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Supo que había agradado a DiosLa Atalaya (público) 2017 | Núm. 1
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La vida de este personaje bíblico es un poco enigmática. En la Biblia solo se le menciona en tres breves ocasiones (Génesis 5:21-24; Hebreos 11:5; Judas 14, 15). Con todo, estos pocos versículos nos dan las pinceladas necesarias para hacernos una imagen de cómo fue este hombre de fe.
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Supo que había agradado a DiosLa Atalaya (público) 2017 | Núm. 1
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“ENOC SIGUIÓ ANDANDO CON EL DIOS VERDADERO”
En los días de Enoc, el mundo iba de mal en peor. Es cierto que los seres humanos —la séptima generación en la línea de Adán— estaban mucho más cerca de la perfección física que habían perdido Adán y Eva, y por eso vivían tantos años. Pero su moralidad y espiritualidad eran un auténtico desastre. La gente era muy violenta, una tendencia que había empezado en la segunda generación, cuando Caín mató a su hermano Abel. Al parecer, uno de los descendientes de Caín presumió de ser aún más violento y vengativo que el propio Caín. Durante la tercera generación surgió una nueva forma de maldad. La gente empezó “a invocar el nombre de Jehová”, pero no para adorarlo. Por lo visto, usaban el sagrado nombre de Dios con falta de respeto (Génesis 4:8, 23-26).
Esa forma de religión falsa imperaba en aquella época, por lo que Enoc tuvo que tomar una decisión. ¿Sería como el resto de la gente? ¿O buscaría a Jehová, el Dios verdadero, quien había hecho el cielo y la Tierra? Seguramente le conmovía mucho el ejemplo de Abel, quien había muerto como mártir por adorar a Jehová de la manera que a Él le agradaba. Enoc decidió imitar su fe. En Génesis 5:22 leemos: “Enoc siguió andando con el Dios verdadero”. Esta extraordinaria declaración hace que destaque como un hombre devoto en un mundo alejado de Dios. Él es el primer ser humano al que la Biblia describe de esta manera.
Ese mismo versículo dice que siguió andando con Jehová después de que nació su hijo Matusalén. Así que, con aproximadamente 65 años de edad, Enoc era padre de familia. Aunque la Biblia no menciona el nombre de su esposa ni cuántos hijos tuvo, sabemos que se casó y que tuvo “hijos e hijas”. Para que se diga que un padre anda con Dios mientras cría una familia, debe cuidar de los suyos como Dios aprueba. Enoc entendía que Jehová esperaba que fuera fiel a su esposa (Génesis 2:24). Y seguro que hizo todo lo posible para enseñar a sus hijos a amar a Jehová. ¿Cuál fue el resultado?
La Biblia no da muchos detalles. De hecho, no dice nada sobre la fe de su hijo Matusalén, el personaje bíblico que vivió más tiempo y que murió el mismo año en que ocurrió el Diluvio. Pero sí sabemos que su nieto Lamec —hijo de Matusalén con quien Enoc coincidió por más de cien años— fue un hombre con una fe sobresaliente, pues Jehová hizo que pronunciara una profecía sobre su propio hijo, Noé, que se cumplió después del Diluvio. Noé también destacó por ser un hombre que andaba con Dios, como su bisabuelo Enoc. A pesar de que nunca llegaron a conocerse, Enoc le dejó un gran legado. Tal vez sus familiares le hablaron a Noé de él. Pudo haber sido su padre, Lamec, o su abuelo Matusalén o hasta Jared, el padre de Enoc, quien murió cuando Noé tenía 366 años de edad (Génesis 5:25-29; 6:9; 9:1).
¡Qué diferentes fueron Adán y Enoc! Aunque Adán era perfecto, pecó contra Jehová y les dejó a sus descendientes un mundo lleno de violencia y miseria. En cambio, aunque Enoc fue imperfecto, anduvo con Dios y les dejó a sus descendientes un ejemplo de fe. Adán murió cuando Enoc tenía 308 años de edad. ¿Habrá lamentado su familia la muerte de una persona tan egoísta como Adán? No lo sabemos. Pero, en cualquier caso, “Enoc siguió andando con el Dios verdadero” (Génesis 5:24).
