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  • ¿Está perdiendo valor la vida?
    ¡Despertad! 2000 | 8 de julio
    • ¿Está perdiendo valor la vida?

      “Es un mundo en el que se tiene en poco la vida. Por unos cuantos cientos de libras [esterlinas] puede comprarse la muerte, y hay muchos que están dispuestos a prestar el servicio.” (The Scotsman.)

      En abril de 1999, el mundo entero se horrorizó al enterarse de que dos adolescentes habían tomado por asalto el centro de enseñanza secundaria Columbine High School, de Littleton (Colorado, E.U.A.), y habían dejado un saldo de quince muertos. Las investigaciones demostraron que uno de los atacantes tenía una página en Internet en la que había escrito: “¡LOS MUERTOS NO DISCUTEN!”. Ambos jóvenes perdieron la vida en la tragedia.

      EL ASESINATO es universal. Todos los días sufren una muerte violenta un número incalculable de personas. En 1995, la República Sudafricana tuvo la mayor proporción de homicidios de todo el mundo: 75 por cada 100.000 habitantes. En cierto país sudamericano en el que se estima muy poco la vida hubo más de seis mil asesinatos por motivos políticos en 1997. El homicidio por encargo es allí un procedimiento común. En un informe sobre ese país se afirma: “La cantidad de asesinatos de niños también ha aumentado de forma alarmante: en 1996 se cometieron 4.322 infanticidios, lo que representa un 40% de aumento en solo dos años”. No obstante, aun los menores se están convirtiendo en asesinos, tanto de otros niños como de sus propios padres. Verdaderamente se concede poco valor a la vida.

      ¿Qué ha originado la “cultura de la muerte”?

      ¿Qué revelan estos datos y cifras? Que cada vez se respeta menos la vida. Individuos ávidos de poder y dinero matan sin el menor escrúpulo. Los capos de la droga mandan asesinar a familias enteras, y cuando se refieren a sus matanzas, dicen eufemísticamente que son “trabajos” en los que “se da el pasaporte”, “se quita de en medio” o “se despacha” a las víctimas. El genocidio y la limpieza étnica han engrosado el número de personas asesinadas y han restado valor a la vida humana. Como consecuencia, a diario aparecen informes de muertes violentas en los noticieros de los canales de televisión de todo el mundo.

      Si añadimos a esto la violencia y el salvajismo exaltados por la televisión y el cine, da la impresión de que la sociedad humana está inmersa en una cultura morbosa que gira en torno a la muerte. La Encyclopædia Britannica dice al respecto: “Durante la segunda mitad del siglo XX, la muerte se ha convertido en un tema curiosamente popular. Con anterioridad, aunque resulte sorprendente, se evitaba casi por completo el tema en las especulaciones científicas serias y, a un grado menor, en las filosóficas”. Según el catalán Josep Fericgla, doctor en Antropología Social y Cultural, “la muerte ha pasado a ser el último tabú eficaz de nuestras sociedades y, por ello, una de las fuentes más importantes hoy de manipulación ideológica”.

      Tal vez la característica más destacada de la “cultura de la muerte” sea la creencia popular de que el poder, la preponderancia, el dinero y el placer son mucho más importantes que la vida humana y los valores morales.

      ¿Cómo se extiende la “cultura de la muerte”? ¿Qué pueden hacer los padres para contrarrestar la influencia negativa que los rodea y que afecta a sus hijos? En los siguientes artículos se contestarán estas y otras preguntas.

  • ¿Cómo se promueve la “cultura de la muerte”?
    ¡Despertad! 2000 | 8 de julio
    • ¿Cómo se promueve la “cultura de la muerte”?

      “Miles de kilómetros separan a los traumatizados niños kosovares refugiados de los niños estadounidenses expuestos a la violencia y otras experiencias dolorosas, pero la distancia emocional entre ellos tal vez no sea tan grande.”—Marc Kaufman, The Washington Post.

      Nos guste o no, a todos nos afecta la muerte, sea directa o indirectamente. Poco importa si vivimos en un país desgarrado por conflictos violentos o en uno que disfruta de relativa estabilidad.

