¿Qué puede hacerse?
Las ideas para combatir el efecto invernadero proliferan con la misma rapidez que la contaminación mundial. Algunas son prometedoras, otras, no.
1 ENERGÍA SOLAR: En los últimos años se ha dejado de dar un amplio uso a la energía solar, en gran medida debido a la disminución de los precios del petróleo, pero mientras tanto se han logrado adelantos espectaculares en la eficacia de las células solares. Como informó hace poco The New York Times, por primera vez “es posible comparar la eficacia de la conversión de la energía solar en eléctrica a la generación de la energía convencional”. Si la energía solar llega a ser verdaderamente competitiva, cuando las centrales de energía solar reemplacen a las convencionales, esta tecnología podría ayudar a reducir las emisiones que provocan el efecto invernadero.
2 HIDRÓGENO COMO COMBUSTIBLE: Esta idea al menos es viable tecnológicamente: usar hidrógeno puro como combustible para aviones y quizás hasta para automóviles, en lugar de productos derivados del petróleo. La ventaja para la atmósfera del hidrógeno es que su combustión es limpia, pues no produce nada de anhídrido carbónico, solo vapor. El hidrógeno es una excelente fuente de energía. En realidad, mantendría un avión volando un período de tiempo tres veces mayor que la misma cantidad de combustible normal. Un inconveniente, sin embargo, es que también resulta tres veces más caro. Además, el hidrógeno líquido debe mantenerse a temperaturas muy bajas y bajo presión, un inconveniente aún mayor. Cualquier escape del sistema de combustible podría provocar una desastrosa explosión, como en el caso de la lanzadera espacial estadounidense Challenger.
3 ESCUDOS ESPACIALES: Se ha propuesto colocar en el espacio exterior enormes “parasoles” de plástico fino que arrojarían gigantescas sombras sobre la Tierra. A fin de compensar la duplicación prevista de la cantidad de anhídrido carbónico, deberían tener una superficie igual al 2% de la de la Tierra. Este plan no gozaría de popularidad entre los astrónomos.
4 REFORESTACIÓN MUNDIAL: ¿Sabía usted que para eliminar el anhídrido carbónico de la atmósfera ya existen aparatos de gran eficacia, que no contaminan y que no precisan mantenimiento? Se trata de las plantas. Las plantas verdes utilizan el anhídrido carbónico como alimento, guardan el carbono para sí y devuelven el oxígeno al aire como materia de desecho. Si todo siguiera igual, un aumento en la cantidad de anhídrido carbónico fomentaría el crecimiento de las plantas verdes en todo el mundo, lo que permitiría la utilización del anhídrido carbónico adicional y ayudaría a controlar el efecto invernadero. Pero, lamentablemente, no todo lo relacionado con la vegetación sigue igual. Por todo el mundo se están talando árboles, las plantas que eliminan más carbono por hectárea, a un ritmo espantoso.
Frente a esta tendencia, muchos científicos instan a que se apliquen medidas de reforestación para combatir el efecto invernadero. Dicen, por ejemplo, que cuatro millones de hectáreas de árboles podrían absorber todo el anhídrido carbónico emitido por las centrales energéticas en los próximos diez años. En unas reuniones de una comisión del Senado de Estados Unidos celebradas hace un año, se analizaron algunos programas para alcanzar esta meta que costarían miles de millones de dólares.
Semejantes programas tal vez tuvieran éxito en Estados Unidos, pero ¿y en los trópicos? Los incentivos para plantar árboles no atraen en exceso a la gente hambrienta y desesperada que vive en lugares donde los árboles se talan a fin de aprovechar el terreno para cultivos. No obstante, las pluviselvas tropicales del mundo son parte de los recursos vitales de todo el planeta para producir oxígeno, y se están talando, quemando y destrozando. ¿Se acabará con este recurso vital?
5 RAYOS QUE DESTRUYEN LOS CFC: Se podrían disparar a la atmósfera desde la Tierra láseres gigantescos ajustados para emitir frecuencias de energía que absorbieran los clorofluorocarbonos. Según se piensa, esta energía disgregaría las moléculas de CFC antes de que llegaran a la estratosfera y atacaran la capa de ozono. Algunos de los inconvenientes de este sistema son el gasto económico y energético de esos láseres y “el que pueda conseguirse que la energía del láser sea absorbida por las moléculas de CFC y no por otras, como las de vapor de agua y anhídrido carbónico”, dice el físico Thomas Stix, de la universidad de Princeton (Nueva Jersey, E.U.A.).
6 SATÉLITES PARA RECOGER ENERGÍA SOLAR: Gigantescos conjuntos de células solares en órbita en el espacio recogerían de continuo energía solar sin las interrupciones debidas a las nubes o a la noche, y luego se irradiaría a la Tierra en forma de microondas o de rayos láser. Lo que se persigue es utilizar la energía solar en lugar de quemar más combustibles fósiles, pero los obstáculos técnicos y la magnitud del proyecto son desalentadores.
[Diagrama/Ilustración en las páginas 8, 9]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
1. Energía solar
2. Hidrógeno como combustible
3. Escudos espaciales
4. Reforestación mundial
5. Rayos que destruyen los CFC
6. Satélites para recoger energía solar