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  • ¿Por qué debemos temer a Jehová?
    La Atalaya (estudio) 2023 | junio
    • ARTÍCULO DE ESTUDIO 27

      ¿Por qué debemos temer a Jehová?

      “La amistad íntima con Jehová es para quienes le temen” (SAL. 25:14).

      CANCIÓN 8 Jehová es mi Refugio

      AVANCEa

      1, 2. Según Salmo 25:14, ¿qué debemos hacer para tener una amistad estrecha con Jehová?

      ¿QUÉ cualidades diría que hacen falta para ser un buen amigo? Tal vez responda que los buenos amigos tienen que quererse y apoyarse. Seguramente, en esa lista de cualidades no incluiría el temor. Pero, tal como dice el texto temático, quienes quieren tener una amistad estrecha con Jehová deben temerle (lea Salmo 25:14).

      2 Sin importar el tiempo que llevemos en la verdad, todos debemos seguir temiendo a Jehová. Ahora bien, ¿qué significa temer a Dios? ¿Qué nos ayudará a cultivar ese temor saludable? Y ¿qué nos enseñan sobre el temor de Dios los ejemplos de un mayordomo llamado Abdías, del sumo sacerdote Jehoiadá y del rey Jehoás?

      ¿QUÉ SIGNIFICA TEMER A DIOS?

      3. ¿Cómo nos protege el temor?

      3 Sentir temor es una reacción normal si creemos que algo nos puede hacer daño. Esa clase de temor es saludable porque nos ayuda a actuar con prudencia. Veamos algunos ejemplos. El temor a caernos hará que no nos acerquemos demasiado al borde de un precipicio. El temor a hacernos daño nos impulsará a alejarnos de situaciones peligrosas. Y el temor a perder una amistad que valoramos mucho evitará que digamos o hagamos algo hiriente.

      4. ¿Qué quiere Satanás que sintamos hacia Jehová?

      4 Satanás quiere que la gente le tenga miedo a Jehová. Desea que creamos lo que Elifaz le dijo a Job: que Jehová es un Dios vengativo, que está lleno de ira y que nunca está contento con nosotros (Job 4:18, 19). Su objetivo es que el miedo nos paralice y dejemos de servir a Jehová. Para no caer en esa trampa, tenemos que cultivar el temor de Dios, que es una cualidad positiva.

      5. ¿Qué significa temer a Dios?

      5 La persona que teme o respeta profundamente a Dios lo ama y no quiere hacer nada que ponga en peligro su amistad con él. Un buen ejemplo de alguien que tuvo “temor de Dios” fue Jesús (Heb. 5:7). Lo que él sentía por Jehová no era terror (Is. 11:2, 3). Al contrario, Jesús amaba a su Padre con todo su corazón y quería obedecerlo (Juan 14:21, 31). Nosotros también sentimos un profundo respeto por Jehová y le servimos con reverencia porque es un Dios de amor, sabiduría, justicia y poder. Además, sabemos que, como nos quiere muchísimo, nuestros actos influyen en él. Si lo desobedecemos, se entristece, pero, si lo obedecemos, su corazón se alegra (Sal. 78:41; Prov. 27:11).

      ¿QUÉ NOS AYUDARÁ A CULTIVAR EL TEMOR DE DIOS?

      6. ¿Cuál es una manera de cultivar el temor de Dios? (Salmo 34:11).

      6 El temor de Jehová no es una cualidad con la que nacemos; tenemos que cultivarla (lea Salmo 34:11). Una manera de hacerlo es observando la creación. Al percibir en “las cosas creadas” la sabiduría de Jehová, su poder y lo mucho que nos ama, crecen el respeto y el amor que sentimos por él (Rom. 1:20). Una hermana llamada Adrienne dijo: “Cuando me fijo en la creación de Jehová y veo lo sabio que es, siento una gran admiración y me convenzo de que él sabe lo que es mejor para mí”. Después de meditar sobre este asunto, llegó a la siguiente conclusión: “Por nada del mundo querría hacer algo que me alejara de Jehová, quien me dio la vida”. ¿Podría usted sacar un poco de tiempo esta semana para meditar en algún aspecto de la creación? Eso lo ayudará a respetar y amar más a Jehová (Sal. 111:2, 3).