      LAS consecuencias de la “cultura de la muerte” pueden verse en los altos índices actuales de depresión, angustia, drogadicción, abortos, conducta autodestructiva, suicidios y masacres. El profesor Michael Kearl —del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad Trinity, de San Antonio (Texas, E.U.A.)— dio esta explicación con respecto a la manipulación del tema de la muerte: “Desde nuestra perspectiva de finales del siglo XX [1999] vemos que [...] se está reconociendo la muerte como la fuerza central que sustenta la vida, la vitalidad y la estructura del orden social. La muerte es la musa de nuestras religiones, filosofías, ideologías políticas, artes y técnicas médicas. Vende periódicos y pólizas de seguros, anima la trama de los programas de televisión y [...] hasta mantiene en funcionamiento nuestras industrias”. Examinemos algunos ejemplos de cómo este fenómeno, llamado “cultura de la muerte”, se manifiesta en nuestros tiempos.

      La venta de armas

      Una manifestación diaria de la “cultura de la muerte” es la venta de armas. Aunque se utilice el armamento para matar soldados, la mayoría de las víctimas son civiles, entre ellos mujeres y niños inocentes. En las guerras, sean civiles o de otro tipo, siempre se desprecia la vida. ¿Cuánto cuesta la bala de un asesino o un francotirador?

      En algunos países, el fácil acceso del público a las armas ha provocado un aterrador y constante aumento de los asesinatos, ya sea de una persona o de un grupo de personas. Después del trágico tiroteo en la escuela secundaria de Littleton (Colorado), se levantaron protestas por la venta generalizada de armas y la facilidad con que pueden conseguirlas los menores. Es alarmante la cantidad de jóvenes estadounidenses que sufren una muerte violenta: según la revista Newsweek, un promedio de 40 por semana. De estos, casi el 90% muere por heridas de bala. La cifra anual equivale a 150 masacres como la de Littleton.

      El mundo del entretenimiento

      Las películas explotan el tema de la muerte. Por ejemplo, algunas exaltan la inmoralidad, la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado, y así quitan valor a la vida y a los principios morales. Otras incluso idealizan la muerte al basar su trama en el mito de la vida después de la muerte y en el supuesto regreso de algunos difuntos para visitar a los vivos, lo cual contribuye a trivializar la muerte.

      Lo mismo sucede con algunos programas de televisión y con ciertos tipos de música. Según fuentes periodísticas, los jóvenes asesinos de Littleton eran fervientes admiradores de un cantante de rock que se ha hecho famoso por utilizar “una imagen andrógina, motivos satánicos y temas que giran en torno a la rebelión y la muerte”.

      En Estados Unidos se revisó hace un tiempo la clasificación de los programas de televisión con el propósito de proteger a los jóvenes de imágenes que pudieran perjudicarlos. La medida ha sido contraproducente. En un artículo que escribió para Newsweek, Jonathan Alter señaló que “[la nueva clasificación] puede hacer que los niños deseen más el fruto prohibido”. Añadió que, a fin de avergonzar a los responsables de los medios de comunicación y obligarlos a reducir la violencia que aparece en estos, el presidente Clinton tendría que “leer públicamente los nombres de las grandes compañías (y sus respectivos presidentes)” que no solo hacen películas de apuñalamientos y grabaciones de rap gangsta, sino que también producen videojuegos con los que los niños pueden “matar gente ‘virtualmente’”.

      La muerte en los videojuegos y en Internet

      En su libro The Deathmatch Manifesto, Robert Waring analiza la popularidad que han alcanzado entre los adolescentes los juegos de combate a muerte en realidad virtual.a Dicho escritor cree que ha surgido una colectividad marginal de jugadores en torno a este fenómeno. Tales juegos no educan, sino que enseñan a matar. “Tener un contrincante humano de cualquier punto del planeta y tratar de demostrar uno su valía es una experiencia muy intensa. Es facilísimo aficionarse a ello”, indica Waring. La fuerza de los escenarios tridimensionales que sirven de telón de fondo a los combates sangrientos cautiva a los adolescentes. Los que no tienen acceso a Internet compran videojuegos para utilizarlos en el televisor de su casa, o frecuentan locales públicos en los que pueden alquilar máquinas de videojuegos y tener peleas virtuales a muerte con otros jugadores.

