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Babilonia la Grande... caída y juzgadaLa Atalaya 1989 | 1 de mayo
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“¡HA CAÍDO! ¡Babilonia la Grande ha caído, la que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la cólera de su fornicación!” “¡Babilonia la Grande ha caído, y ha llegado a ser lugar de habitación de demonios y escondite de toda exhalación inmunda y escondite de toda ave inmunda y odiada!” (Revelación 14:8; 18:2.)
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Babilonia la Grande... caída y juzgadaLa Atalaya 1989 | 1 de mayo
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La caída de Babilonia la Grande
Esto tiene su paralelo en la caída de la simbólica Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. A principios de nuestro siglo XX, antes de 1919, los Estudiantes de la Biblia, como entonces se llamaba a los testigos de Jehová, tenían que ser librados de una forma de cautiverio espiritual a las ideas y prácticas de la religión falsa. Aunque habían rechazado enseñanzas falsas como las de la Trinidad y la inmortalidad del alma, todavía estaban manchados por prácticas babilónicas. Muchos habían desarrollado una actitud farisaica en el desarrollo del carácter. Algunos ensalzaban a criaturas, como al exaltar la personalidad de Charles T. Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Sin base bíblica, celebraban cumpleaños y las Navidades. La cruz todavía ocupaba un lugar prominente en su pensamiento. Algunos hasta llevaban en la solapa un emblema de una cruz y una corona, mientras que otros procuraban la respetabilidad que se daba a la cristiandad. Entonces, en 1917, poco después de la muerte de Russell, empezó un cambio significativo.
En aquel año la Sociedad Watch Tower publicó un comentario sobre Revelación titulado The Finished Mystery (El misterio terminado). Este libro denunció al clero de la cristiandad, incluso el hecho de que el clero se había envuelto en la Gran Guerra que entonces se peleaba en Europa. Miembros del clero protestante, una parte de los representantes de Babilonia la Grande en Canadá, llevaron estas citas del libro a sus aliados políticos del gobierno canadiense y denunciaron como sediciosos a los Estudiantes de la Biblia. El 12 de febrero de 1918 la Sociedad Watch Tower fue proscrita en Canadá.
El clero de los Estados Unidos no tardó en seguir el ejemplo de sus hermanos canadienses. En pocos días las publicaciones de la Sociedad Watch Tower fueron confiscadas en Los Ángeles, California, E.U.A. Después, en mayo de 1918 se emitieron órdenes de arresto contra J. F. Rutherford, el nuevo presidente de la Sociedad Watch Tower, y otros siete asociados de la Watch Tower. En junio, con sorprendente rapidez, estos cristianos fueron llevados a un tribunal y declarados culpables. Siete fueron sentenciados a 20 años en una penitenciaría, y uno a 10 años. ¿Cómo reaccionó el clero? Martin Marty declara en su libro Modern American Religion: The Irony of It All: “El clero se volvió contra los russelistas [después conocidos como testigos de Jehová] y se alegró al oír que se impondrían sentencias de 20 años a los líderes convictos de los testigos de Jehová”. Los representantes de Babilonia la Grande se reían. Pasaron por alto el hecho de que el que ríe último, ríe mejor.
Así, en 1918 el cautiverio simbólico a Babilonia también se convirtió en prisión literal para algunos del pueblo de Jehová. Por los Estados Unidos, Canadá y otros países barrió una ola de persecución contra los Estudiantes de la Biblia. Clérigos de espíritu nacionalista organizaron chusmas para echarlos de algunos pueblos. Se emplumó y apaleó a algunos Estudiantes de la Biblia. Hubo vergonzosa injusticia contra esta minúscula minoría de cristianos sincerosb.
Después, en 1919, hubo un inesperado cambio. La Gran Guerra había terminado en noviembre de 1918. Se apeló de la sentencia contra los dirigentes de la Sociedad Watch Tower sobre la base de que era un error judicial. Para mortificación de sus enemigos religiosos, Rutherford y sus compañeros salieron de la prisión. Como declara Marty: “No hubo alegría entre los miembros de las iglesias ortodoxas”. Con el tiempo todos los acusados fueron totalmente exonerados de culpa. El juez católico influido por prejuicios que los sentenció, Martin T. Manton, después hecho “caballero de la Orden de San Gregorio Magno” por el papa Pío XI, había negado fianza a los ocho Testigos, para que fueran enviados injustamente a prisión por nueve meses. La verdadera disposición de él se manifestó posteriormente, en 1939, ¡cuando fue encarcelado por solicitar sobornos!
Cuando Rutherford y sus asociados salieron de la prisión en 1919, regresaron a la oficina central de la Sociedad Watch Tower en Brooklyn. Entonces empezaron a reorganizarse para la mayor campaña de predicar el Reino que el mundo ha conocido. Los Estudiantes de la Biblia habían roto las cadenas del temor al hombre y ahora veían claramente su postura con relación a toda la religión falsa. Babilonia la Grande era la enemiga implacable de ellos y habría que manifestar claramente a otros que había caído. La adoración verdadera tendría que restablecerse entre las naciones.
Aquellos cristianos intrépidos intensificaron su ministerio de casa en casa. También desfilaron públicamente y denunciaron a la religión falsa con pancartas que decían: “La religión es un lazo y un fraude” y: “Servid a Dios y a Cristo el Rey”. La religión falsa siguió floreciendo y funcionando, como lo había hecho en la antigua Babilonia, pero, con relación a los testigos de Jehová, Babilonia la Grande había caído en 1919. ¡Ellos estaban libres de la restricción babilónica!
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