Si usted tiene una familia a su cargo, el ejemplo de fe de Enoc puede serle de gran ayuda. Aunque es esencial cuidar de la familia físicamente, más importante aún es atender sus necesidades espirituales (1 Timoteo 5:8). Para lograrlo, tiene que acompañar sus palabras con acciones. Si decide andar con Dios como hizo Enoc y obedecer los principios divinos, usted también le dejará a su familia un valioso legado: un magnífico ejemplo que imitar.
PROFETIZÓ SOBRE LA GENTE DE SU ÉPOCA
Es posible que, debido a su fe, Enoc se sintiera solo en un mundo tan apartado de Dios. Pero ¿se dio cuenta Jehová de su situación? Claro que sí. Un día, Jehová se comunicó con su siervo fiel para que diera un mensaje a la gente de su época. Con este encargo, Jehová lo nombró profeta. Enoc fue el primer profeta cuyo mensaje aparece escrito en la Biblia. Lo sabemos porque siglos después, Judas, medio hermano de Jesús, escribió por inspiración las palabras de la profecía de Enoc.a
¿Qué profetizó Enoc? Dijo lo siguiente: “¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos respecto a todos sus hechos impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron contra él” (Judas 14, 15). Quizás lo primero que le llame la atención es que Enoc habló en pasado, como si Dios ya hubiera hecho lo que se menciona en la profecía. Este es un estilo que utilizaron muchos profetas. Al decirlo así, daban a entender que era tan seguro que esa profecía se cumpliría que podía hablarse de ella como si ya hubiera sucedido (Isaías 46:10).
Enoc proclamó con valor el mensaje de Dios en un mundo violento.
Es posible que Enoc tuviera que predicar este mensaje a toda la gente. ¿Qué supuso para él esta comisión? Fíjese en lo contundente que era el mensaje. Repitió varias veces la palabra “impíos” para calificar a las personas que no respetaban a Dios, sus actos y su forma de hacer las cosas. Esta profecía afirmaba que el mundo que habían construido desde la rebelión de Edén estaba completamente corrompido y que tendría un fin catastrófico. Jehová iba a destruirlo con sus “santas miríadas”, es decir, su ejército de ángeles preparados para la batalla. Enoc predicó con valor esta advertencia, y por si fuera poco, lo hizo solo. Por eso, no nos extrañaría que el joven Lamec observara con respeto y admiración a su valiente abuelo.
Pensar en la fe de Enoc hace que nos preguntemos si vemos el mundo como Dios lo ve. El mensaje que Enoc predicó sigue estando vigente; es tan válido hoy como lo fue en su época. La advertencia que él dio se cumplió cuando Jehová trajo el Diluvio y acabó con el mundo corrupto de los días de Noé. Ese suceso fijó un modelo de una destrucción aún mayor que está por llegar (Mateo 24:38, 39; 2 Pedro 2:4-6). En la actualidad, Dios también está listo para atacar con sus santas miríadas y ejecutar así su justa sentencia contra este mundo malvado. Tomemos a pecho el mensaje de Enoc y avisemos a otras personas. Puede que nuestra familia y amigos no nos apoyen y que en ocasiones nos sintamos solos. Pero Jehová nunca abandonó a Enoc y nunca abandonará a quienes le sirven fielmente.
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Supo que había agradado a DiosLa Atalaya (público) 2017 | Núm. 1
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¡Qué emocionante será conocer a Enoc! Piense en cuántas cosas interesantes podremos aprender de él. Nos contará si los últimos momentos de su vida fueron como nosotros nos los imaginamos. Pero hay algo que es necesario que aprendamos de él desde ahora. Después de hablar de Enoc, el apóstol Pablo dijo que “sin fe es imposible serle de buen agrado” a Dios (Hebreos 11:6). ¡Qué poderosa razón para imitar el ejemplo de fe del valiente Enoc!
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