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FilipinasAnuario de los testigos de Jehová 2003
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El Cuerpo Gobernante dio instrucciones de que se buscara más terreno. Félix Fajardo relata lo que ocurrió: “Fuimos de casa en casa para averiguar si había en venta alguna propiedad próxima a Betel. Los propietarios filipinos y chinos dijeron que no pensaban vender sus fincas. Uno de ellos afirmó categóricamente: ‘Los chinos no vendemos, sino que compramos. Nunca vendemos’”. Así que, por el momento, parecía que no había nada disponible cerca de la sucursal original.
Se inició la búsqueda de terrenos en otros lugares. De ser necesario, la sucursal se trasladaría a las afueras de la ciudad. En provincias cercanas se encontraron varios terrenos. Un hermano ofreció a un precio razonable una gran finca próxima a San Pedro (Laguna) en la que el Cuerpo Gobernante puso especial interés. Se autorizó la compra de la propiedad y se siguió adelante con la planificación de la construcción de oficinas, un hogar Betel y una fábrica. Con el paso del tiempo, sin embargo, se vio que no era la voluntad de Jehová que se trasladaran allí. No había servicio de teléfono, la carretera estaba en mal estado y era una zona poco segura. Se hizo evidente que aquella no era la mejor localización para la sucursal, así que se convirtió en una granja que contribuiría a abastecer a la familia Betel. Sin embargo, eso no resolvió la falta de espacio en la sucursal.
Un inesperado giro de los acontecimientos pareció indicar cuál era la guía de Jehová. Félix prosigue: “De repente, nuestro vecino más cercano nos dijo: ‘Vendemos nuestra finca de 1.000 metros cuadrados, y deseamos vendérsela a ustedes’. El Cuerpo Gobernante autorizó la compra, y pensamos que el problema estaba resuelto. Sin embargo, cuando sometimos los planes de construcción a la aprobación de la sede mundial, nos respondieron: ‘Convendría seguir buscando más terreno. Necesitan un poco más’.
”Justo después de eso, un médico y un abogado vinieron y nos dijeron: ‘Queremos venderles nuestra propiedad’. Eran otros 1000 metros cuadrados más. A continuación, una señora puso a la venta una hectárea de terreno contigua a Betel, y la compramos a muy buen precio. Entonces creímos que ya teníamos una superficie lo bastante grande. Pero la sede central nos dijo: ‘Busquen un poco más’.”
En ese momento se recibió ayuda de una fuente insospechada: el médico y el abogado a quienes se les había comprado la propiedad fueron a visitar a los demás vecinos y los convencieron de que vendieran sus tierras. Uno a uno acudieron a la sucursal para venderlas. Cuando ya se habían adquirido casi todas las propiedades de los alrededores, se envió otra propuesta a la sede central. De nuevo, la respuesta fue: “Todavía necesitan más terreno”. Los hermanos pensaron: “¿Adónde iremos ahora? Hemos agotado todas las posibilidades de las inmediaciones”.
Más o menos por ese entonces, se recibió una llamada de teléfono relacionada con el terreno del comerciante que antes les había dicho: “Los chinos no vendemos”. ¡Ahora estaba en venta! Félix explica: “El hermano Leach y yo averiguamos que nadie más estaba interesado en él, así que lo conseguimos muy barato. Parecía que la mano de Jehová estaba detrás de lo que ocurría”. Tras añadir otra hectárea a lo que ya tenían, la sede central al fin respondió: “Ahora tienen suficiente para iniciar los planes para la construcción”.
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FilipinasAnuario de los testigos de Jehová 2003
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Tal como había ocurrido con la adquisición del terreno, la guía de Jehová se percibía a medida que avanzaba la construcción. Por citar un ejemplo: solo una empresa en todo el país fabricaba las planchas necesarias para el tejado de los edificios... y el pedido de la sucursal tenía el número 301 en la lista de espera de la empresa. Los hermanos solicitaron una cita para hablar directamente con el vicepresidente de la compañía y le explicaron la naturaleza voluntaria de nuestra obra. La junta directiva se reunió, aprobó la solicitud de los hermanos y trasladó el pedido al primer lugar de su lista de producción. Poco después de entregarse los materiales, los trabajadores de la compañía se declararon en huelga.
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