      7. ¿Cómo nos ayuda la oración a temer a Jehová?

      7 Otra cosa que nos ayudará a temer a Jehová es tener la costumbre de orarle. Cuanto más hablamos con nuestro Dios, más real es para nosotros. Cada vez que le pedimos fuerzas para aguantar una prueba, pensamos en su inmenso poder. Cuando le damos las gracias por haber dado a su Hijo por nosotros, recordamos cuánto nos ama. Y, cuando le suplicamos su guía para enfrentar un problema, grabamos en nuestro corazón lo sabio que es. Esas oraciones nos ayudan a respetarlo más y a estar más decididos a evitar cualquier cosa que pueda dañar nuestra amistad con él.

      8. ¿Qué tenemos que hacer para no dejar de temer a Jehová?

      8 Para no dejar de temer a Jehová, tenemos que estudiar la Biblia con el objetivo de aprender de los buenos y malos ejemplos que encontramos en sus páginas. Veamos tres de esos ejemplos. Primero, hablaremos de dos siervos fieles de Jehová: Abdías, que era el encargado de la casa del rey Acab, y el sumo sacerdote Jehoiadá. Después repasaremos la vida del rey Jehoás de Judá, que empezó bien pero acabó mal, lejos de Jehová.

      SEAMOS VALIENTES COMO ABDÍAS

      9. ¿Cómo ayudó a Abdías el temor de Dios? (1 Reyes 18:3, 12).

      9 La primera vez que la Biblia menciona a Abdíasb dice: “Abdías temía mucho a Jehová” (lea 1 Reyes 18:3, 12). ¿Cómo lo ayudó el temor de Dios? Por un lado, lo convirtió en un hombre honrado y de confianza. Gracias a eso, el rey lo nombró encargado de la casa real (compare con Nehemías 7:2). Y, por otro lado, lo ayudó a demostrar una valentía extraordinaria, una cualidad que sin duda necesitó. ¿Por qué? Porque vivió durante el reinado del malvado Acab, que “fue peor a los ojos de Jehová que todos los [reyes] que hubo antes de él” (1 Rey. 16:30). Además, Acab estaba casado con Jezabel, que adoraba a Baal y odiaba a Jehová con todo su ser, tanto que quería acabar con la adoración pura en Israel, el reino del norte. Incluso mató a muchos profetas del Dios verdadero (1 Rey. 18:4). ¡Qué época tan complicada para servir a Jehová!

      10. ¿Cómo demostró Abdías una valentía extraordinaria?

      10 ¿Cómo demostró Abdías una valentía extraordinaria? Cuando Jezabel empezó a perseguir a los profetas de Jehová para matarlos, Abdías escondió en cuevas a 100 de ellos “en grupos de 50” y se encargó “de darles pan y agua” (1 Rey. 18:13, 14). Si Jezabel se hubiera enterado, este hombre tan valiente habría sido ejecutado. Claro, como cualquier persona de carne y hueso, Abdías no quería morir. Pero el amor que sentía por Jehová y sus siervos era más grande que el amor que le tenía a su propia vida.

      Un hermano entra en la casa de un matrimonio de Testigos. Le da al esposo una publicación mientras la esposa vigila a la entrada de la casa.

      En un lugar donde nuestra obra está prohibida, un hermano se arma de valor y les lleva a otros Testigos publicaciones bíblicas. (Vea el párrafo 11).c

      11. ¿Cómo siguen el ejemplo de Abdías muchos siervos de Jehová? (Vea también la imagen).