      Aunque los juegos de combate a muerte en realidad virtual están clasificados según la edad del participante, lo cierto es que hay muy poco control sobre su uso. Eddie, joven estadounidense de 14 años, señaló: “La gente por lo general te dice que no tienes edad suficiente, pero no te impide que compres [el juego]”. A él le gusta un juego que es una orgía de tiroteos. Sus padres lo saben y no están conformes, pero raramente se preocupan de ver si está jugando con él. Un adolescente llegó a la siguiente conclusión: “Nuestra generación está mucho más insensibilizada a la violencia que cualquier otra. Hoy en día, más que los padres, es la televisión la que cría a los niños, y esta satisface las fantasías violentas de los pequeños”. John Leland afirma en la revista Newsweek: “Nada menos que 11.000.000 de adolescentes están conectados a la Red [en Estados Unidos], por lo que la vida de estos jóvenes se desarrolla cada vez más en un ámbito inaccesible a muchos padres”.

      Estilos de vida mortíferos

      ¿Qué puede decirse de la conducta fuera del mundo de los videojuegos ya mencionados y las películas violentas? Aunque en la vida real no tenemos que luchar a muerte contra criaturas estrambóticas, el estilo de vida de mucha gente comprende conductas autodestructivas. Por ejemplo, a pesar de la influencia de la familia y de las advertencias de los sistemas de salud pública y otras autoridades sobre los peligros del tabaco y las drogas, sigue aumentando su consumo. La consecuencia en muchos casos es muerte prematura. El gran capital y los narcotraficantes siguen aprovechándose de la ansiedad, desesperación y pobreza espiritual de la gente con tal de aumentar las ganancias ilícitas.

      ¿Quién está detrás de todo?

      ¿Se presenta en la Biblia la muerte como un tema propio para fines recreativos? ¿Están justificados los estilos de vida que pueden causarnos la muerte? No. Para los cristianos verdaderos, como para el apóstol Pablo, la muerte es un verdadero “enemigo” (1 Corintios 15:26). Los cristianos no ven en ella ningún atractivo ni diversión, sino que la consideran algo contranatural, una consecuencia directa del pecado y la rebelión contra Dios (Romanos 5:12; 6:23). La muerte no formaba parte del propósito original de Dios para la humanidad.

      Las Escrituras dicen que Satanás “tiene el medio para causar la muerte”. También le llaman “homicida”, pero no necesariamente porque cause la muerte de forma directa, sino porque la induce valiéndose del engaño, tentando a la gente a pecar, fomentando comportamientos que acarrean corrupción y muerte, y promoviendo actitudes asesinas en la mente y el corazón de hombres, mujeres e incluso niños (Hebreos 2:14, 15; Juan 8:44; 2 Corintios 11:3; Santiago 4:1, 2). Ahora bien, ¿por qué son los jóvenes el blanco principal? ¿Cómo podemos ayudarlos?

      [Nota]

      a Según una reseña del libro, en este tipo de juegos, “accesibles a través de Internet, los participantes [se ven] impulsados a matarse unos a otros en combates tridimensionales”.

      [Ilustración de la página 7]

      “Nuestra generación está mucho más insensibilizada a la violencia que cualquier otra”

  • Ayudemos a los jóvenes a escapar de la “cultura de la muerte”
    ¡Despertad! 2000 | 8 de julio
    • Ayudemos a los jóvenes a escapar de la “cultura de la muerte”

      ¿Por qué ejerce la muerte tanta fascinación en los jóvenes de hoy? Henry Hyde, representante del estado de Illinois (E.U.A.), dijo: “La cultura de la muerte y la violencia llena el vacío espiritual que tienen estos adolescentes”.

      UN LECTOR de la revista Time escribió: “Las causas de la subcultura de la muerte que existe entre nuestros jóvenes son la pereza de los padres, el entretenimiento violento y la falta de una base moral y espiritual”.

      La soledad es otro de los principales problemas que aquejan a los adolescentes. Algunos viven en hogares en los que ambos padres trabajan y están ausentes la mayor parte del día; otros viven solo con su padre o su madre. Según cierta publicación, los adolescentes estadounidenses pasan unas tres horas y media solos todos los días y están once horas menos por semana con sus padres que la gente joven de los años sesenta. De hecho, algunos no reciben ningún apoyo emocional de sus padres ni disfrutan nunca de su compañía.

      ¿Qué pueden hacer los padres?

