-
La asamblea “Enseñanza Divina” de Etiopía, una ocasión de gozo especialLa Atalaya 1994 | 15 de agosto
-
-
¡Qué ejemplos de integridad!
Cientos de personas del auditorio habían sido encarcelados y torturados bajo gobiernos anteriores. Mandefro Yifru pasó cinco años en prisión, pero ahora disfruta de servir en Addis Abeba en las nuevas oficinas que se encargan de la traducción, la impresión y los envíos. Otro joven que sirve con él, Zecarias Eshetu, no abandonó su integridad hace ocho años, cuando asesinaron a su padre por mantener la neutralidad cristiana durante tres años de encarcelamiento. Zecarias, que tiene cuatro hermanos, contaba 10 años cuando encarcelaron a su padre. Meswat Girma y su hermana, Yoalan, que están en los últimos años de la adolescencia y todavía van a la escuela, solo han visto a su padre en fotografías, pues eran muy pequeños cuando fue ejecutado inesperadamente por causa de su neutralidad. Su lealtad los inspiró, y ambos sirven de precursores regulares, lo mismo que hacía su padre cuando lo mataron.
Otro cristiano íntegro fue Tamirat Yadette, que ahora sirve de precursor especial en una bonita región de la gran hendidura. Por su neutralidad cristiana pasó tres años en siete diferentes prisiones, a veces encadenado y sometido a severas palizas. No obstante, en prisión ayudó a más de doce personas a ponerse de parte del Reino de Dios.
A Tesfu Temelso, que ahora es superintendente de circuito, lo encarcelaron diecisiete veces durante los años en que fue precursor especial. Tiene cicatrices de las palizas, pero le emociona ver que se han formado congregaciones en sus anteriores asignaciones. Decenas de hermanos y hermanas de la Congregación Akaki fueron encarcelados y sometidos a trato cruel, a pesar de lo cual la congregación ha crecido y ya supera los cien publicadores. Estos hermanos han construido el primer Salón del Reino de los Testigos de Jehová de Etiopía. De Dese, un pueblo de una zona pintoresca que está a unos 300 kilómetros al norte de la capital, vino un grupo de cuatro hermanos y una hermana que estuvieron muy cerca de la muerte y que vieron a un hermano local morir por los efectos de la tortura a la que fue sometido. Uno de ellos, que es anciano, Maseresha Kasa, explicó que perseveró durante seis años en la cárcel, no porque fuera alguien especial, sino porque aprendió a confiar en Jehová. (Romanos 8:35-39; compárese con Hechos 8:1.)
Recientemente también ha habido quienes han demostrado su fidelidad bajo prueba. Un gran grupo vino a la asamblea procedente de un país cercano donde se niega a los Testigos protección policial, pasaportes, certificados de matrimonio, hospitalización y empleos debido a su neutralidad. Cuando estalló la guerra cerca de Mesewa, un puerto eritreo del mar Rojo, toda la congregación, de 39 personas, incluidos los niños, tuvieron que vivir unos cuatro meses debajo de un puente de poca altura en el desierto para escapar de las bombas que el anterior gobierno lanzó sobre sus casas. En este marco de calor y privación, el comentario diario del texto y otras reuniones los fortalecieron mucho, los acercaron más a Jehová y también estrecharon su relación entre sí. Dos hermanas precursoras especiales que sirven cerca del nacimiento del Nilo Azul aguantaron amenazas de chusmas y hostigamiento instigado por la Iglesia Ortodoxa; pero ambas perseveraron y vieron a varios estudiantes de la Biblia simbolizar su dedicación mediante el bautismo en esta asamblea.
-
-
La asamblea “Enseñanza Divina” de Etiopía, una ocasión de gozo especialLa Atalaya 1994 | 15 de agosto
-
-
Otro buen ejemplo de integridad fue un precursor especial de Addis Abeba, a quien en 1992 una chusma incitada por los sacerdotes ortodoxos golpeó brutalmente y dio por muerto. Felizmente se recuperó, y sigue sirviendo en el mismo territorio. La radiante sonrisa de su rostro no revela ningún indicio de amargura. Tanto para él como para todos los demás que fueron sometidos a prueba, y también para los más nuevos, esta asamblea “Enseñanza Divina” fue una fiesta gozosa.
-