      11 En nuestros días, muchos siervos de Jehová viven en lugares donde nuestra obra está prohibida. Respetan a las autoridades, pero, igual que Abdías, nuestros queridos hermanos le dan a Jehová lo que le corresponde solo a él: su adoración (Mat. 22:21). Demuestran que temen a Dios obedeciéndolo a él en vez de a los hombres (Hech. 5:29). Por eso siguen predicando las buenas noticias y reuniéndose sin llamar la atención (Mat. 10:16, 28). Además, se encargan de que sus hermanos reciban el alimento espiritual que tanto necesitan. Veamos el ejemplo de Henri, que vive en un país de África donde nuestra obra estuvo prohibida. En esa época, Henri se ofreció para llevarles a los hermanos publicaciones bíblicas. Él escribió: “La verdad es que soy muy tímido. Así que estoy convencido de que lo que me ayudó a ser valiente fue el profundo respeto que siento por Jehová”. Usted también puede ser tan valiente como Henri si aprende a temer a Dios.

      SEAMOS LEALES COMO JEHOIADÁ

      12. ¿Cómo demostraron Jehoiadá y su esposa que eran muy leales a Jehová?

      12 El sumo sacerdote Jehoiadá temía a Jehová, y eso lo impulsó a ser leal y a fomentar la adoración verdadera. Cuando Atalía, la hija de Jezabel, se apoderó ilegalmente del trono de Judá, Jehoiadá demostró lo mucho que temía a Dios. Atalía era una mujer temible. Era tan cruel y tenía tanta sed de poder que para poder reinar intentó acabar con todos los herederos del rey, ¡sus propios nietos! (2 Crón. 22:10, 11). Pero, gracias a Jehosabeat, la esposa de Jehoiadá, se salvó uno de ellos, un niñito que se llamaba Jehoás. Ella y su esposo lo escondieron y lo cuidaron. Así protegieron el linaje de reyes de la familia de David. Jehoiadá fue leal a Jehová y no se quedó de brazos cruzados por miedo a Atalía (Prov. 29:25).

      13. ¿Cómo volvió a demostrar Jehoiadá su lealtad?

      13 Cuando Jehoás tenía siete años, Jehoiadá volvió a demostrar su lealtad a Jehová. Ideó un plan. Si las cosas le salían bien, el rey sería Jehoás, un heredero legítimo de David. Pero, si fracasaba, lo más seguro era que Jehoiadá perdiera la vida. Gracias a la bendición de Jehová, el plan fue todo un éxito. Con el apoyo de los jefes de las casas paternas y de los levitas, Jehoiadá nombró rey a Jehoás y ordenó que mataran a Atalía (2 Crón. 23:1-5, 11, 12, 15; 24:1). Luego “hizo un pacto entre Jehová y el rey y el pueblo; en él se comprometían a seguir siendo el pueblo de Jehová” (2 Rey. 11:17). “También colocó a los porteros junto a las puertas de la casa de Jehová para que no pudiera entrar nadie que de algún modo estuviera impuro” (2 Crón. 23:19).

      14. ¿Qué honra recibió Jehoiadá por haber honrado a Jehová?

      14 Jehová había dicho: “Honraré a los que me honran”, y así lo hizo en el caso de Jehoiadá (1 Sam. 2:30). Por ejemplo, se encargó de que se escribieran en su Palabra las cosas buenas que hizo este sumo sacerdote para que nos sirvieran de ejemplo (Rom. 15:4). Y, cuando Jehoiadá murió, recibió un honor muy especial: “lo enterraron en la Ciudad de David junto con los reyes, porque había hecho el bien en Israel en lo relacionado con el Dios verdadero y su casa” (2 Crón. 24:15, 16).

      Si tememos a Jehová como el sumo sacerdote Jehoiadá, seremos leales a nuestros hermanos y los ayudaremos. (Vea el párrafo 15).d

      15. ¿Qué nos enseña la historia de Jehoiadá? (Vea también las imágenes).

