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Vivir más y mejor¡Despertad! 1999 | 22 de julio
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El ejercicio físico. La actividad física moderada tiene un efecto muy positivo (véase el recuadro “¿Cuánto ejercicio y de qué tipo?”). Varios estudios han puesto de relieve que los ejercicios sencillos realizados en el ámbito del hogar contribuyen a que los ancianos, incluidos los “ancianos más viejos”, experimenten una cierta recuperación de las fuerzas y la vitalidad. Por ejemplo, un grupo de personas de entre 72 y 98 años descubrieron que podían caminar más deprisa y subir escaleras más fácilmente después de haber hecho ejercicios con pesas durante solo diez semanas. Y no era para menos. Las pruebas realizadas al finalizar el programa de ejercicios revelaron un aumento en la fuerza muscular de más del doble. Otro grupo, compuesto mayormente de mujeres sedentarias de hasta 70 años de edad, se ejercitaba dos veces por semana. Al cabo de un año habían ganado masa muscular, fuerza, equilibrio y densidad ósea. “Al principio temíamos que ocurrieran roturas de ligamentos, tendones y músculos —observó la fisióloga Miriam Nelson, directora de las investigaciones—; pero lo que obtuvimos fueron personas más fuertes y saludables.”
Sintetizando los resultados de varios estudios científicos sobre la vejez y el ejercicio, un libro de texto declara: “El ejercicio retrasa el proceso de la vejez, alarga la vida y reduce el período de dependencia que tan a menudo antecede a la muerte”.
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Vivir más y mejor¡Despertad! 1999 | 22 de julio
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¿Cuánto ejercicio y de qué tipo?
“Media hora de actividad moderada todos los días es una buena meta”, afirma el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés). Pero no hay por qué hacerlo todo de una vez. Se dice que tres breves sesiones de diez minutos proporcionan los mismos beneficios que media hora corrida. ¿Qué tipo de ejercicio puede hacer? El folleto del NIA Don’t Take It Easy: Exercise! (No se lo tome con calma. ¡Haga ejercicio!) recomienda: “Breves períodos de actividad vigorosa, como subir escaleras en vez de utilizar el ascensor, o caminar en vez de conducir, pueden sumar en total media hora de ejercicios al día. Recoger con un rastrillo las hojas del patio, jugar con los niños, trabajar en el jardín y hasta realizar las faenas domésticas se puede hacer de tal forma que cuente para el total diario”. Por supuesto, conviene consultar con el médico antes de iniciar un programa de ejercicios.
[Ilustración]
La actividad física moderada puede ayudar a los ancianos a recobrar la fuerza y la vitalidad
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