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Máquinas gigantescas, partículas diminutas¡Despertad! 1986 | 22 de marzo
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La energía se transforma en materia
La velocidad y la energía: Una pelota de tenis que cae sobre el pie no hace ningún daño. Pero si viene a gran velocidad y le da a uno en la nariz, puede hacerle mucho daño. ¿Por qué? Porque cuanto mayor es la velocidad de la bola, mayor es la energía que tiene consigo, y esa energía se libera en el impacto. Este es el propósito principal de un acelerador: impartir gran cantidad de energía a las partículas por medio de acelerarlas a grandes velocidades.
La energía concentrada se convierte en materia: La transformación de energía en materia no es una cuestión de cantidad sino de concentración. Suficientes partículas de alta energía y gran velocidad concentradas en un pequeño volumen pueden producir nuevas partículas (o materia) al chocar contra algún objeto o entre ellas mismas.
Materia, sí, pero en cantidades diminutas: Estos aceleradores consumen mucha energía y sin embargo producen poca materia. Según una publicación oficial del CERN, “no se ha producido más de un miligramo [0,000035 onza] de materia en los últimos 25 años de experimentos”.
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Máquinas gigantescas, partículas diminutas¡Despertad! 1986 | 22 de marzo
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Ahora nos tomará solo poco más de medio segundo abandonar el acelerador en grupos de diez billones de partículas. Desviados de nuestra trayectoria, vamos a chocar violentamente contra un blanco que puede ser una plancha de metal, un gas o un líquido, según el tipo de experimento. Parte de la energía que se libera en la colisión entre los protones y las partículas del blanco se convertirá, generalmente por un breve instante, en materia. Esto es casi lo opuesto a lo que sucede en un reactor nuclear, donde la materia se convierte en energía. Potentes computadoras analizarán entonces las partículas que se han producido como resultado de la colisión.
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