      15 El relato sobre Jehoiadá nos ayuda a todos a temer más a Dios. Los ancianos pueden seguir su ejemplo manteniéndose atentos para proteger con lealtad al rebaño de Dios (Hech. 20:28). Los hermanos mayores pueden aprender que, si temen a Jehová y son leales, él puede contar con ellos para cumplir su voluntad; no los excluye. Los jóvenes pueden fijarse en cómo Jehová trató a Jehoiadá y tratar a los hermanos mayores con dignidad y respeto, en especial a los que tienen una larga trayectoria de servicio fiel (Prov. 16:31). Y, por último, todos podemos aprender una lección de los jefes de las casas paternas y de los levitas: tenemos que apoyar lealmente a los que nos dirigen y obedecerlos (Heb. 13:17).

      NO SEAMOS COMO JEHOÁS

      16. ¿Cómo mostró Jehoás que era espiritualmente débil?

      16 De joven, el rey Jehoás se esforzó por agradar a Jehová gracias a la buena influencia de Jehoiadá (2 Rey. 12:2). Pero, después de la muerte de Jehoiadá, Jehoás escuchó a príncipes apóstatas. Como resultado, tanto él como el pueblo “se pusieron a servir a los postes sagrados y los ídolos” (2 Crón. 24:4, 17, 18). Aunque eso le dolió muchísimo a Jehová, “no dejaba de enviarles profetas para traerlos de vuelta”. Pero “ellos se negaban a escuchar”. Ni siquiera le hicieron caso al hijo de Jehoiadá, Zacarías, que era profeta y sacerdote, y además era el primo de Jehoás. Y, por si fuera poco, Jehoás mandó matar a Zacarías aunque le debía la vida a su familia. ¡Qué desagradecido! (2 Crón. 22:11; 24:19-22).

      17. ¿Cómo acabó Jehoás?

      17 Jehoás dejó de temer a Dios, y lo pagó muy caro, pues tal como Jehová había dicho: “Los que me desprecian serán tratados con desprecio” (1 Sam. 2:30). Tiempo después, un ejército sirio que “contaba con pocos hombres” derrotó al ejército de Jehoás, que era “muy grande”, y él quedó “gravemente herido”. Cuando los sirios se retiraron, los propios siervos de Jehoás lo mataron por haber asesinado a Zacarías. Y, como fue tan malo, ni siquiera lo enterraron “en las sepulturas de los reyes” (2 Crón. 24:23-25; vea la nota de estudio “hijo de Baraquías”, de Mateo 23:35).

      18. Según Jeremías 17:7, 8, ¿qué tenemos que hacer para no ser como Jehoás?

      18 ¿Qué lección sacamos de la historia de Jehoás? Él era como un árbol con raíces poco profundas que, para mantenerse en pie, necesitaba el apoyo de un tutor o estaca, el sumo sacerdote Jehoiadá. Cuando este murió y soplaron los vientos de la apostasía, Jehoás se vino abajo. Este caso encierra una poderosa lección: no podemos temer a Jehová solo porque otros hermanos y familiares lo hagan y nos den su apoyo. Para estar fuertes en sentido espiritual, tenemos que alimentar el amor y el respeto que sentimos por Jehová estudiando, meditando y orando con regularidad (lea Jeremías 17:7, 8; Col. 2:6, 7).

      19. ¿Qué espera Jehová de nosotros?

      19 Jehová no nos pide imposibles. Lo que él espera de nosotros se resume muy bien en Eclesiastés 12:13: “Teme al Dios verdadero y obedece sus mandamientos, porque eso es todo lo que el hombre debe hacer”. Si tememos a Jehová, podremos enfrentarnos a cualquier dificultad que venga y mantenernos firmes como Abdías y Jehoiadá. Nuestra amistad con Jehová será indestructible.

  • Temer a Dios nos beneficiará ahora y en el futuro
    La Atalaya (estudio) 2023 | junio
    • ARTÍCULO DE ESTUDIO 28

      Temer a Dios nos beneficiará ahora y en el futuro

      “El que anda con rectitud teme a Jehová” (PROV. 14:2).

