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  • Estar alerta se hace más urgente
    La Atalaya 2003 | 15 de diciembre
    • Estar alerta se hace más urgente

      “Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (MATEO 24:42.)

      1, 2. ¿Qué muestra que estamos viviendo en la conclusión del presente sistema de cosas?

      “SI POR algo estuvo marcado el siglo XX, fue por la guerra”, señala el escritor Bill Emmott. Aunque admite que en todas las épocas de la historia del hombre ha habido contiendas y violencia, puntualiza: “El siglo XX se distinguió por la intensidad de los conflictos. Por primera vez, el enfrentamiento fue verdaderamente global [...]. Y como para subrayar este hecho, no solo hubo una guerra mundial, sino dos”.

      2 Jesucristo predijo que vendrían guerras en las que se alzaría “nación contra nación y reino contra reino”. Sin embargo, estas solo constituyen un aspecto de ‘la señal de la presencia de Cristo y de la conclusión del sistema de cosas’. En esta gran profecía, Jesús también mencionó que habría hambres, pestes y terremotos (Mateo 24:3, 7, 8; Lucas 21:6, 7, 10, 11). En muchos sentidos, tales calamidades han aumentado en alcance y gravedad. Abunda la maldad del hombre, lo cual se evidencia en su actitud para con Dios y el prójimo. El derrumbe moral y la escalada del delito y la violencia son palpables. Las personas se han vuelto amadoras del dinero más bien que de Dios, y están obsesionadas con los placeres. Todo esto es prueba de que estamos viviendo “tiempos críticos” (2 Timoteo 3:1-5).

      3. ¿Qué efecto deben tener en nosotros “las señales de los tiempos”?

      3 ¿Qué opina usted del continuo deterioro de la sociedad humana? Muchos son indiferentes, y hasta insensibles, a los angustiosos sucesos de nuestros días. Los hombres influyentes e intelectuales del mundo no disciernen el significado de “las señales de los tiempos”, y tampoco los guías religiosos han dado la debida orientación al respecto (Mateo 16:1-3). Sin embargo, Jesús advirtió a sus discípulos: “Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor” (Mateo 24:42). Sus palabras no nos animan solo a estar alerta, sino a ‘mantenernos alerta’, es decir, a permanecer despiertos y vigilantes. No debemos limitarnos a reconocer que vivimos en los últimos días o en tiempos difíciles, sino que tenemos que estar firmemente convencidos de que “el fin de todas las cosas se ha acercado” (1 Pedro 4:7). Solo así nos mantendremos alerta con sentido de urgencia. De modo que la cuestión que hemos de plantearnos es esta: “¿Qué contribuirá a fortalecer nuestra convicción de que el fin está cerca?”.

      4, 5. a) ¿Qué fortalecerá nuestra convicción de que el fin de este malvado sistema está cerca, y por qué? b) ¿Cuál es una de las semejanzas entre el tiempo de Noé y el de la presencia del Hijo del hombre?

      4 Piense en las condiciones que reinaban en el período anterior a un acontecimiento único en la historia humana: el diluvio universal de los días de Noé. La gente era tan malvada que Jehová “se sintió herido en el corazón” y declaró: “Voy a borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado” (Génesis 6:6, 7). Y eso fue precisamente lo que hizo. Jesús trazó el siguiente paralelo entre aquel tiempo y el nuestro: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre” (Mateo 24:37).

      5 Es razonable pensar que Jehová siente por el mundo actual lo mismo que sintió por el mundo antediluviano, e igual que acabó con el mundo impío de los días de Noé, ciertamente destruirá al mundo malvado de la actualidad. Entender con claridad el paralelo entre aquel tiempo y el presente fortalecerá nuestra convicción de que el fin de este mundo está cerca. ¿Cuáles son, pues, las semejanzas? Hay por lo menos cinco. La primera es la advertencia inequívoca de la destrucción venidera.

      Advertidos de “cosas todavía no contempladas”

      6. ¿Qué decidió hacer Jehová en los días de Noé?

