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Cómo ayudar a otros a adorar a DiosLa Atalaya 1988 | 15 de noviembre
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Pero ¿qué medidas se pueden tomar si un publicador no bautizado comete errores o pecados graves?
12. a) ¿Por qué se da también ayuda misericordiosa a los publicadores no bautizados que pecan? b) ¿Cómo se puede aplicar el principio de Lucas 12:48 a la responsabilidad por cometer un mal?
12 Judas instó a que se mostrara misericordia a los cristianos ungidos que habían desarrollado dudas o habían sucumbido a pecados de la carne, con tal que estuvieran arrepentidos. (Judas 22, 23; véase también 2 Corintios 7:10.) Entonces, ¿no sería más apropiado aún mostrar misericordia a un publicador no bautizado que haya cometido un mal y demuestre arrepentimiento? (Hechos 3:19) Sí, porque su base espiritual no es tan sólida, y su experiencia en el vivir cristiano es más limitada. Puede que no haya aprendido cómo ve Dios ciertos asuntos. No ha tenido con los ancianos la serie de consideraciones bíblicas que han tenido otras personas antes de bautizarse, y no se ha sometido al paso serio del bautismo en agua. Además, Jesús dijo que “a todo aquel a quien se dio mucho, mucho se le exigirá”. (Lucas 12:48.) Por eso, se espera mucho de los bautizados que, junto con más conocimiento y mayores bendiciones, llevan responsabilidad especial. (Santiago 4:17; Lucas 15:1-7; 1 Corintios 13:11.)
13. Si un publicador no bautizado comete un mal, ¿qué harán los ancianos para ayudarle?
13 En conformidad con el consejo de Pablo, los hermanos espiritualmente capacitados querrán ayudar a cualquier publicador no bautizado que da un paso en falso antes de darse cuenta de ello. (Compárese con Gálatas 6:1.) Los ancianos pudieran pedir que dos de su grupo (quizás los que antes se hayan reunido con él) traten de reajustarlo si él desea tal ayuda. No harían eso con el deseo de censurar con severidad, sino misericordiosamente y con espíritu de apacibilidad. (Salmo 130:3.) En la mayoría de los casos bastarán la exhortación bíblica y las sugerencias prácticas para mover al publicador al arrepentimiento y ponerlo en la senda correcta.
14, 15. a) ¿Qué se pudiera hacer si el malhechor se arrepintiera genuinamente? b) En algunos casos, ¿qué comentario aclaratorio limitado pudiera hacerse?
14 Los dos ancianos suministrarán guía que sea apropiada a la situación del malhechor no bautizado. En algunos casos quizás dispongan que por un tiempo el que ha cometido el mal no tenga parte en la Escuela del Ministerio Teocrático, o quizás no se le permita comentar en las reuniones. O tal vez le den la instrucción de no participar con la congregación en el ministerio público hasta haber alcanzado mayor progreso espiritual. Algún tiempo después pueden informarle que puede reanudar su ministerio en el campo. Si el mal cometido no trajo mala fama ni representó un peligro a la limpieza del rebaño, no es necesario dar aviso a la congregación mediante un anuncio.
15 Pero ¿qué habría de hacerse si los dos ancianos descubrieran que la persona está genuinamente arrepentida, pero el mal se conoce extensamente? ¿O qué ha de hacerse si el mal cometido llega a conocerse ampliamente después? En cualquiera de estos casos pueden informárselo al Comité de Servicio de la Congregación, que se encargará de que se haga un anuncio sencillo, como sigue: “Un asunto en que estuvo envuelt(o, a) ... ha sido tratado, y [él, ella] sigue sirviendo con la congregación como publicad(or, ora) no bautizad(o, a)”. Como en todo asunto de esta índole, el cuerpo de ancianos puede determinar si sería o no sería aconsejable pronunciar más adelante un discurso bíblico que incluya consejo sobre la clase de mal que se haya cometido.
