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  • Arrepentimiento
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
    • Sin embargo, las personas que hoy sigan un proceder semejante al de los escribas y fariseos, que deliberadamente y con conocimiento de causa se opusieron a la manifestación del espíritu de Dios por medio de Cristo, no tendrán oportunidad alguna de resurrección, por lo que no podrán “huir del juicio del Gehena”. (Mt 23:13, 33; Mr 3:22-30.)

  • Arrepentimiento
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
    • Ya que Adán y Eva eran criaturas perfectas y el mandato que Dios les había dado era explícito y ambos lo entendieron, es evidente que su pecado fue deliberado y no se les podía perdonar sobre la base de alguna debilidad humana o imperfección. Por consiguiente, las palabras que Dios les dirigió después no ofrecen ninguna invitación al arrepentimiento. (Gé 3:16-24.) Lo mismo le sucedió a la criatura espíritu que les indujo a la rebelión. Su final y el final de las otras criaturas angélicas que se unieron a él será el de destrucción eterna. (Gé 3:14, 15; Mt 25:41.) Judas, aunque imperfecto, había vivido en estrecha asociación con el propio Hijo de Dios y sin embargo se volvió traidor; Jesús mismo se refirió a él como “el hijo de destrucción”. (Jn 17:12.) Al apóstata “hombre del desafuero” también se le llama “el hijo de la destrucción”. (2Te 2:3; véanse ANTICRISTO; APOSTASÍA; HOMBRE DEL DESAFUERO.) Todos los clasificados como “cabras” figurativas en el tiempo en que Jesús juzgue como rey a la humanidad, también partirán “al cortamiento eterno” y ya no se les extenderá la oportunidad de arrepentirse. (Mt 25:33, 41-46.)

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