      6 En los días de Noé, Jehová declaró: “Ciertamente no obrará mi espíritu para con el hombre por tiempo indefinido, ya que él también es carne. Por consiguiente, sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años” (Génesis 6:3). La promulgación de este decreto divino en 2490 a.E.C. marcó el principio del fin de aquel mundo impío. Imagine lo que eso significó para quienes vivían entonces. Apenas pasarían ciento veinte años, y Jehová traería “el diluvio de aguas sobre la tierra para arruinar de debajo de los cielos a toda carne en la cual está activa la fuerza de vida” (Génesis 6:17).

      7. a) ¿Cómo respondió Noé a la advertencia sobre el Diluvio? b) ¿Cómo debemos responder nosotros a las advertencias sobre el fin de este sistema?

      7 Noé recibió la advertencia de la venidera catástrofe con décadas de antelación y sabiamente se preparó durante ese tiempo para sobrevivir. “Habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas —indica el apóstol Pablo—, [Noé] mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa.” (Hebreos 11:7.) ¿Qué hay de nosotros? Ya han transcurrido unos noventa años desde que en 1914 se iniciaron los últimos días de este sistema de cosas. Sin duda estamos en “el tiempo del fin” (Daniel 12:4). ¿Cómo debemos responder a las advertencias que se nos han dado? La Biblia dice que “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17). Por lo tanto, es el momento de hacer la voluntad de Dios con un intenso sentido de urgencia.

      8, 9. ¿Qué advertencias se han dado en tiempos modernos, y cómo se están proclamando?

      8 En tiempos modernos, los estudiantes sinceros de las Escrituras han aprendido en ellas que este sistema está condenado a la destrucción. ¿Lo creemos nosotros? Observemos que Jesucristo indicó claramente: “Habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder” (Mateo 24:21). Jesús también dijo que vendría como el Juez nombrado por Dios y separaría a la gente como el pastor separa las ovejas de las cabras. Los considerados indignos “partir[ían] al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna” (Mateo 25:31-33, 46).

      9 Jehová ha mantenido estas advertencias ante su pueblo mediante oportunos recordatorios incluidos en el alimento espiritual que proporciona “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Además, a toda nación, tribu, lengua y pueblo se hace el llamamiento de “tem[er] a Dios y [darle] gloria, porque ha llegado la hora de juicio por él” (Revelación [Apocalipsis] 14:6, 7). La advertencia de que el Reino de Dios pronto eliminará la gobernación humana es una parte esencial del mensaje del Reino que predican los testigos de Jehová en toda la Tierra (Daniel 2:44). Esta advertencia no debe tomarse a la ligera, pues el Dios todopoderoso siempre cumple su palabra (Isaías 55:10, 11). Lo hizo en los días de Noé y lo hará en los nuestros (2 Pedro 3:3-7).

      Prolifera la depravación sexual

      10. ¿Qué puede decirse sobre la depravación sexual en los días de Noé?

      10 Nuestro tiempo se parece al de Noé en otro aspecto. Jehová había dado a la primera pareja el mandato de que ‘llenaran la tierra’ con su descendencia, empleando honorablemente dentro del matrimonio las facultades sexuales que él les había otorgado (Génesis 1:28). En los días de Noé, los ángeles desobedientes contaminaron a la humanidad con prácticas sexuales pervertidas. Bajaron a la Tierra, se materializaron y se unieron a mujeres hermosas, lo que dio lugar a una prole que era mitad humana y mitad demoníaca: los nefilim (Génesis 6:2, 4). El pecado de estos ángeles lascivos se compara en las Escrituras a las perversiones de Sodoma y Gomorra (Judas 6, 7). En consecuencia, la depravación sexual se generalizó.

      11. ¿Qué atmósfera moral iguala nuestros tiempos a los de Noé?