16, 17. a) ¿Qué dos situaciones pudieran dar base a un anuncio diferente? b) ¿Qué clase de anuncio se hace?
16 A veces el publicador no bautizado que ha cometido un mal no quiere responder a la ayuda amorosa que se le da. O puede que un publicador no bautizado decida que no desea continuar progresando hacia el bautismo, e informe a los ancianos que no quiere ser reconocido como publicador. ¿Qué ha de hacerse? No se expulsa a estas personas que en realidad no han alcanzado la aprobación de Dios. El arreglo de expulsar a los malhechores impenitentes aplica a aquellos a quienes ‘se llama hermanos’, a los bautizados. (1 Corintios 5:11.) Sin embargo, ¿significa esto que se pasa por alto el mal cometido? No.
17 Los ancianos tienen la responsabilidad de ‘pastorear el rebaño de Dios bajo su custodia’. (1 Pedro 5:2.) Si dos ancianos que ofrecen ayuda determinan que el malhechor no bautizado es impenitente y no está calificado para ser publicador, se lo informaránd. O si alguien no bautizado les dice a los ancianos que ya no desea ser reconocido como publicador, ellos aceptarán su decisión. En cualquiera de estos casos sería apropiado que el Comité de Servicio de la Congregación hiciera al tiempo debido un anuncio sencillo que diga: “ ... ya no es publicad(or, ora) de las buenas nuevas”.
18. a) Después de tal anuncio, ¿qué tendrán presente los cristianos para decidir personalmente cómo actuar? b) ¿Es necesario que se evite por completo a los no bautizados que hayan cometido algún mal?
18 ¿Cómo considerarán después de eso los Testigos a tal persona? Pues bien, anteriormente era un ‘incrédulo’ que asistía a las reuniones. Entonces quiso ser publicador de las buenas nuevas y satisfizo los requisitos para ello. Pero ya no es así, de modo que de nuevo es una persona del mundo. La Biblia no exige que los Testigos eviten hablar con ella, puesto que no ha sido expulsada de la congregacióne. Con todo, los cristianos ejercerán cautela respecto a tal persona del mundo que no adora a Jehová, tal como lo harían los israelitas respecto a los pobladores forasteros incircuncisos. Esta cautela ayuda a proteger a la congregación de lo que pudiera ser un “poco de levadura”, o un elemento corruptor. (1 Corintios 5:6.) Si más tarde el implicado expresa un deseo genuino de que se conduzca un estudio bíblico con él, y esto les parece apropiado a los ancianos, quizás el estudio le ayude a comprender de nuevo el privilegio que es adorar a Jehová con Su pueblo. (Salmo 100.)
19. ¿Cómo pueden los ancianos suministrar ayuda adicional, en privado, en algunos casos?
19 Si los ancianos ven que cierta persona de este tipo es una amenaza extraordinaria al rebaño, pueden advertir en privado a los que se hallan en peligro. Por ejemplo, puede que el ex publicador sea un joven que se haya dado a la borrachera o a la inmoralidad. A pesar del anuncio de que ya no es publicador no bautizado, pudiera buscar el compañerismo de los jóvenes de la congregación. En esa situación, los ancianos hablarían en privado con los padres de los que estén en peligro, y quizás también con los jóvenes mismos. (Hebreos 12:15, 16; Hechos 20:28-30.) En el raro caso de alguien que tienda a causar disturbios o sea violento y ponga en peligro a otros, se le puede decir que no se le recibirá en las reuniones, y que cualquier intento suyo por entrar se considerará entrada sin derecho o ilegal.
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Cómo ayudar a otros a adorar a DiosLa Atalaya 1988 | 15 de noviembre
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d Si el implicado no está satisfecho con esta conclusión, puede solicitar (en un plazo de siete días) un reexamen de la situación.
e Anteriormente se evitaba por completo a las personas no bautizadas que pecaban y no se arrepentían. Aunque, según el ajuste indicado arriba, ya no se requiere esto, todavía se debe observar el consejo de 1 Corintios 15:33.
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