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Valoremos el papel de Jesús, el David y el Salomón MayorLa Atalaya 2009 | 15 de abril
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David prefiguró a Cristo
4, 5. a) Mencione algunos paralelos entre David y Jesús. b) ¿Por qué podemos afirmar que Jesús es el David Mayor?
4 Jesús nació en Belén, al igual que David, solo que mil cien años después de él. Él tampoco tenía aspecto de rey, al menos no de la clase de rey que estaban esperando muchos judíos. Sin embargo, como ocurrió con David, Jehová eligió a Jesús y lo amó con todo su corazón (Luc. 3:22).a Y el espíritu de Jehová también “empezó a entrar en operación” en él cuando fue ungido.
5 Pero aún hay más paralelos. Por ejemplo, David fue traicionado por Ahitofel, su consejero, y Jesús, por Judas Iscariote, uno de sus apóstoles (Sal. 41:9; Juan 13:18). Tanto David como Jesús sentían un gran aprecio por el lugar donde se adoraba a Jehová (Sal. 27:4; 69:9; Juan 2:17). Además de estos paralelos, Jesús fue el heredero de David. Así es, antes de que Jesús naciera, un ángel le dijo a su madre: “Jehová Dios le dará el trono de David su padre” (Luc. 1:32; Mat. 1:1). Pero aunque Jesús es heredero de David, en realidad es mayor que él, puesto que todas las promesas mesiánicas se cumplen en Jesús. Por eso podemos afirmar que es el David Mayor. Él es el Rey Mesiánico que todos han esperado durante tanto tiempo (Juan 7:42).
Sigamos a nuestro Pastor y Rey
6. ¿Cómo demostró David que era un buen pastor?
6 Tal como David fue pastor, Jesús también lo es. Ahora bien, ¿qué se requiere para ser un buen pastor? Hay que cuidar y alimentar constantemente al rebaño y protegerlo con valor de los peligros (Sal. 23:2-4). En su juventud David cuidó muy bien las ovejas de su padre y las protegió de los depredadores. Por ejemplo, arriesgó su vida para defender al rebaño de un león y de un oso (1 Sam. 17:34, 35).
7. a) ¿Qué preparó a David para cumplir sus obligaciones como rey? b) ¿Cómo demostró Jesús que él es el Pastor Excelente?
7 Los años que pasó David en el campo cuidando ovejas lo prepararon para las importantes obligaciones que asumiría al convertirse en el pastor de la nación de Israel (Sal. 78:70, 71).b Jesús también ha demostrado ser un pastor ejemplar. Él pastorea al “rebaño pequeño” y a las “otras ovejas” gracias a las fuerzas y la guía que Jehová le da (Luc. 12:32; Juan 10:16). Sin lugar a dudas, él es el Pastor Excelente. Conoce tan bien a sus ovejas que las llama a todas por su nombre. Además, las quiere tanto que cuando estuvo en la Tierra hizo muchos sacrificios por ellas (Juan 10:3, 11, 14, 15). Ahora bien, Jesús logró algo que David jamás hubiera podido lograr. Su sacrificio redentor abrió la puerta para que la humanidad sea rescatada de la muerte. Nada impedirá que guíe a los miembros del “rebaño pequeño” hasta los cielos, donde recibirán vida inmortal, ni que conduzca a sus “otras ovejas” a un nuevo mundo de justicia, donde podrán vivir para siempre sin temor a los depredadores (léase Juan 10:27-29).
Sigamos al Rey victorioso
8. ¿Por qué diría usted que David fue un rey victorioso?
8 El rey David fue un guerrero que protegió con valentía al pueblo de Dios, y “Jehová siguió salvando a David dondequiera que [iba]”. Bajo el reinado de David, el territorio de Israel llegó a abarcar desde el río de Egipto hasta el río Éufrates (2 Sam. 8:1-14). Gracias a la fuerza de Jehová, él se convirtió en un poderoso gobernante. La Biblia dice: “La fama de David empezó a salir a todas las tierras, y Jehová mismo puso el pavor de él sobre todas las naciones” (1 Cró. 14:17).
9. Explique en qué sentido fue Jesús un vencedor.
9 Al igual que David, Jesús fue valeroso e intrépido. Después de que Jehová lo ungió para ser rey, él demostró que tenía autoridad sobre los demonios librando a muchas víctimas de sus garras (Mar. 5:2, 6-13; Luc. 4:36). Ni siquiera Satanás, el principal enemigo de Dios, tenía poder sobre él. Con la ayuda de Jehová, Jesús venció al mundo, que está en el poder del Diablo (Juan 14:30; 16:33; 1 Juan 5:19).
10, 11. ¿Qué ha hecho Jesús en los cielos, y qué hará en el futuro?
10 Unos sesenta años después de que Jesús resucitó y ascendió al cielo, el apóstol Juan lo vio en una visión profética como Rey victorioso y poderoso Guerrero en el cielo. Esto fue lo que Juan escribió: “¡Miren!, un caballo blanco; y el que iba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para completar su victoria” (Rev. 6:2). El jinete del caballo blanco es Jesús. La corona la recibió en 1914, cuando fue entronizado como Rey del Reino celestial, tras lo cual “salió venciendo”. Como vemos, Jesús es un rey victorioso, igual que David. Poco después de recibir el Reino luchó contra el Diablo, lo venció y lo arrojó a la Tierra junto con sus demonios (Rev. 12:7-9). Jesús seguirá cabalgando hasta que culmine su victoria, hasta que destruya por completo el malvado sistema de Satanás (léase Revelación 19:11, 19-21).
11 Ahora bien, Jesús también es un rey compasivo, como lo fue David. Por eso protegerá a la “gran muchedumbre” durante el Armagedón (Rev. 7:9, 14). Además, bajo el reinado de Jesús y sus coherederos, los 144.000, habrá “resurrección así de justos como de injustos” en la Tierra (Hech. 24:15). Y quienes resuciten tendrán la posibilidad de vivir para siempre. ¡Qué magnífico futuro! Sigamos, pues, resueltos a hacer “lo que es bueno”. Así podremos ver el día en que reine la justicia en la Tierra y este planeta esté poblado por felices súbditos del David Mayor (Sal. 37:27-29).
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Valoremos el papel de Jesús, el David y el Salomón MayorLa Atalaya 2009 | 15 de abril
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a El nombre David probablemente significa “Amado”. Es interesante notar que en el bautismo de Jesús y en su transfiguración, Jehová habló desde el cielo y lo llamó: “Mi Hijo, el amado” (Mat. 3:17; 17:5).
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