      11 ¿Y qué puede decirse de la atmósfera moral de la actualidad? En estos últimos días, la vida de muchas personas gira en torno al sexo. En una expresiva descripción, Pablo dice de ellas que han llegado a estar “más allá de todo sentido moral”; muchas se han entregado “a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez” (Efesios 4:19). La pornografía, las relaciones prematrimoniales, el abuso de menores y la homosexualidad están a la orden del día. Algunos ya están “recibiendo en sí mismos la recompensa completa” en forma de enfermedades de transmisión sexual, ruptura de los lazos familiares y otros males sociales (Romanos 1:26, 27).

      12. ¿Por qué debemos cultivar odio por lo que es malo?

      12 En los días de Noé, Jehová envió el diluvio universal y puso fin a aquel mundo obsesionado con el sexo. Pues bien, nunca perdamos de vista el hecho de que estos tiempos son en realidad como los de Noé. La venidera “gran tribulación” limpiará la Tierra de ‘fornicadores, adúlteros, hombres que se tienen para propósitos contranaturales y hombres que se acuestan con hombres’ (Mateo 24:21; 1 Corintios 6:9, 10; Revelación 21:8). Por lo tanto, es urgente que cultivemos odio por lo que es malo y evitemos las circunstancias que pudieran conducirnos a la inmoralidad (Salmo 97:10; 1 Corintios 6:18).

      “La tierra se llenó de violencia”

      13. ¿Por qué “se llenó [la tierra] de violencia” en los días de Noé?

      13 La Biblia señala una tercera característica de los días de Noé: “La tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero, y la tierra se llenó de violencia” (Génesis 6:11). En realidad, la violencia no era algo nuevo. Caín, el hijo de Adán, asesinó a su hermano, que era un hombre justo (Génesis 4:8). Reflejo del espíritu violento de la época es el poema que Lamec escribió alardeando de haber matado a un joven, supuestamente en defensa propia (Génesis 4:23, 24). Sin embargo, lo novedoso en los días de Noé fue el grado que alcanzó la violencia. A medida que los hijos angélicos de Dios que fueron desobedientes se casaron con las mujeres en la Tierra y engendraron prole —los nefilim—, la violencia llegó a niveles nunca vistos. A esos gigantes pendencieros se les llamaba “los derribadores”, o “los que hacen caer a otros” (Génesis 6:4, nota). Por su culpa, la Tierra estaba “llena de violencia” (Génesis 6:13). Imaginemos los problemas que debió de enfrentar Noé para criar a su familia en semejante ambiente. No obstante, fue ‘justo delante de Jehová en medio de aquella generación’ (Génesis 7:1).

      14. ¿Cómo se ha ‘llenado de violencia’ el mundo de hoy?

      14 Aunque la violencia ha marcado el curso de la historia de la humanidad, nuestra época la ha sufrido a una escala sin precedentes, al igual que sucedió en los tiempos de Noé. Continuamente oímos noticias de casos de violencia doméstica, actos terroristas y campañas de genocidio, así como de masacres perpetradas, sin motivo aparente, por hombres armados. Y a todo ello hay que sumar el derramamiento de sangre que causan las guerras. El planeta ha vuelto a llenarse de violencia. ¿Por qué? ¿Qué ha contribuido a este aumento? La respuesta pone de relieve otra similitud con los días de Noé.

      15. a) ¿Qué ha contribuido al aumento de la violencia en los últimos días? b) ¿De qué desenlace podemos estar seguros?

      15 Cuando el Reino mesiánico de Dios se estableció en 1914 en los cielos, su Rey entronizado, Jesucristo, hizo algo trascendental: expulsó del cielo a Satanás el Diablo y sus demonios, y los arrojó a la Tierra y sus inmediaciones (Revelación 12:9-12). Antes del Diluvio, los ángeles desobedientes abandonaron de forma voluntaria su hogar celestial; en tiempos modernos, sin embargo, se les echó de allí por la fuerza. Además, ya no poseen la facultad de materializarse para disfrutar de ilícitos placeres carnales en la Tierra. Presas de la frustración, la ira y el miedo a su inminente condena, influyen en hombres y organizaciones para que ejecuten actos criminales y violentos de una magnitud superior incluso a la de los días de Noé. Jehová borró de la existencia a aquel mundo cuando los ángeles desobedientes y su descendencia lo llenaron de maldad, y podemos tener la completa seguridad de que lo mismo hará en nuestros días (Salmo 37:10). Sin embargo, los que se mantienen alerta saben que su liberación está cerca.

