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El examen microscópico¡Despertad! 1999 | 8 de septiembre
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La elaboración de las proteínas
Proteína
1 Una proteína especial abre en dos una sección de las hebras del ADN
Bases libres de ARN
2 Las bases libres del ARN se enlazan con las bases expuestas del ADN de una sola hebra, formando así una hebra del ARN mensajero
3 El ARN mensajero recién formado se separa del ADN y se dirige hacia los ribosomas
Ribosoma
ARN de transferencia
4 El ARN de transferencia recoge un aminoácido y lo lleva al ribosoma
Aminoácidos
5 Al progresar el ribosoma a lo largo del ARN mensajero, se forja una cadena de aminoácidos
El ARN de transferencia tiene dos extremos importantes:
Uno reconoce el código del ARN mensajero
El otro porta los aminoácidos correctos
ARN de transferencia
Las bases de ARN emplean U en vez de T, de modo que U se empareja con A
A U Uracilo
U A Adenina
6 A medida que va formándose, la cadena de proteínas comienza a plegarse a fin de adoptar la forma requerida para funcionar debidamente. Luego el ribosoma libera la cadena
Para simplificar, en la ilustración aparece una proteína integrada por diez aminoácidos. La mayoría de las proteínas se componen de más de un centenar
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¿Qué hay tras el misterio de la vida?¡Despertad! 1999 | 8 de septiembre
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¿Qué hay tras el misterio de la vida?
LA ACTUACIÓN de las moléculas del ADN es prodigiosa. Las células requieren que el material genético realice dos funciones, de las cuales se ocupa el ADN. Primero, este se duplica con exactitud para que la información se transmita de una célula a otra. Segundo, la secuencia del ADN indica a la célula qué proteínas elaborará, con lo que determina el tipo y cometido de la célula. Sin embargo, el ADN no lleva a cabo estos procesos en solitario, sino con la colaboración de multitud de proteínas especializadas.
Ahora bien, el ADN no puede crear vida por sí solo. Sus genes almacenan las instrucciones necesarias para elaborar las diversas proteínas que necesita la célula, entre ellas las que copian el ADN para la siguiente generación de células y las que lo ayudan a elaborar nuevas proteínas. No obstante, de nada valdría esa increíble cantidad de información si no se dispusiera del ARN y de las proteínas especializadas (entre ellas los ribosomas) que permiten “leerla” y utilizarla.
Tampoco pueden las proteínas producir vida por sí solas. De ahí que una proteína aislada no tenga la capacidad de formar el gen que contiene el código necesario para hacer más proteínas del mismo tipo.
Al irse descifrando el misterio de la vida, ¿qué lecciones se han aprendido? En nuestra época, la genética y la biología molecular han documentado detalladamente las relaciones existentes entre el ADN, el ARN y las proteínas, relaciones marcadas por la complejidad y la interdependencia. De tales hallazgos se desprende que la vida exige que todos estos elementos se den simultáneamente. Es imposible, por tanto, que la vida haya surgido de forma espontánea, fruto del azar.
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