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El cuidado de los mayores es un deber cristianoLa Atalaya 2004 | 15 de mayo
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Nuestro deber como hijos
4. ¿Qué deber tienen los hijos cristianos para con sus padres?
4 “Honra a tu padre y a tu madre.” (Efesios 6:2; Éxodo 20:12.) Con esta cita sencilla, aunque significativa, de las Escrituras Hebreas, el apóstol Pablo recordó a los hijos el deber que tienen para con sus padres. Ahora bien, ¿qué relación guardan estas palabras con el cuidado de los mayores? Un conmovedor ejemplo de tiempos precristianos nos ayudará a averiguarlo.
5. a) ¿Cómo sabemos que José no había olvidado sus obligaciones para con su padre? b) ¿Qué abarca honrar a nuestros padres, y qué buen ejemplo dio José al respecto?
5 José llevaba más de veinte años sin ver a su anciano padre, el patriarca Jacob. Sin embargo, es obvio que su amor filial seguía vivo. De hecho, cuando reveló a sus hermanos su verdadera identidad, les preguntó: “¿Todavía está vivo mi padre?” (Génesis 43:7, 27; 45:3). Y a continuación, dado que en aquel tiempo el hambre azotaba la tierra de Canaán, José mandó decir a su padre: “Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y tendrás que continuar cerca de mí [...]. Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí” (Génesis 45:9-11; 47:12). Como vemos, honrar a los padres ancianos abarca protegerlos y mantenerlos cuando no están en condiciones de cuidar de sí mismos (1 Samuel 22:1-4; Juan 19:25-27). José asumió con gusto esta responsabilidad.
6. ¿De qué manera demostró José el profundo amor que sentía por su padre, y cómo podemos imitar su ejemplo?
6 Con la bendición de Jehová, José se había convertido en uno de los hombres más ricos y poderosos de Egipto (Génesis 41:40). Pero no pensaba que era demasiado importante o que estaba demasiado ocupado para honrar a su padre, quien para entonces tenía 130 años. Al enterarse de que Jacob (o Israel) se estaba acercando, “José hizo alistar su carro y subió al encuentro de Israel su padre en Gosén. Cuando se le apareció, cayó al instante sobre su cuello y cedió a las lágrimas sobre su cuello vez tras vez” (Génesis 46:28, 29). Esta bienvenida era mucho más que una muestra formal de respeto. José amaba a su anciano padre con toda su alma y no sentía vergüenza de manifestárselo. Si tenemos padres mayores, ¿les prodigamos también muestras de cariño?
7. ¿Por qué quería Jacob que lo enterraran en Canaán?
7 Jacob se mantuvo leal a Jehová hasta el día de su muerte (Hebreos 11:21). Su fe en las promesas divinas lo impulsó a pedir que lo enterraran en Canaán. José honró a su padre cumpliendo con su deseo, pese a los enormes gastos e inconvenientes que aquello implicaba (Génesis 47:29-31; 50:7-14).
8. a) ¿Cuál es la razón principal que nos debe impulsar a cuidar de nuestros padres ancianos? b) ¿Qué hizo un siervo de tiempo completo para atender a sus padres mayores? (Véase el recuadro de la pág. 17.)
8 ¿Qué impulsó a José a cuidar de su padre? Aunque lo amaba y se sentía en deuda con él por haberle dado la vida y haberlo criado, es obvio que también lo hizo porque deseaba agradar a Jehová. Ese mismo deseo deberíamos tener nosotros. Pablo escribió: “Si alguna viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a practicar devoción piadosa en su propia casa y a seguir pagando la debida compensación a sus padres y abuelos, porque esto es acepto a vista de Dios” (1 Timoteo 5:4). De modo que nuestro amor y temor reverente a Jehová nos impulsará a cuidar de nuestros padres ancianos sin importar las dificultades que eso implique.a
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El cuidado de los mayores es un deber cristianoLa Atalaya 2004 | 15 de mayo
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[Recuadro de la página 17]
Cuando sus padres necesitaron ayuda
Philip se encontraba en Liberia como trabajador voluntario de construcción cuando, en 1999, recibió la noticia de que su padre estaba gravemente enfermo. Convencido de que su madre no podría afrontar la situación sola, decidió regresar a casa para organizar la atención médica que su padre necesitaría.
“No fue fácil regresar —recuerda Philip—, pero consideré que mi primera obligación era atender a mis padres.” Durante los siguientes tres años mudó a sus padres a una casa más conveniente y, con la ayuda de los hermanos cristianos de la localidad, adaptó la vivienda para satisfacer las necesidades especiales de su padre.
Dado que la madre de Philip ya está mejor preparada para atender los graves problemas de salud de su esposo, Philip pudo aceptar hace poco la invitación para trabajar de voluntario en la sucursal de los testigos de Jehová de Macedonia.
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