      Se predica el mensaje

      16, 17. ¿Cuál es la cuarta semejanza entre los tiempos de Noé y los nuestros?

      16 La cuarta semejanza entre nuestros tiempos y el mundo anterior al Diluvio puede verse en la comisión que recibió Noé. Además de construir una enorme arca, fue un “predicador” (2 Pedro 2:5). ¿Cuál era su mensaje? Evidentemente, contenía un llamado al arrepentimiento y una advertencia de la destrucción que se avecinaba. Jesús dijo que los contemporáneos de Noé “no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mateo 24:38, 39).

      17 De igual modo, los testigos de Jehová cumplen con diligencia su comisión de predicar, de modo que el mensaje del Reino de Dios se está declarando a escala mundial. En casi cualquier lugar del planeta, la gente puede escucharlo y leerlo en su propio idioma. La revista La Atalaya, que anuncia el Reino de Jehová, tiene una tirada que supera los veinticinco millones de ejemplares, en más de ciento cuarenta idiomas. Realmente, las buenas nuevas del Reino de Dios se están predicando “en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”. Cuando esta obra se haya realizado al grado que a Dios le satisfaga, nada podrá impedir que venga el fin (Mateo 24:14).

      18. ¿Qué parecido se observa entre la respuesta de muchas personas a nuestra predicación y la que dio la mayoría de la gente en los días de Noé?

      18 En vista del derrumbe espiritual y moral de los días anteriores al Diluvio, no es difícil imaginar que Noé y su familia fueran el hazmerreír de sus vecinos incrédulos y el blanco de sus burlas. No obstante, el fin llegó. De igual modo, los “burlones con su burla” abundan en estos últimos días. “Sin embargo —declara la Biblia—, el día de Jehová vendrá como ladrón.” (2 Pedro 3:3, 4, 10.) No hay duda de que vendrá al tiempo señalado. No llegará tarde (Habacuc 2:3). ¡Cuánto nos conviene mantenernos alerta!

      Solo unos pocos sobreviven

      19, 20. ¿Qué paralelo podemos establecer entre el Diluvio y la destrucción del presente sistema de cosas?

      19 El paralelo entre los tiempos de Noé y nuestros días no se limita a la maldad de la gente y a su destrucción. Tal como hubo quienes sobrevivieron al Diluvio, habrá quienes sobrevivan al fin del sistema de cosas actual. Los supervivientes del Diluvio fueron personas mansas que no vivieron como el resto de sus semejantes, sino que obedecieron la advertencia divina y se mantuvieron apartados de aquel mundo perverso. “Noé halló favor a los ojos de Jehová” y “resultó exento de falta entre sus contemporáneos”, indica la Biblia (Génesis 6:8, 9). De toda la humanidad, una sola familia, “unas pocas personas, es decir, ocho almas, fueron llevadas a salvo a través del agua” (1 Pedro 3:20). Y Jehová Dios les dio este mandato: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra” (Génesis 9:1).

      20 La Palabra de Dios nos garantiza que “una gran muchedumbre” saldrá “de la gran tribulación” (Revelación 7:9, 14). ¿Cuántas personas la compondrán? El propio Jesús dijo: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13, 14). En comparación con los miles de millones de habitantes de la Tierra, serán pocos los que sobrevivan a la venidera gran tribulación. Pero muy bien pudieran tener un privilegio similar al que se otorgó a los supervivientes del Diluvio, a saber, que en su condición de miembros de la nueva sociedad terrestre puedan tener hijos durante algún tiempo (Isaías 65:23).

      “Manténganse alerta”

      21, 22. a) ¿Cómo le ha ayudado este examen del relato del Diluvio? b) ¿Cuál es el texto del año 2004, y por qué debemos seguir el consejo que nos da?

