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  • Explore el mundo submarino sin riesgos
    ¡Despertad! 1995 | 8 de mayo
    • La escafandra autónoma se refiere al equipo consistente en una o más botellas, o tanques, de aire comprimido conectadas a un regulador. El buceo con esta clase de equipo es, obviamente, para quienes desean descender a bastante profundidad. Es una técnica mucho más compleja que la anterior, y puede resultar bastante cara.

  • Explore el mundo submarino sin riesgos
    ¡Despertad! 1995 | 8 de mayo
    • Buceo con escafandra autónoma

      Para los buenos nadadores a quienes les atraen las maravillas de las profundidades marinas o que desean probar la fotografía subacuática, el siguiente paso es la inmersión con escafandra autónoma. Si usted disfruta de buena salud, mantiene su equipo en perfecto estado y sigue las normas básicas, puede sumergirse con confianza. Pero primero tiene que realizar un curso de adiestramiento y, si se lo exigen, obtener la licencia mediante un instructor acreditado. Aun así, nunca sobrepase los límites de profundidad indicados en la licencia ni se sumerja solo. En algunos países, como Australia, es obligatorio pasar un examen médico especializado antes de iniciar el curso de buceador.

      El equipo pesado de buceo puede ser bastante caro. Además de los elementos básicos ya mencionados —máscara, aletas y tubo respirador—, deberá usar un traje isotérmico, excepto quizá en las cálidas aguas del trópico. También necesitará un chaleco hidrostático, un cinturón de lastre, un cuchillo, un regulador (con repuesto para el compañero en caso de que este tenga problemas con el suministro de aire) y una botella de aire comprimido. Otros instrumentos igualmente fundamentales son el reloj, el profundímetro y el manómetro, mediante el cual podemos saber cuánto aire queda en la botella. En muchas bases turísticas de buceo conocidas se puede alquilar el equipo, lo que suele resultar más económico que comprarlo, si no se practica el buceo asiduamente.

      Respeto por el océano y sus habitantes

      “Me encontraba en un arrecife cerca de Caloundra, en la Sunshine Coast de Queensland, observando un vistoso pez mariposa a unos dos metros de distancia —cuenta Peter, un aficionado al buceo con tubo—. De repente, cruzó ante mis ojos un reluciente arpón de acero que se detuvo con un fuerte ruido sordo. El pececillo luchó en vano, pues el arpón le había atravesado las branquias y lo había clavado a una roca. El muchacho que había disparado admitió haber matado al hermoso pez solo para practicar el tiro. Era demasiado pequeño para comérselo.” Desgraciadamente, tales actos desconsiderados están aumentando por todo el mundo.

      La contaminación también ha dejado su huella. Muchos lugares turísticos acaban pareciendo basureros, con bolsas plásticas y latas de bebida vacías por todas partes. Algunos países tienen también cada vez más problemas con vertidos químicos destructivos. Al aumentar la basura y los desechos, los peces se mudan a otras aguas, y el coral muere.

      Es una buena costumbre llevar guantes siempre que se practica el submarinismo. Pero aun con ellos es aconsejable tener cuidado con lo que se toca. El omnipresente erizo de mar, por ejemplo, ostenta unas afiladas púas que pueden clavarse en las manos si no están protegidas. Y el atractivo pez dragón, aunque pequeño, parece estar advirtiendo: ‘No se acerque demasiado. Este es mi territorio’ mientras hace alarde de sus brillantes bandas blancas y rojas. Entre las decorativas bandas oculta largas espinas cubiertas de una mucosidad venenosa. El más leve roce con ellas puede ser doloroso.

      Hay otras criaturas que son difíciles de detectar. Las delgadas agujas de mar, por ejemplo, son maestras del camuflaje. Su aspecto de planta pone a prueba la agudeza visual del buceador. En cambio los nudibranquios, moluscos desprovistos de concha, llaman la atención por sus colores intensos. Pero ¿son un bocado apetitoso? Los posibles depredadores enseguida aprenden que no, porque estos animales están armados de ciertas sustancias químicas repelentes.

      Muchas vistas gratificantes

      El que se adentra en el mar, ya sea con tubo respirador o con escafandra autónoma, comprueba que el océano rebosa de vida. Los arrecifes coralinos ofrecen un panorama que comprende una infinidad de criaturas y colores a tan solo unos cuantos aletazos de la costa. “La emoción de verse rodeado de peces multicolores de todos los tamaños y formas, algunos de los cuales se alimentan de la mano de uno, es difícil de igualar. Es una experiencia impresionante”, dijo un buceador. Y añadió: “Estar allí como uno de ellos, suspendido con casi total ingravidez, es increíble”.

      Por consiguiente, si alguna vez tiene la oportunidad de bucear con cualquiera de los dos métodos descritos, recuerde que puede hacerlo sin riesgos si sigue los consejos sencillos de los buceadores veteranos. Tal vez algún día usted también pueda disfrutar de la enriquecedora experiencia de explorar la belleza del mundo submarino.

      [Nota a pie de página]

      a También llamado submarinismo. Para advertir la presencia de buceadores se utiliza la bandera A del Código Internacional de Señales, que es blanca y azul. Algunos países aún usan el pabellón rojo con una franja diagonal blanca, como el que se ilustra arriba.

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