      En vista del “vacío espiritual” al que se enfrentan los jóvenes, ¿qué importancia cobra el papel de los padres? Los que son sabios se dan cuenta de que sus hijos necesitan, además de entretenimiento sano, apoyo constante. Impelidos por su interés amoroso, los padres deben hablar con sus hijos sobre los gustos de estos en cuestión de música, programas de televisión, vídeos, novelas, videojuegos y películas. Aunque muchos jóvenes no lo expresen, ansían recibir el cariño y la guía amorosa de sus padres. Necesitan respuestas directas porque viven en un mundo lleno de incertidumbres. Los adultos deben comprender que el mundo que afrontan sus hijos es mucho más complicado que el que afrontaron ellos de jóvenes.

      Los padres que deseen proteger a sus hijos deben conversar con ellos regularmente, escucharles con atención y advertirles de los peligros que encierra la cultura moderna. Cuando los progenitores establecen límites firmes y son consecuentes y razonables, así como cariñosos, con sus hijos, normalmente obtienen buenos resultados (Mateo 5:37).

      Los padres que son testigos de Jehová se esfuerzan por tener sesiones periódicas de estudio con sus hijos, en las que utilizan la Biblia y publicaciones y vídeos basados en ella.a No se valen de estas ocasiones para regañarlos, sino para tratar temas que los edifiquen en sentido espiritual. En tales reuniones familiares, escuchan los problemas o dificultades que afectan a cada uno de sus hijos, de modo que estos tengan la oportunidad de recibir atención individual.

      Los jóvenes a quienes sus padres no orientan en sentido espiritual pueden obtener fortaleza del texto bíblico de Salmo 27:10, que dice: “En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería”. ¿Cómo ayuda Jehová, el Padre de tiernas misericordias, a los jóvenes? Las congregaciones de los testigos de Jehová han sido un refugio en el que muchos han hallado el afecto de otras personas y han resuelto sus dudas. Josías, un joven que pasó por esa experiencia, explica: “La organización de Jehová cumple un papel de gran importancia. Antes sentía que la vida no tenía ningún valor. Vivía sin propósito, sin esperanza. Saber que no estaba solo cambió mi vida por completo. Vi en los hermanos de la congregación a la familia que había perdido. Los ancianos y las familias de la congregación son como un ancla en sentido emocional”.

      De hecho, muchos jóvenes y adultos han mejorado su salud mental y espiritual asistiendo con regularidad a las reuniones de los testigos de Jehová. La antropóloga Patricia Fortuny se refirió a este efecto beneficioso en su ensayo Los Testigos de Jehová: una alternativa religiosa para enfrentar el fin del milenio. Escribió: “Los testigos de Jehová ofrecen un claro y explícito sistema de orden para aplicar a la vida cotidiana, un código exacto que sirve de guía para pensar y actuar”. El “sistema de orden” y el “código” a los que alude se basan en la Biblia. Así pues, aunque los testigos de Jehová afrontan los mismos problemas y presiones que sus vecinos, la sabiduría singular de ese libro antiguo los fortalece. En efecto, los Testigos se refugian en los claros principios y doctrinas bíblicos.

      Cuando ‘la muerte ya no sea más’

      En los Salones del Reino de los Testigos de Jehová se recalca repetidamente la promesa de Dios de traer pronto un nuevo mundo en el que “la justicia habrá de morar” y en el que “no habrá nadie que los haga temblar” (2 Pedro 3:13; Miqueas 4:4). Además, el profeta Isaías indica que entonces Dios “se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”. La muerte le sobrevino a la humanidad como consecuencia de la transgresión del primer hombre, Adán, pero Dios promete que pronto “la muerte no será más” (Isaías 25:8; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4; Romanos 5:12).

      Si eres un joven que busca ayuda, te invitamos a encontrar esperanza y una razón para vivir en las páginas de la Biblia. Con la asistencia de los testigos de Jehová puedes llegar al convencimiento de que aún está por venir el mejor de los tiempos, en el nuevo mundo que Dios promete.

      [Nota]

      a El vídeo Young People Ask—How Can I Make Real Friends? (Los jóvenes preguntan... ¿Cómo conseguir amigos verdaderos?), en la actualidad solo en inglés, ofrece ayuda práctica a los jóvenes. Está producido por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

      [Ilustración de la página 9]

      Los padres deben dedicar tiempo a escuchar con atención a sus hijos y tratar de comprender sus problemas

      [Ilustraciones de la página 10]

      “Los testigos de Jehová ofrecen un claro y explícito sistema de orden para aplicar a la vida cotidiana”

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