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¿Qué revelará el día de Jehová?La Atalaya 2010 | 15 de julio
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“La tierra” se refiere al mundo formado por los seres humanos alejados de Dios. Tal como hoy, en tiempos de Noé existió un mundo malvado, el cual fue eliminado en el Diluvio por decreto de Dios. “Por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.” (2 Ped. 3:7.) Mientras que en el Diluvio se aniquiló a los malvados de una sola vez, en la futura destrucción se hará por etapas, durante el período conocido como “la gran tribulación” (Rev. 7:14). En la primera etapa, Dios impulsará a los políticos del mundo a eliminar a su odiada enemiga, “Babilonia la Grande”, es decir, todas las religiones que han cometido prostitución espiritual (Rev. 17:5, 16; 18:8). En la etapa final —la guerra de Armagedón—, Jehová mismo acabará con el resto del mundo de Satanás (Rev. 16:14, 16; 19:19-21).
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¿Qué revelará el día de Jehová?La Atalaya 2010 | 15 de julio
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“La tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas”
8. ¿Cómo “serán descubiertas” la tierra y sus obras?
8 ¿A qué se refiere Pedro al señalar que “la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas”? El verbo traducido “serán descubiertas” puede verterse “quedarán expuestas”, “saldrán a la luz” o “quedarán al descubierto”. Así que la afirmación de Pedro significa que durante la gran tribulación se desenmascarará a este mundo. Jehová dejará claro que es un sistema diabólico opuesto a él y a su Reino, y que merece ser destruido. Isaías 26:21 anuncia proféticamente ese juicio divino: “Jehová está saliendo de su lugar para pedir cuenta por el error del habitante de la tierra contra él, y la tierra ciertamente expondrá su derramamiento de sangre y ya no encubrirá a los de ella a quienes han matado”.
9. a) ¿Qué debemos rechazar, y por qué razón? b) ¿Qué debemos cultivar, y por qué motivo?
9 En el día de Jehová, las personas que se han dejado moldear por el mundo y su malvado espíritu mostrarán sin tapujos cómo son de verdad, llegando incluso a matarse unas a otras. De hecho, es probable que el entretenimiento violento que predomina en la actualidad esté preparando la mente de muchos para el día en que alzará “cada uno [...] su mano [...] contra la mano de su compañero” (Zac. 14:13). Por eso es imprescindible que rechacemos cualquier película, libro, videojuego o actividad que siembre en nosotros el orgullo, el amor a la violencia u otras actitudes que Dios detesta (2 Sam. 22:28; Sal. 11:5). Además, debemos cultivar el fruto del espíritu, pues abarca cualidades incombustibles que nos permitirán sobrevivir cuando arda el fuego de la ira divina (Gál. 5:22, 23).
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