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¡Cuatro jinetes al galope!Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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“Y vi, y, ¡miren!, un caballo blanco; y el que iba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para completar su victoria”. (Revelación 6:2.)
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¡Cuatro jinetes al galope!Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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¿Quién es el Jinete de este caballo? Tiene un arco, un arma ofensiva de guerra, pero también recibe una corona. Los únicos justos a quienes se ve llevando coronas durante el día del Señor son Jesús y la clase representada por los 24 ancianos. (Daniel 7:13, 14, 27; Lucas 1:31-33; Revelación 4:4, 10; 14:14a.) No parece probable que se presentara a un miembro del grupo de los 24 ancianos recibiendo una corona por mérito propio. Por eso, este jinete que cabalga sin compañía tiene que ser Jesucristo, y nadie más. Juan lo ve en el cielo en el momento histórico de 1914 en que Jehová declara: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey”, y le dice que esto se hace para ‘darle naciones por herencia’b. (Salmo 2:6-8.) Como se ve, al abrir el primer sello Jesús revela que él mismo, como Rey recién coronado, se pone en marcha para guerrear al tiempo señalado de Dios.
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