      21 Aunque el Diluvio parezca un acontecimiento remoto, está claro que contiene una advertencia que no debemos pasar por alto (Romanos 15:4). Las semejanzas entre los días de Noé y los nuestros deben hacernos cada vez más conscientes del significado de los sucesos actuales y prepararnos para el momento en que Jesús, como un ladrón en la noche, llegue para ejecutar la sentencia contra los inicuos.

      22 Actualmente, Jesucristo está dirigiendo una enorme obra de edificación espiritual. Con miras a la protección y supervivencia de los adoradores verdaderos, existe un paraíso espiritual semejante al arca (2 Corintios 12:3, 4). Si queremos estar resguardados durante la gran tribulación, debemos permanecer en dicho paraíso. Alrededor de él se extiende el mundo de Satanás, siempre dispuesto a engullir a cualquiera que se adormezca espiritualmente. Por lo tanto, es fundamental que nos ‘mantengamos alerta’ y demostremos estar listos para la llegada del día de Jehová (Mateo 24:42, 44).

  • Demuestre estar listo para el día de Jehová
    La Atalaya 2003 | 15 de diciembre
    • Demuestre estar listo para el día de Jehová

      “Demuestren estar listos, porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre.” (MATEO 24:44.)

      1. ¿Por qué debe interesarnos profundamente el día de Jehová?

      SERÁ un día de batalla y de furia, de angustia y penurias, de oscuridad y desolación. Tal como el Diluvio ahogó al mundo impío de los días de Noé, nada impedirá que el día de Jehová, “grande e inspirador de temor”, venga sobre este sistema de cosas malvado. No habrá forma de eludirlo. Sin embargo, “todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo” (Joel 2:30-32; Amós 5:18-20). Dios destruirá a sus enemigos y salvará a su pueblo. Con tono de urgencia, el profeta Sofonías declara: “El gran día de Jehová está cerca. Está cerca, y hay un apresurarse muchísimo de él” (Sofonías 1:14). ¿Cuándo, pues, se ejecutará esta sentencia divina?

      2, 3. ¿Por qué es de vital importancia que nos preparemos para el día de Jehová?

      2 “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”, aclaró Jesús (Mateo 24:36). Puesto que desconocemos el momento exacto, es de vital importancia que tomemos muy en serio las palabras del texto del año 2004: “Manténganse alerta, [...] demuestren estar listos” (Mateo 24:42, 44).

      3 Para indicar la forma repentina en que se reunirá a quienes estén listos pero se abandonará a los demás, Jesús dijo: “Dos hombres estarán en el campo: uno será llevado, y el otro será abandonado; dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada, y la otra será abandonada” (Mateo 24:40, 41). ¿En qué situación se hallará cada uno de nosotros en ese crítico instante? ¿Estaremos listos, o ese día nos atrapará desprevenidos? Mucho dependerá de las medidas que tomemos ahora. Para demostrar que estamos listos para el día de Jehová, debemos rechazar cierta actitud bastante común hoy día, luchar para no caer en cierto estado espiritual y evitar ciertos estilos de vida.

      Rechace la actitud de autocomplacencia

      4. ¿Qué actitud tenían los contemporáneos de Noé?

      4 Piense en los tiempos de Noé. La Biblia indica: “Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa” (Hebreos 11:7). El arca sería algo fuera de lo común, visible para todos. Además, Noé fue un “predicador de justicia” (2 Pedro 2:5). Pero ni la construcción del arca ni la predicación que llevó a cabo impulsaron a sus contemporáneos a cambiar. ¿Por qué no? Porque estaban “comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio”. Las personas a las que Noé predicó se hallaban tan entregadas a sus asuntos y a los placeres que “no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mateo 24:38, 39).

      5. ¿Qué actitud mostraban los habitantes de Sodoma en los días de Lot?

      5 Lo mismo ocurrió en los días de Lot. Las Escrituras nos dicen: “Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos” (Lucas 17:28, 29). Cuando los ángeles advirtieron a Lot de la inminente destrucción, él habló con sus yernos. Sin embargo, a los ojos de ellos “parecía como hombre que bromeaba” (Génesis 19:14).

      6. ¿Qué actitud debemos rechazar?

