-
Evitemos los engaños de un corazón traicioneroDios nos habla mediante Jeremías
-
-
Para cumplir bien con su comisión, Jeremías debía obedecer las directrices de Dios. Si hubiéramos estado en su lugar, ¿las habríamos obedecido nosotros? En un momento dado, Jehová le mandó que consiguiera un cinto de lino y se lo pusiera. Luego le ordenó viajar hasta el río Éufrates. Si consultamos un mapa, veremos que hay unos 500 kilómetros (300 millas) de distancia. Una vez allí, Jeremías tenía que esconderlo en la hendidura de un peñasco y volver a Jerusalén. Más adelante, Dios le pidió que regresara por el cinto (léase Jeremías 13:1-9). En total, Jeremías recorrió casi 2.000 kilómetros (1.200 millas). A algunos críticos bíblicos les parece increíble que fuera hasta tan lejos y caminara durante meses (Esd. 7:9).b Pero eso fue lo que Dios le mandó y eso fue lo que hizo Jeremías.
18 Imaginémonos al profeta marchando por las montañas de Judea camino del Éufrates y luego, dependiendo de la ruta que tomara, internándose en el desierto. ¡Y todo eso para esconder un cinto de lino! Su larga ausencia debió de despertar la curiosidad de sus vecinos. A la vuelta, no traía el cinto. Después, Dios le dijo que volviera a hacer el largo viaje y recuperara el cinturón, que ahora estaba podrido y ya ‘no servía para nada’. ¿No habría sido razonable pensar que aquello era una pérdida de tiempo y un esfuerzo inútil? Sin embargo, como Jeremías se había dejado moldear por Dios, no pensó así. En lugar de quejarse, obedeció sin rechistar.
¿Por qué debemos obedecer las instrucciones de Jehová aunque no las entendamos del todo?
19 No fue sino hasta el segundo viaje que Jehová explicó a Jeremías que su actuación serviría de telón de fondo para pregonar un contundente mensaje: “Esta gente mala, que está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para nada” (Jer. 13:10). ¡Qué manera tan impactante de enseñar! La devota obediencia del profeta en algo que a simple vista parecía trivial fue importante en los intentos de Jehová por llegar al corazón de la gente (Jer. 13:11).
-
-
Evitemos los engaños de un corazón traicioneroDios nos habla mediante Jeremías
-
-
b Algunos creen que Jeremías no fue al Éufrates, sino a una aldea cercana. ¿La razón? “El único objeto de esta crítica es ahorrarle al profeta los dos supuestos viajes desde Jerusalén hasta el Éufrates”, responde un especialista.
-