De nuestros lectores
Espiritismo
Quisiera hacer unas observaciones sobre el artículo de la revista ¡Despertad! titulado: “Allan Kardec, promotor del espiritismo” (22 de mayo de 1987). Creo que toda persona tiene el derecho de escoger la religión que desee, con tal que esta la motive a hacer el bien y no perjudicar a otras personas o animales. Yo soy espiritista, y en las clases a las que asisto no se pierde el tiempo criticando a otras religiones, y menos aún se gasta papel y dinero en publicar tales críticas. Los espiritistas no concordamos con los testigos de Jehová en temas como la inmortalidad del alma, la comunicación con los muertos y otras cuestiones. No obstante, no somos tan ignorantes o desamorados como para decir que colaboran con los demonios, como ustedes dicen de nosotros. El espiritismo nos incita a reformar nuestra persona, transformando los vicios en virtudes. Nos aconseja que practiquemos la caridad y la solidaridad con nuestros hermanos menos afortunados. Es imposible que los demonios aconsejen a las personas a que actúen así, pues no derivan ninguna ventaja de ello. Un poco contradictorio, ¿no creen?
C. M. G., Brasil
Reconocemos que toda persona debería ser libre de escoger su religión. Sin embargo, nos sentimos obligados a dirigir la atención de la gente a las advertencias bíblicas sobre prácticas religiosas peligrosas. La Biblia indica que los que creen que pueden comunicarse con los muertos se hacen vulnerables a la influencia sutil y engañosa de espíritus inicuos que falsamente fingen ser personas que han vivido y que ahora están muertas, y que, por lo tanto, no pueden hacer nada en absoluto. (Véase Eclesiastés 9:5, 6, 10 e Isaías 8:19, 20.) Por esta razón, en Levítico 19:31 y Deuteronomio 18:10-12 la Biblia advierte contra las prácticas espiritistas de todo tipo. En cuanto a que el espiritismo incite a las personas a transformar vicios en virtudes, la Biblia, en 2 Corintios 11:14, 15, dice que “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz. No es, por lo tanto, gran cosa el que sus ministros también sigan transformándose en ministros de justicia”. Como declara 2 Timoteo 3:16, 17, el hombre de Dios debería acudir a la Biblia, no a los espíritus, como la fuente verdadera y confiable de guía en lo que respecta a la voluntad de Dios.—La dirección.
Contaminación
Leí con interés sus artículos sobre “¿Qué les sucede a nuestros bosques?” (22 de junio de 1987). Me extraña que no hablaran del uso de una fuente de energía inagotable e ilimitada: el Sol. (A mí me parece que es la solución obvia como alternativa a los limitados y contaminantes combustibles fósiles.) La energía solar es limpia e inacabable.
R. A. M., Estados Unidos
Estamos convencidos de que la energía solar podría eliminar mucha de la contaminación de la Tierra y solucionar en buena parte el problema del limitado suministro de combustibles fósiles. (Véase nuestro número del 22 de mayo de 1980.) Sin embargo, el problema radica más bien en el egoísmo humano y en sus intereses particulares, lo que obstaculiza el desarrollo de la energía solar y su aplicación mundial. Por estas razones, creemos que únicamente el Reino de Dios podrá resolver con éxito todos los problemas relacionados con la energía y proveer una solución duradera.—La dirección.