-
Vuelva y fortalezca a sus hermanosLa Atalaya 2014 | 15 de agosto
-
-
Algunos cristianos que por dejar de cumplir los requisitos ya no son superintendentes tal vez tengan un sentimiento de fracaso. Julio,a que fue anciano en Sudamérica durante más de veinte años, dijo: “Preparar discursos y visitar a los hermanos y pastorearlos ocupaba gran parte de mi vida. De repente, todo eso se fue y me dejó un enorme vacío. Fue una época muy difícil para mí”. Actualmente, Julio es anciano de nuevo.
-
-
Vuelva y fortalezca a sus hermanosLa Atalaya 2014 | 15 de agosto
-
-
Con frecuencia, los hermanos que vuelven a ser ancianos llegan a ser mejores pastores que antes. “Ahora puedo ayudar mejor a quienes cometen un error”, dijo uno de ellos. Y otro comentó: “Ahora valoro más el privilegio de servir a los hermanos”.
¿PUEDE USTED VOLVER?
“No por todo tiempo [Jehová] seguirá señalando faltas”, escribió el salmista (Sal. 103:9). Por lo tanto, no debemos pensar que Dios nunca más volverá a confiar en una persona que ha cometido un error grave. Ricardo, que dejó de ser anciano después de muchos años, dice: “Me sentía muy frustrado por haber fallado. Durante mucho tiempo, los sentimientos de inutilidad me impidieron volver a servir de superintendente. Temía que los hermanos no confiaran de nuevo en mí. Pero siempre me ha gustado ayudar a otros, así que dirigía estudios bíblicos, animaba a los hermanos en el Salón del Reino y predicaba con ellos. Eso me ayudó a perder mis temores, y ahora sirvo otra vez de anciano”.
Jehová ha ayudado a muchos a recuperar el gozo y a sentir el deseo de volver a ser ancianos
-
-
Vuelva y fortalezca a sus hermanosLa Atalaya 2014 | 15 de agosto
-
-
Si a usted le parece que ha sido víctima de un malentendido o de una injusticia, no permita que el resentimiento domine sus pensamientos. William, que fue anciano durante unos treinta años en Gran Bretaña, se quedó resentido con algunos ancianos cuando dejó de serlo. ¿Qué le ayudó a recuperar su equilibrio? Él dijo: “Leer el libro de Job me animó mucho. Si Jehová ayudó a Job a hacer las paces con sus tres compañeros, ¿acaso no me ayudaría a mí a hacer las paces con ancianos cristianos?” (Job 42:7-9).
-