-
¿Hay que ser siempre honrados?La Atalaya 2010 | 1 de marzo
-
-
Robar en el lugar de empleo es muy común, por lo que muchos piensan: “Todo el mundo lo hace, así que, ¿por qué yo no?”. En contraste, la Biblia exhorta: “No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos” (Éxodo 23:2). Victoire ha seguido esa exhortación. ¿Le ha ido bien?
Cuando tenía 19 años, consiguió trabajo en una planta procesadora de aceite de palma. Pronto descubrió que las 40 mujeres que trabajaban allí escondían en sus canastos almendras de palma para sacarlas a escondidas de la planta. Luego, cada fin de semana, las vendían y obtenían el equivalente al salario de tres o cuatro días de trabajo. Victoire relata: “Literalmente, todo el mundo lo hacía, y esperaban que yo también lo hiciera. Pero me negué, y les dije que para mí la honradez era importante. Se burlaron de mí, diciendo que era una tonta.
”Cierto día que salíamos de la planta, apareció de repente el administrador y se puso a revisar los canastos. Resulta que en todos encontró almendras, menos en el mío. Las mujeres tuvieron que trabajar dos semanas sin sueldo o fueron despedidas. Quedó claro que yo no era ninguna tonta.”
-
-
¿Hay que ser siempre honrados?La Atalaya 2010 | 1 de marzo
-
-
Con el tiempo, Victoire dejó la planta de procesamiento de aceite de palma. Comenzó un negocio propio: en el mercado se puso a vender garri (una clase de harina gruesa hecha de yuca, o mandioca). Su honradez le atrajo muchos clientes. De hecho, pronto pudo reducir la cantidad de horas que pasaba en el mercado y dedicar más tiempo a hablarles a otros sobre la posibilidad de vivir en un mundo donde todos serán honrados. Actualmente está casada, y ella y su esposo sirven de ministros cristianos de tiempo completo.
-