      CANCIÓN 122 ¡Mantengámonos firmes, inmovibles!

      AVANCEa

      1, 2. ¿En qué se parece nuestra situación a la de Lot?

      CUANDO vemos las normas morales de la sociedad actual, nos sentimos como Lot, un hombre justo de tiempos bíblicos. Él “estaba muy angustiado por la conducta descarada de los malvados”, ya que sabía que nuestro Padre celestial odia que las personas actúen así (2 Ped. 2:7, 8). Claro, como Lot amaba a Jehová y lo respetaba profundamente, también odiaba el comportamiento inmoral de las personas que lo rodeaban. Nuestro caso es parecido. Vivimos en un mundo que siente muy poco respeto o ninguno por las normas morales de Dios. A pesar de todo, si amamos a Dios y aprendemos a temerle, podemos mantenernos limpios en sentido moral (Prov. 14:2).

      2 Para ayudarnos a lograr eso, Jehová nos anima y motiva con el libro de Proverbios. Todos los cristianos —hombres, mujeres, jóvenes, mayores...— podemos beneficiarnos mucho de los buenos consejos que encontramos en sus páginas.

      TEMER A DIOS NOS PROTEGE

      Serie de imágenes: 1. Un hermano está haciendo la pausa del almuerzo en su lugar de trabajo, y una compañera le ofrece un café. 2. La misma compañera invita al hermano a salir con ella y otros compañeros después del trabajo.

      En el trabajo, no buscamos la amistad de quienes no temen a Dios ni aceptamos sus invitaciones a participar en actividades que lo entristecen. (Vea el párrafo 3).

      3. ¿Qué razón nos da Proverbios 17:3 para proteger nuestro corazón? (Vea también las imágenes).

      3 Una razón muy importante para proteger nuestro corazón simbólico es que Jehová examina los corazones. ¿Qué quiere decir eso? Que él ve más allá de lo que la gente ve. Sabe todo lo que hay en nuestro interior (lea Proverbios 17:3). Si Jehová ve que atesoramos sus consejos, nos amará. En un corazón lleno de esa sabiduría que da vida, no hay sitio para las mentiras tóxicas y las normas corrompidas de Satanás y su mundo (Juan 4:14; 1 Juan 5:18, 19). Y, cuanto más nos acerquemos a Jehová, más lo amaremos y lo respetaremos. No desearemos hacer nada que hiera los sentimientos de nuestro Padre, incluso odiaremos la idea de pecar contra él. Ante una tentación, nos preguntaremos: “¿Cómo podría herir a propósito a alguien que me quiere tanto y ha hecho tanto por mí?” (1 Juan 4:9, 10).

      4. ¿Cómo protegió el temor de Dios a una hermana?

      4 Una hermana de Croacia llamada Martab tuvo la tentación de hacer algo inmoral. Ella escribió: “No podía pensar con claridad. Y se me hacía difícil luchar contra el deseo de disfrutar temporalmente del pecado. Pero temer a Jehová me protegió”. ¿Cómo? Marta dijo que, gracias a ese temor, se puso a meditar en las consecuencias que tendría tomar una mala decisión. Ante la tentación, nosotros podemos hacer lo mismo. Recordemos que la peor de las consecuencias sería entristecer a Jehová y no poder adorarlo para siempre (Gén. 6:5, 6).

      5. ¿Qué aprende usted de lo que le pasó a Leo?

      5 La persona que teme a Jehová se esfuerza por no justificar la mala conducta y no minimiza el peligro de tener malas amistades. Eso es algo que Leo tuvo que aprender. Este hermano de la República Democrática del Congo empezó a juntarse con malas compañías cuatro años después de su bautismo. Pensaba que, mientras él personalmente no hiciera nada malo, no estaba pecando contra Jehová. Pero sus amigos no tardaron en influir en él, y empezó a beber en exceso y a practicar la inmoralidad sexual. Entonces Leo se puso a pensar en todo lo que le habían enseñado sus padres, que eran Testigos, y en lo feliz que había sido antes. Recapacitó y con la ayuda de los ancianos volvió a Jehová. Hoy Leo es anciano y precursor especial, y se siente feliz.

