del verbo hebreo que significa “llegar a ser” o “resultar ser”a (compárese con Génesis 27:29; Eclesiastés 11:3). El nombre divino significa “Él hace que llegue a ser”, y pone de relieve que Dios tiene propósitos y actúa en consecuencia. Al conocer y usar su nombre podemos entender mejor que él cumple las promesas y actúa para que su propósito se realice.

      10. ¿Qué importante conocimiento obtenemos del relato de Génesis?

      10 La Biblia es la fuente del conocimiento de los propósitos y de la personalidad de Dios. El relato de Génesis revela que en un tiempo la humanidad estaba en paz con Dios y tenía la perspectiva de disfrutar de una vida larga y con sentido (Génesis 1:28; 2:7-9). En armonía con el significado de su nombre, podemos estar seguros de que Jehová terminará con el sufrimiento y la frustración que han afligido a la humanidad desde hace mucho tiempo. Leemos acerca del cumplimiento de su propósito: “La creación fue sometida a frustración, no por su propia elección, sino por la voluntad de Aquel que la sometió, con la esperanza de que también ella misma será liberada [...] e introducida en la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Romanos 8:20, 21, Nueva Versión Internacional, 1985).

      11. ¿Por qué debemos examinar los relatos bíblicos, y cuáles son los detalles de uno de ellos?

      11 La Biblia también nos ayuda a conocer mejor al Creador porque revela cómo actuó y reaccionó cuando trató con el Israel antiguo. Veamos el ejemplo de Eliseo y Naamán, el jefe militar de los enemigos sirios. Al leer el relato en el capítulo 5 de 2 Reyes vemos que una muchacha israelita cautiva dijo que Naamán podía curarse de la lepra en Israel con la ayuda de Eliseo. El jefe militar se dirigió allí esperando que el profeta agitase las manos en un rito místico de curación. No obstante, Eliseo le dijo al sirio que se bañara en las aguas del río Jordán. Aunque los subordinados de Naamán tuvieron que convencerlo para que obedeciera, cuando lo hizo se curó. Naamán le ofreció a Eliseo regalos valiosos, pero este los rechazó. Posteriormente, un siervo de Eliseo corrió tras Naamán y con engaño consiguió algunos presentes, pero fue herido con lepra por su falta de honradez. Este es un fascinante relato humano del cual podemos aprender.

      12. ¿Qué nos enseña acerca del Creador el relato de Eliseo y Naamán?

      12 La narración muestra de manera atractiva que el Magnífico Creador del universo no es demasiado elevado para observar con favor a una muchacha, lo que contrasta con la norma de muchas culturas actuales. También prueba que el Creador no favorece únicamente a una raza o nación (Hechos 10:34, 35). Es asimismo de interés que él no espera que la gente se valga de mistificaciones para curar, como algunos “sanadores” del pasado y del presente; antes bien, demostró una sabiduría maravillosa, pues supo cómo curar la lepra. También demostró perspicacia y justicia al no permitir que el engaño tuviera éxito. De nuevo, ¿no concuerda todo ello con la personalidad de Jehová, cuya descripción Moisés oyó? Aunque es un relato bíblico breve, podemos aprender mucho de él sobre cómo es el Creador (Salmo 33:5; 37:28).

      13. Ilustre cómo podemos aprender lecciones valiosas de los relatos bíblicos.

      13 Otros relatos sobre la actuación desagradecida de Israel y la respuesta de Dios prueban que a Jehová verdaderamente le importa lo que hacemos. La Biblia dice que los israelitas lo pusieron a prueba una y otra vez, haciéndole sentirse herido y causándole dolor (Salmo 78:40, 41). Así pues, el Creador tiene sentimientos y le importa lo que hacen los seres humanos. También podemos aprender mucho de los relatos bíblicos sobre personajes conocidos. Cuando se escogió a David para que fuera rey de Israel, Dios le dijo a Samuel: “El simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). Sí, el Creador se fija en lo que somos interiormente, no en la simple apariencia externa. ¡Qué alentador!

      14. ¿Qué podemos hacer para beneficiarnos mientras leemos las Escrituras Hebreas?

      14 Antes del tiempo de Jesús se escribieron 39 libros de la Biblia, y es necesario leerlos. No hay que hacerlo solo para conocer la historia y los relatos bíblicos. Si realmente queremos saber cómo es el Creador, debemos meditar sobre esas narraciones y preguntarnos: “¿Qué revela este episodio sobre su personalidad? ¿Cuál de sus cualidades sobresale en el relato?”.b Esto puede ayudar aun a los escépticos a ver que la Biblia es de origen divino, lo que supone una base para llegar a conocer mejor a su amoroso Autor.

      Un Gran Maestro nos ayuda a conocer al Creador

      15. ¿Por qué debería ser instructivo lo que Jesús hizo y enseñó?

      15 La gente que duda de la existencia del Creador o que tiene una idea vaga de Dios tal vez sepa poco de la Biblia. Quizá nos hayamos encontrado con personas que no saben si Moisés vivió antes o después que Mateo, y que no conocen prácticamente nada de lo que Jesús hizo y enseñó. Esta realidad es muy triste porque el Gran Maestro, Jesús, puede enseñarnos mucho acerca del Creador. Como había tenido una estrecha relación con Dios, pudo revelar cómo es nuestro Creador (Juan 1:18; 2 Corintios 4:6; Hebreos 1:3). Y lo hizo. De hecho, en una ocasión dijo: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9).