      6 Jesús dijo que durante “la presencia del Hijo del hombre” sucedería lo mismo que en los días de Noé y de Lot (Mateo 24:39; Lucas 17:30). Y lo cierto es que la autocomplacencia es hoy la actitud predominante de muchas personas, de modo que debemos estar en guardia para que no influya en nosotros. No hay nada malo en disfrutar de buena comida ni en beber con moderación. Tampoco lo hay en la institución divina del matrimonio. Pero si estas cosas se convirtieran en lo más importante y las actividades espirituales quedaran a un lado, ¿estaríamos listos para el día inspirador de temor de Jehová?

      7. ¿Qué pregunta fundamental debemos hacernos cuando nos planteamos cualquier objetivo, y por qué?

      7 “El tiempo que queda está reducido —dijo el apóstol Pablo—. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran.” (1 Corintios 7:29-31.) Nos queda poco tiempo para completar la comisión divina de predicar el Reino (Mateo 24:14). Pablo exhortó incluso a los casados a no estar tan absortos en su cónyuge que desplacen los intereses del Reino a un segundo plano. Como vemos, la inclinación mental que el apóstol recomendó es la opuesta a la autocomplacencia. Jesús mandó: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios” (Mateo 6:33). Al tomar cualquier decisión o plantearnos cualquier objetivo, es fundamental que nos preguntemos: “¿Cómo influirá esto en que siga dando prioridad a los intereses del Reino en mi vida?”.

      8. ¿Qué debemos hacer si los asuntos cotidianos se han convertido en nuestra ocupación principal?

      8 ¿Y si nos damos cuenta de que los asuntos cotidianos nos mantienen tan ocupados que están desplazando los intereses espirituales? ¿Hay poca diferencia entre nuestra forma de vida y la de nuestros vecinos que carecen de un conocimiento exacto de las Escrituras y no son proclamadores del Reino? Si ese fuera el caso, debemos orar al respecto, pues Jehová puede infundirnos la actitud mental apropiada (Romanos 15:5; Filipenses 3:15). Puede ayudarnos a dar prioridad a los intereses del Reino, a hacer lo correcto y a cumplir nuestras obligaciones para con Él (Romanos 12:2; 2 Corintios 13:7).

      Luche contra la somnolencia espiritual

      9. Según Revelación 16:14-16, ¿por qué es importante luchar contra la somnolencia espiritual?

      9 Precisamente la misma profecía que habla de la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, o Armagedón, nos advierte de que algunos quizás no se mantendrían despiertos. “¡Mira! Vengo como ladrón —dice el Señor Jesucristo—. Feliz es el que se mantiene despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores, para que no ande desnudo y la gente mire su vergüenza.” (Revelación 16:14-16.) Las prendas de vestir exteriores aquí mencionadas representan lo que nos identifica como testigos cristianos de Jehová, lo cual incluye la obra de proclamar el Reino y nuestra conducta cristiana. Si nos deslizamos a un estado de inactividad semejante al sueño, tal vez perdamos nuestra identidad cristiana, algo que no solo sería motivo de vergüenza, sino también peligroso. Por tanto, debemos luchar para no caer en un estado de somnolencia o letargo espiritual. ¿Cómo podemos combatir tal inclinación?

      10. ¿Cómo nos ayuda la lectura diaria de la Biblia a permanecer alerta espiritualmente?

      10 La Biblia recalca vez tras vez la necesidad de seguir despiertos y mantener nuestro juicio. Por ejemplo, los Evangelios nos recuerdan: “Manténganse alerta” (Mateo 24:42; 25:13; Marcos 13:35, 37); “demuestren estar listos” (Mateo 24:44); “sigan mirando, manténganse despiertos” (Marcos 13:33); “manténganse listos” (Lucas 12:40). Tras señalar que el día de Jehová va a sobrevenirle inesperadamente a este mundo, el apóstol Pablo insta a sus hermanos en la fe: “No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio” (1 Tesalonicenses 5:6). En el último libro de la Biblia, el glorificado Jesucristo subraya el carácter repentino de su venida con estas palabras: “Vengo pronto” (Revelación 3:11; 22:7, 12, 20). Muchos profetas hebreos también describieron el gran día del juicio de Jehová y advirtieron de su llegada (Isaías 2:12, 17; Jeremías 30:7; Joel 2:11; Sofonías 3:8). La lectura diaria y meditativa de la Palabra de Dios, la Biblia, nos será de gran ayuda para permanecer alerta espiritualmente.