      6. ¿De qué dos mujeres simbólicas hablaremos en este artículo?

      6 A continuación vamos a analizar el capítulo 9 de Proverbios, que contiene lecciones prácticas para todos, hombres y mujeres. En este capítulo, se habla de dos mujeres simbólicas. Una representa la sabiduría y la otra, la insensatez.c Mientras estudiamos los próximos párrafos, tengamos presente que el mundo de Satanás está obsesionado con el sexo y la pornografía (Efes. 4:19). Por eso es imprescindible que sigamos aprendiendo a temer a Jehová y que nos alejemos del mal (Prov. 16:6). Las dos mujeres de las que vamos a hablar se dirigen a los inexpertos, “a los que les falta sensatez”. Es como si los invitaran a entrar en su casa y a disfrutar de una comida (Prov. 9:1, 5, 6, 13, 16, 17). Pero las dos invitaciones tienen resultados muy distintos. ¿Cuáles son? Veamos.

      RECHACEMOS LA INVITACIÓN DE “LA MUJER INSENSATA”

      Una prostituta de tiempos bíblicos está de pie a la entrada de su casa invitando a un hombre a entrar.

      Aceptar la invitación de “la mujer insensata” tiene trágicas consecuencias. (Vea el párrafo 7).

      7. Según Proverbios 9:13-18, ¿cómo acaban los invitados de “la mujer insensata”? (Vea también la imagen).

      7 Empecemos hablando de la invitación de “la mujer insensata” (lea Proverbios 9:13-18). Con descaro grita: “¡Todo el que sea inexperto, que venga acá!”. Así invita a los inexpertos a disfrutar de una buena comida. ¿Y cómo acaban los que entran en su casa? “Allí se hallan los que están impotentes en la muerte”. No es la primera vez que Proverbios nos habla de una mujer así. En capítulos anteriores nos advierte de los peligros de la “mujer descarriada” y de la “mujer inmoral”. Nos dice: “Su casa se hunde en la muerte” (Prov. 2:11-19). Proverbios 5:3-10 también nos dice que tengamos cuidado con otra “mujer descarriada”. De ella cuenta: “Sus pies bajan a la muerte”.

      8. ¿Qué decisión tienen que tomar quienes oyen la voz de “la mujer insensata”?

      8 Todos los que oyen la voz de “la mujer insensata” tienen que tomar una decisión: aceptar su invitación o rechazarla. ¿Cuándo podría ocurrir algo así? Por ejemplo, cuando nos vemos tentados a cometer algún pecado sexual o si de repente aparece ante nosotros una imagen pornográfica. ¿Qué decisión tomaremos en esa situación?

      9, 10. ¿Por qué debemos evitar la conducta sexual inmoral?

      9 Hay razones de peso para evitar la conducta sexual inmoral. Según el libro de Proverbios, “la mujer insensata” dice: “Las aguas robadas son dulces”. ¿Qué representan las “aguas robadas”? En la Biblia se comparan las relaciones sexuales dentro del matrimonio a aguas que refrescan (Prov. 5:15-18). El hombre y la mujer que están legalmente casados pueden disfrutar de relaciones sexuales que sean apropiadas. Pero las “aguas robadas” son muy distintas. Probablemente representan las relaciones sexuales inmorales, que violan la ley de Dios. Por lo general, las personas que practican la inmoralidad sexual lo hacen a escondidas, tal como un ladrón cuando roba. Estas “aguas robadas” pueden parecerles muy dulces a quienes piensan que están manteniendo en secreto su mala conducta. Pero se engañan a sí mismos. Jehová lo ve todo, a él no lo engañan. No hay nada más amargo que perder su aprobación; no tiene nada de dulce (1 Cor. 6:9, 10). Y eso no es todo.

