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  • Cultive buenos hábitos de conducción
    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • La práctica es fundamental. Si usted es un conductor inexperto, aprenda a conducir con cuidado bajo diferentes circunstancias. Por ejemplo: cuando las condiciones climatológicas cambian, el estado de la superficie de la carretera sufre alguna modificación. Aunque solo haya lloviznado un poco, las ruedas de su vehículo no se adherirán al firme de la carretera tan bien como cuando está seca. Por consiguiente, es imperativo disminuir la velocidad y estar muy pendiente de las incidencias de la carretera. La lluvia fuerte puede ocasionar problemas adicionales, como ocurre cuando el vehículo que va delante salpica agua sobre el parabrisas de su automóvil, impidiéndole la visión. Acostúmbrese a conducir en condiciones climatológicas diferentes y ajuste su conducción según esas diferencias.

      Puede que usted no tenga grandes conocimientos mecánicos. “Ni siquiera uno de cada cinco conductores sabe qué presión deben llevar las ruedas de su automóvil o el calendario de mantenimiento”, afirma el periódico londinense Daily Mail, y añade que “ni siquiera uno de cada tres ha leído alguna vez un manual, y prácticamente todos se sienten desconcertados ante la mecánica de los automóviles modernos”. ¿Y usted?

      Aunque no es necesario conocer todos los pormenores mecánicos intrincados de los vehículos modernos, resulta útil conocer los detalles básicos. Esto le ayudará a comprender su automóvil.

      Mejore su conducción

      Aprobar el examen de conducir le producirá una sensación grata o un sentido de logro. Pero ¿y después? ¿Tenderá a exigir menos de sí mismo? Según comentó el instructor de una autoescuela, “después de aprobar el examen, muchos conductores se hacen un poco negligentes”. Luego ofreció este consejo: “Sea consciente de sus limitaciones y de las limitaciones de su vehículo bajo diversas condiciones. En tanto usted no se conciencie de estas, es probable que tenga un accidente”. Un conductor reconoció: “Si condujese como lo hice durante las primeras semanas después de haber aprobado el examen, sería un conductor más seguro”. ¿Por qué? Él admite: “Ahora me arriesgo más”.

      Cuando usted aprobó el examen de conducir, demostró que, básicamente, era un conductor seguro. Para llegar a ser un buen conductor, es necesario que continúe mejorando su conducción. Casi con toda seguridad, usted puede mejorar su habilidad si adquiere más experiencia y presta atención a su forma de conducir.

      Esté cada vez más alerta a los posibles peligros. Según Alex Miller, inspector de conducción de la policía británica, “la falta de previsión y vigilancia respecto a lo que ocurre delante, detrás o en torno al automóvil cuando uno conduce es el defecto principal de los conductores de hoy”. Procure contar con lo inesperado. Aprender a “leer la carretera” le ayudará. (Véase el recuadro de la página anterior.)

      La seguridad tiene que ver con su actitud

      De acuerdo con Alex Miller, “lo más importante es el temperamento”. Un conductor con treinta años de experiencia, tanto en África como en Europa, ofrece esta apreciación: “La conducción tiene que ver con la personalidad. Los hábitos de conducción de una persona reflejan su modo de tratar con otros en su vida cotidiana”.

      Un conductor canadiense realza la importancia de tener una actitud correcta durante la conducción, al decir: “Cuando se considera el permiso de conducir como un ‘privilegio’ y no como un ‘derecho’, los buenos modales en la conducción mejorarán sensiblemente nuestra seguridad en la carretera”.

      El manual de la conducción publicado por el Departamento Británico de Transportes dice: “Si se considera la seguridad como una actitud mental, entonces la humildad deberá ser uno de sus principales ingredientes”. Para muchos, esto supondrá hacer cambios en su temperamento. ¿Es eso posible? Sí. Implica tener consideración a otras personas, altruismo. Como tan acertadamente lo expresa la regla áurea bíblica: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. (Mateo 7:12.)

      Pero, llevado a la práctica, ¿cuál es el resultado? “Cuando se está a punto de perder la paciencia en la carretera, es verdaderamente difícil cultivar buenas cualidades”, dijo un conductor inglés. Seguramente usted está de acuerdo. El deseo de desquitarse es fuerte. “Sin embargo —añadió—, cuando esto ocurre, pongo una casete con música para calmarme. El efecto es sorprendente.” (Véase el recuadro de la página 9.)