      11. ¿Por qué es imprescindible el estudio personal para mantenernos espiritualmente despiertos?

      11 En efecto, el estudio personal y diligente de las Escrituras, mediante las publicaciones bíblicas que nos proporciona “el esclavo fiel y discreto”, constituye un magnífico estímulo para mantenernos despiertos en sentido espiritual (Mateo 24:45-47). Ahora bien, para que dicho estudio produzca beneficios, debe ser progresivo y constante (Hebreos 5:14–6:3). Tenemos que ingerir alimento espiritual sólido con regularidad. Es cierto que, hoy en día, hallar momentos oportunos para el estudio puede suponer todo un reto (Efesios 5:15, 16). Sin embargo, no basta con leer la Biblia y las publicaciones basadas en ella solo cuando nos resulte conveniente. La regularidad es imprescindible para seguir “saludables en la fe” y mantenernos despiertos (Tito 1:13).

      12. ¿Cómo nos ayudan a combatir la somnolencia espiritual las reuniones y asambleas cristianas?

      12 Las reuniones y asambleas cristianas también nos ayudan a combatir la somnolencia espiritual. ¿De qué manera? Mediante la enseñanza que en ellas se imparte. ¿Acaso no se nos recuerda vez tras vez en estas ocasiones que el día de Jehová se acerca? Las reuniones semanales también nos dan la oportunidad de “incitarnos al amor y a las obras excelentes”, y tal incentivo, o estímulo, nos ayuda a no dormirnos en sentido espiritual. No sorprende, pues, que se nos mande reunirnos regularmente “al contemplar [...] que el día se acerca” (Hebreos 10:24, 25).

      13. ¿Cómo nos ayuda el ministerio cristiano a permanecer despiertos espiritualmente?

      13 Otro factor que nos permite permanecer despiertos es la participación de toda alma en el ministerio cristiano. ¿Qué mejor modo de tener siempre presentes las señales de los tiempos y su significado que hablar de ellas al prójimo? Además, nuestro propio sentido de urgencia se intensifica cuando quienes estudian la Biblia con nosotros progresan y actúan en armonía con lo que aprenden. “Fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio”, nos exhorta el apóstol Pedro (1 Pedro 1:13). Y un excelente remedio contra el letargo espiritual es “siempre ten[er] mucho que hacer en la obra del Señor” (1 Corintios 15:58).

      Evite estilos de vida perjudiciales

      14. Según indica Lucas 21:34-36, ¿contra qué estilos de vida previno Jesús?

      14 Jesús dio esta otra advertencia en su gran profecía sobre la señal de su presencia: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre” (Lucas 21:34-36). Jesús describió de forma precisa los estilos de vida que llevaría la gente en general, caracterizados por excesos en la comida y la bebida, así como por un modo de vivir que generaría numerosas inquietudes.

      15. ¿Por qué no debemos comer o beber en exceso?

      15 Comer y beber en demasía es contrario a los principios bíblicos y debe evitarse. “No llegues a estar entre los que beben vino en exceso, entre los que son comedores glotones de carne”, aconseja la Biblia (Proverbios 23:20). Sin embargo, no es preciso llegar a esos extremos para que la comida o la bebida supongan un peligro, pues mucho antes pueden causar somnolencia y pereza. “El perezoso se muestra deseoso —afirma el proverbio bíblico—, pero su alma nada tiene.” (Proverbios 13:4.) Una persona así quizá desee hacer la voluntad de Dios, pero su negligencia se lo impide.

      16. ¿Cómo podemos impedir que nos abrumen las inquietudes relacionadas con la familia?