      16. ¿Qué ilustra la interacción de Jesús con una samaritana?

      16 Analicemos el siguiente ejemplo. En una ocasión Jesús habló con una samaritana cerca de Sicar cuando se detuvo para descansar del viaje. Comunicó a esta mujer verdades profundas, centrándose en la necesidad de “[adorar] al Padre con espíritu y con verdad”. Los judíos de aquel tiempo evitaban a los samaritanos. Sin embargo, Jesús reflejó la disposición de Jehová de aceptar a los hombres y mujeres sinceros de todas las naciones, tal como vimos en el caso de Eliseo y Naamán. Debe tranquilizarnos el hecho de que Jehová esté por encima de la hostilidad religiosa de miras estrechas que impregna a este mundo. También podemos observar el hecho de que Jesús estuvo dispuesto a enseñar a una mujer, y en este caso a una mujer que vivía con un hombre que no era su esposo. En vez de condenarla, la trató con dignidad, de una manera que en verdad pudiera ayudarla. Después, otros samaritanos escucharon a Jesús y llegaron a esta conclusión: “Sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo” (Juan 4:2-30, 39-42; 1 Reyes 8:41-43; Mateo 9:10-13).

      17. ¿A qué conclusión lleva el relato de la resurrección de Lázaro?

      17 Veamos otra ilustración de cómo podemos aprender del Creador al familiarizarnos con lo que Jesús hizo y enseñó. Pensemos en la ocasión de la muerte de Lázaro, el amigo de Jesús. Este había demostrado previamente el poder que tenía de devolver la vida a los muertos (Lucas 7:11-17; 8:40-56). Pero, ¿cómo reaccionó al ver llorar a María, la hermana de Lázaro? Jesús “gimió en el espíritu y se perturbó”. No fue indiferente ni altivo; más bien, “cedió a las lágrimas” (Juan 11:33-35). Esta no fue tan solo una reacción emocional. Jesús actuó de manera positiva: resucitó a Lázaro. Podemos imaginarnos cómo ayudó este suceso a los apóstoles a entender los sentimientos y acciones del Creador. También debe ayudarnos a nosotros y a otras personas a entender la personalidad y los caminos del Creador.

      18. ¿Cómo debe verse el estudio de la Biblia?

      18 No hay por qué avergonzarnos de estudiar la Biblia y aprender más acerca del Creador. La Biblia no es un libro anticuado. Alguien que la estudió y tuvo una relación estrecha con Jesús fue Juan. Posteriormente escribió: “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado capacidad intelectual para que adquiramos el conocimiento del verdadero. Y estamos en unión con el verdadero, por medio de su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna” (1 Juan 5:20). Observemos que emplear la “capacidad intelectual” para adquirir conocimiento “del verdadero”, el Creador, puede llevarnos a “vida eterna”.

      Cómo ayudar a otras personas a aprender acerca de Él

      19. ¿Qué se ha hecho para ayudar a los escépticos?

      19 Algunas personas necesitan muchas pruebas para creer que existe un Creador compasivo que se interesa por nosotros y entender cómo es él. Hay millones y millones de personas que aún son escépticas o cuya opinión sobre el Creador no armoniza con lo que la Biblia dice. ¿Cómo podemos ayudarlas? En las asambleas internacionales y de distrito de los testigos de Jehová de 1998 y 1999 se presentó un nuevo y eficaz instrumento en muchos idiomas: el libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?

      20, 21. a) ¿Cómo podemos utilizar bien el libro Creador? b) Relate experiencias sobre la probada eficacia del libro Creador.

      20 Esta es una publicación que aumentará nuestra propia fe en el Creador y nuestra comprensión de su personalidad y sus caminos. ¿Por qué? Porque el libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros? se ha preparado especialmente con tales objetivos en mira. La pregunta “¿Qué puede dar más sentido a su vida?” es un motivo recurrente en toda la obra. El contenido se presenta de modo que resulte interesante incluso para las personas de educación elevada y, a su vez, explora deseos que son comunes a todos nosotros. Contiene información persuasiva y fascinante para los lectores que dudan de la existencia del Creador. El libro no presupone que el lector crea en Dios. A los escépticos les interesará mucho la exposición de recientes descubrimientos y conceptos científicos. Esta información también fortalecerá la fe de personas que ya creen en Dios.

      21 Al estudiar este nuevo libro veremos que una parte de él presenta una síntesis de la historia bíblica en la que se destacan aspectos de la personalidad divina, a fin de ayudar a los lectores a conocer mejor a Dios. Muchos que ya lo han leído han comentado cómo ha sido cierto en su caso (véase el artículo siguiente, págs. 25, 26). Que también sea así en nuestro caso cuando estudiemos este libro y lo usemos para ayudar a otras personas a conocer mejor al Creador.

      [Notas]

      a Cuando era editor jefe de la revista The Catholic Biblical Quarterly, el erudito jesuita M. J. Gruenthaner dijo que es aplicable a este verbo lo que dijo sobre otro verbo relacionado, esto es, que “nunca comunica la idea de existencia en sentido abstracto, sino que siempre expresa ser o llegar a ser de manera fenoménica, por ejemplo, manifestándose concretamente”.

      b Cuando los padres cuentan los relatos bíblicos a sus hijos pueden ayudarles planteándoles preguntas como estas. Así los jóvenes se familiarizarán con Dios y también aprenderán a meditar sobre su Palabra.

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