      10 Puede que quienes llevan una vida sexualmente inmoral sientan vergüenza, pierdan la autoestima, tengan embarazos no deseados o destruyan su familia. Obviamente, lo más sabio es rechazar la invitación de “la mujer insensata”. Muchos de los que caen en la inmoralidad sexual no solo mueren en sentido espiritual, sino que también contraen enfermedades que los llevan a la muerte literal (Prov. 7:23, 26). El versículo 18 cierra el capítulo 9 con estas palabras: “Sus invitados están en las profundidades de la Tumba”. Entonces, ¿cómo es posible que tantas personas acepten una invitación con un final tan trágico? (Prov. 9:13-18).

      11. ¿Por qué es tan malo ver pornografía?

      11 La pornografía es una trampa muy extendida. Algunos piensan que no hay nada de malo en verla, pero eso no es cierto. La pornografía es perjudicial, degradante y adictiva. Las imágenes inmorales no se borran de la mente con facilidad, cuesta mucho olvidarlas. Además, la pornografía no les da muerte a los malos deseos; al contrario, los aviva (Col. 3:5; Sant. 1:14, 15). En realidad, muchos de los que ven pornografía acaban cayendo en la inmoralidad sexual.

      12. Si nos aparece una imagen que pudiera despertar en nosotros deseos inmorales, ¿qué debemos hacer?

      12 ¿Qué debería hacer un cristiano si al usar un dispositivo electrónico le aparece una imagen pornográfica? Debería dejar de mirarla inmediatamente. Algo que nos puede ayudar a reaccionar así es recordar que para nosotros no hay nada más valioso que nuestra amistad con Jehová. Ahora bien, hay imágenes que por lo general no se consideran pornográficas pero que podrían despertar en nosotros pensamientos inmorales. Tampoco debemos mirar este tipo de imágenes. ¿Por qué? Porque ni siquiera queremos cometer adulterio en nuestro corazón (Mat. 5:28, 29). Un anciano de Tailandia que se llama David dice: “Yo suelo preguntarme: ‘¿Le gustará a Jehová que siga mirando estas imágenes aunque no sean pornográficas?’. Pensar así me ayuda a tomar una buena decisión”.

      13. ¿Qué nos ayudará a tomar buenas decisiones?

      13 Si cultivamos un temor sano a desagradar a Jehová, será más fácil que tomemos buenas decisiones. Con razón, Proverbios 9:10 dice que “el temor de Jehová es el comienzo [o la base] de la sabiduría”. Esta idea queda muy clara en la primera parte del capítulo 9 de Proverbios, donde encontramos a una mujer simbólica que representa “la verdadera sabiduría”.

      ACEPTEMOS LA INVITACIÓN DE “LA VERDADERA SABIDURÍA”

      14. ¿Qué otra invitación hallamos en Proverbios 9:1-6?

      14 (Lea Proverbios 9:1-6). Aquí encontramos una invitación que viene de Jehová, que es nuestro Creador y la fuente de la sabiduría (Prov. 2:6; Rom. 16:27). En esta ocasión Proverbios nos habla de una casa grande que tiene siete columnas. Eso nos hace pensar en la generosidad de Jehová, un Dios que recibe con gusto a todos los que quieren seguir sus sabios consejos.

      15. ¿Qué invitación nos hace Dios?

      15 Jehová es generoso y nos da muchas cosas buenas. Eso se ve claramente en la mujer del capítulo 9 de Proverbios que representa “la verdadera sabiduría”. Ella lo tiene todo listo: ha preparado bien la carne y el vino, y ha puesto la mesa (Prov. 9:2). Además, según los versículos 4 y 5, “la verdadera sabiduría” les dice a los que les falta sensatez: “Vengan, coman de mi pan”. ¿Por qué deberíamos aceptar la invitación de esta mujer? Porque Jehová quiere proteger a sus hijos y darles sabiduría. No quiere que aprendamos a las malas ni que nos pasemos la vida lamentándonos por errores del pasado. Por eso, “él reserva sabiduría práctica para los que son rectos” (Prov. 2:7). Si tememos a Jehová, desearemos agradarlo y seguir sus sabios consejos. Actuar así nos hace felices (Sant. 1:25).