      16 ¿Contra qué inquietudes de la vida previno Jesús? Se relacionan con los intereses personales, el sustento de la familia y asuntos similares. ¡Qué imprudente sería permitir que estas cosas nos agobiaran! “¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?”, preguntó Jesús, quien también dijo: “Nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de ponernos?’. Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas”. Si ponemos los intereses del Reino en primer lugar en la vida y confiamos en que Jehová nos suministrará lo necesario, mantendremos a raya las inquietudes y nos resultará más fácil seguir despiertos (Mateo 6:25-34).

      17. ¿En qué sentido es el materialismo una fuente de inquietudes?

      17 El materialismo es otra fuente de inquietudes. Por ejemplo, hay quienes se complican la vida viviendo por encima de sus posibilidades. Algunos se han dejado engañar por el señuelo de inversiones arriesgadas o de otros medios para hacerse ricos rápidamente. Y a otros los ha entrampado el deseo de adquirir una educación seglar que les permita lograr éxito económico. Hay que admitir que cierto nivel de estudios puede ser útil para conseguir empleo, pero la verdad es que por ir tras una educación superior, que tanto tiempo consume, algunos hermanos se han perjudicado en sentido espiritual, una situación sumamente peligrosa ahora que el día de Jehová se acerca. La Biblia da esta advertencia: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina” (1 Timoteo 6:9).

      18. ¿Qué facultad debemos cultivar para no caer en un estilo de vida materialista?

      18 Para no caer en un estilo de vida materialista, es esencial que cultivemos la facultad de distinguir entre lo bueno y lo malo al tomar decisiones. Tal facultad se agudiza ingiriendo con regularidad ‘el alimento sólido, que pertenece a personas maduras’, y ‘teniendo las facultades perceptivas entrenadas por el uso’ (Hebreos 5:13, 14). Asegurarnos “de las cosas más importantes” a la hora de establecer nuestras prioridades también impedirá que tomemos decisiones imprudentes (Filipenses 1:10).

      19. ¿Qué debemos hacer si notamos que nos queda muy poco tiempo para las actividades espirituales?

      19 Un estilo de vida materialista puede cegarnos y dejarnos poco o ningún tiempo para las actividades espirituales. ¿Qué examen podemos hacernos a fin de no caer en esa trampa? Hemos de analizar con oración cómo y hasta qué punto podemos simplificar nuestra vida. Salomón, rey del antiguo Israel, hizo esta observación: “Dulce es el sueño del que rinde servicio, sin importar que sea poco o mucho lo que coma; pero la abundancia que pertenece al rico no le permite dormir” (Eclesiastés 5:12). ¿Nos consume mucho tiempo y energías el cuidado de posesiones que en realidad no necesitamos? Cuantas más cosas poseemos, más cosas debemos mantener, asegurar y proteger. ¿Podría beneficiarnos el que simplifiquemos nuestra vida liberándonos de ciertos bienes?

      Haga lo sumo posible para demostrar que está listo

      20, 21. a) ¿Qué nos asegura el apóstol Pedro respecto al día de Jehová? b) ¿Qué actos y hechos debemos seguir realizando mientras demostramos estar listos para el día de Jehová?

      20 Al mundo de los días de Noé se le agotó el tiempo, y al presente sistema de cosas también se le agotará. El apóstol Pedro nos asegura que “el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas”. Ni los cielos simbólicos (los gobiernos impíos) ni la Tierra simbólica (la humanidad apartada de Dios) sobrevivirán al ardor de la cólera divina. Señalando cómo podemos demostrar que estamos listos para ese día, Pedro exclama: “Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová [...]!” (2 Pedro 3:10-12).

      21 Entre estos actos y hechos de devoción piadosa figuran la asistencia regular a las reuniones cristianas y la participación en la predicación de las buenas nuevas. Sigamos realizándolos con devoción sincera mientras aguardamos pacientemente el gran día de Jehová. Sí, “haga[mos] lo sumo posible para que finalmente [Dios nos] halle inmaculados y sin tacha y en paz” (2 Pedro 3:14).

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