      Un experto conductor japonés aconsejó: “Esfuércese por controlar cualquier sentimiento de irritación. Si por alguna razón está molesto, tararee o cante”.

      No espere demasiado de otras personas. Las estadísticas sobre los accidentes ponen claramente de manifiesto el riesgo que suponen para otras personas los conductores peligrosos. Determínese a conducir a la defensiva, o, como lo expresó un conductor, “conduzca como si todos los demás conductores fuesen un peligro en potencia”.

      Además, reconozca que puede aprender de otros. Analice su conducción. (Véase el recuadro de esta página.)

      Jim Kenzie, en un artículo publicado en el periódico The Toronto Star, dijo: “Para llegar a ser un as del volante, no hacen falta milagros. Todo cuanto se necesita es algún conocimiento, algo de sentido común y consideración a los demás”. Prescindiendo de que usted sea un conductor inexperto o experimentado, recuerde que la carretera no es el lugar para exhibiciones, impaciencia o actitudes egoístas.

  • Cultive buenos hábitos de conducción
    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • [Recuadro en la página 10]

      Lea la carretera

      En una serie de folletos preparados para ayudar tanto al aprendiz como al conductor cualificado, la RoSPA, de Gran Bretaña (Real Sociedad para la Prevención de Accidentes), agradece a la industria del motor la inversión que ha hecho con el fin de fabricar vehículos que satisfagan criterios de alta seguridad. Pero les recuerda a los conductores que “un automóvil solo puede ser seguro si el conductor que está al volante también lo es”. Recomienda a todos los conductores que ‘lean la carretera’. ¿Cómo se hace esto?, y ¿qué implica?

      1. Esté pendiente de los primeros indicios de complicaciones en la carretera y en el tráfico. Durante la mayor parte del tiempo, un conductor debe mirar hacia delante, pendiente de indicios que podrían alertarle de posibles peligros. Sin embargo, también estará atento a lo que pueda ocurrir a ambos lados de la carretera.

      2. Tenga presente el lugar por donde circula, el tiempo, la hora y a los demás conductores. El lugar por donde usted circula, zona urbana o rural, debe modificar su conducción. Las carreteras mojadas, con hielo o llenas de nieve encierran más peligros. Las bolsas de niebla intermitentes son particularmente peligrosas. Los vientos fuertes pueden desplazarle fuera del carril que ocupa. El destello de la luz solar o de las luces de un automóvil que viene en dirección contraria puede cegarle momentáneamente o, por lo menos, mermar drásticamente su visión. Durante el período de vacaciones transitan por las carreteras muchos conductores inexpertos. Esté pendiente de los peatones y de los animales. Observe las sombras que delatan la presencia de peatones que se disponen a cruzar por delante del autobús al que usted va a adelantar en ese momento.

      3. Prevea cómo lo que usted observa puede afectar su conducción. Decida detenidamente cómo resolver esas incidencias y pase por ellas con cuidado.

      Según la RoSPA, “estas son las recomendaciones que los conductores expertos siempre tienen presentes. [...] Deben contribuir a mejorar sus normas de conducción”. Lo que es más, “se sabe que han ayudado a disminuir las posibilidades de accidentes”.

      [Recuadro en la página 11]

      Recomendaciones de los expertos

      Enorgullézcase de ofrecer a los ocupantes de su automóvil un viaje confortable y suave.

      Considere la conducción como una habilidad que puede mejorarse.

      Asegúrese de que su vehículo esté en condiciones óptimas.

      Al conducir, mire hacia delante, a larga, media y corta distancia.

      Compruebe en los retrovisores lo que hay detrás de usted y a la izquierda de su vehículo.

      Tenga presente que la visión que tiene a través de los retrovisores deja un punto ciego.

      Antes de cambiar de sentido, compruebe el retrovisor y dé la señal de su movimiento con suficiente antelación.

      Si es necesario, en lugar de solo fiarse de los retrovisores, antes de cambiar de sentido vuelva la cabeza para comprobar si viene algún vehículo.

      Sea paciente. Conserve la calma.

      Conducir con seguridad significa obedecer las leyes de tráfico.

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