      16. Como Alain teme a Jehová, ¿qué buena decisión tomó, y cuál fue el resultado?

      16 Veamos un ejemplo que demuestra que temer a Jehová nos ayuda a tomar buenas decisiones. Alain es un anciano de congregación que trabaja de profesor en una escuela. Cuenta: “Muchos de mis compañeros de trabajo creen que las películas pornográficas son útiles para la educación sexual”. Pero Alain sabe que pensar así es un engaño. Él explica lo que hizo: “Como temo a Jehová, me negué rotundamente a ver esas películas. Y también les expliqué el motivo a los demás profesores”. Así puso en práctica este consejo de “la verdadera sabiduría”: “Avancen por el camino del entendimiento” (Prov. 9:6). Algunos de sus compañeros de trabajo quedaron tan impresionados por su firme postura que empezaron a estudiar la Biblia y a asistir a las reuniones.

      Una mujer del antiguo Israel invita a un matrimonio a disfrutar en su casa de una comida de platos saludables y deliciosos.

      Quienes aceptan la invitación de “la verdadera sabiduría” pueden ser felices ahora y vivir para siempre. (Vea los párrafos 17 y 18).

      17, 18. ¿De qué disfrutan ya los que aceptan la invitación de “la verdadera sabiduría”? ¿Y qué les espera en el futuro? (Vea también la imagen).

      17 Mediante estas dos mujeres simbólicas, Jehová nos muestra lo que debemos hacer para tener un futuro feliz. Quienes aceptan la invitación de “la mujer insensata” y escandalosa quieren disfrutar de los “dulces” placeres de la inmoralidad sexual. Solo piensan en vivir el presente, y no se dan cuenta de que sus acciones pueden afectar su futuro. La realidad es que acabarán “en las profundidades de la Tumba” (Prov. 9:13, 17, 18).

      18 Sin embargo, ¡qué bien les va a los que aceptan la invitación de “la verdadera sabiduría”! Son felices porque disfrutan de un banquete espiritual bien preparado, con muchos platos deliciosos y saludables (Is. 65:13). Jehová dice mediante el profeta Isaías: “Escúchenme atentamente y coman lo que es bueno, y disfrutarán de los mejores alimentos” (Is. 55:1, 2). Así es, estamos aprendiendo a amar lo que Jehová ama y a odiar lo que él odia (Sal. 97:10). Además, nos llena de satisfacción invitar a otros a beneficiarse de “la verdadera sabiduría”. Somos como las sirvientas del capítulo 9 de Proverbios, que gritan “desde los lugares altos de la ciudad”. Al igual que ellas, decimos: “¡Todo el que sea inexperto, que venga acá!”. Tanto nosotros como quienes aceptan esta invitación recibimos muchos beneficios ahora, en la actualidad. Pero eso no es todo. También nos beneficiaremos en el futuro. Si seguimos avanzando “por el camino del entendimiento”, podremos vivir para siempre (Prov. 9:3, 4, 6).

      19. Según Eclesiastés 12:13, 14, ¿qué debemos hacer? (Vea también el recuadro “Beneficios de temer a Dios”).

      19 (Lea Eclesiastés 12:13, 14). Aunque vivimos en los últimos días, rodeados de maldad, queremos seguir temiendo a Jehová. Así protegeremos nuestro corazón, nos mantendremos moralmente limpios y cerca de Jehová. Como lo amamos y lo respetamos profundamente, seguiremos invitando a todos los que podamos a buscar “la verdadera sabiduría” y a aprovecharla al máximo.

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