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¿Dónde están nuestros antepasados?¿Ha encontrado usted el camino a la vida eterna?
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El estado de los muertos
10. ¿Qué dice la Biblia acerca del estado en que se encuentran los muertos?
10 ¿Cuál es, pues, el estado en que se encuentran los muertos? Puesto que Jehová creó a los seres humanos, él sabe qué nos sucede al morir. Su Palabra enseña que los muertos no tienen vida: no pueden oír, ver, hablar, ni pensar. La Biblia dice:
“Los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5.)
“Su amor y su odio y sus celos ya han perecido.” (Eclesiastés 9:6.)
“No hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el [sepulcro], el lugar adonde vas.” (Eclesiastés 9:10.)
11. Después que Adán pecó, ¿qué le dijo Jehová?
11 Observemos lo que dice la Biblia acerca de nuestro primer antepasado, Adán. Dios lo formó “del polvo del suelo” (Génesis 2:7). Si Adán hubiera obedecido la ley de Jehová, habría vivido para siempre en felicidad en la Tierra. Pero desobedeció la ley de Dios, y el castigo fue la muerte. ¿Adónde fue Adán al morir? Dios le dijo: “[Volverás] al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19).
12. ¿Qué le pasó a Adán al morir?
12 ¿Dónde estaba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. No existía. Así que cuando Jehová afirmó que Adán ‘volvería al suelo’, quería decir que estaría nuevamente sin vida, como el polvo. Adán no siguió viviendo en el mundo de los espíritus. No “pasó” a estar con los espíritus ancestrales. No fue ni al cielo ni al infierno. Simplemente dejó de existir.
13. Cuando llega la muerte, ¿qué ocurre con los seres humanos y los animales?
13 ¿Ocurre lo mismo con los seres humanos en general? Sí. La Biblia indica: “[Los seres humanos y los animales] van a un solo lugar. Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo” (Eclesiastés 3:19, 20).
14. ¿Qué esperanza hay para los muertos?
14 La Biblia promete que Dios despertará a los muertos para que vivan en un paraíso en la Tierra (Juan 5:28, 29; Hechos 24:15). Pero ese momento todavía está en el futuro. Por ahora, están durmiendo en la muerte (Juan 11:11-14). No debemos temer ni adorar a los difuntos, pues no pueden ni hacernos daño ni ayudarnos.
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