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¡No descuide a su cónyuge!La Atalaya 1990 | 15 de agosto
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Cierta esposa cristiana aplicó este principio cuando su esposo opositor se vio implicado en un escándalo. Aunque esto le trajo a aquel hombre deshonra y ruina financiera, no oyó ninguna queja de parte de ella ni de sus hijos. Admitió: “Sabía que su buen comportamiento se debía a su estudio bíblico”. Después de años de oposición, este hombre empezó a leer la Biblia.
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¡No descuide a su cónyuge!La Atalaya 1990 | 15 de agosto
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La conducta excelente de los hijos también puede ablandar el corazón de los opositores. Cuando a un padre que se había opuesto a su esposa se le preguntó qué le había hecho cambiar de actitud, dijo: “Cuando mi hijo de dos años y medio percibía que yo estaba por perder la paciencia, clamaba en voz alta: ‘El amor es sufrido y bondadoso’”. (1 Corintios 13:4-7.) La buena educación que se estaba dando a este niño impulsó a su padre a investigar la Biblia. Muchos padres han decidido examinar la Biblia porque sus hijos les rogaron que estudiaran.
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