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  • ¡No se rinda!
    La Atalaya (estudio) 2021 | octubre
    • 3. ¿Cuál podría ser la reacción de las personas al mensaje del Reino, y qué ejemplo lo demuestra?

      3 Sin embargo, incluso cuando nos esforzamos al máximo en el ministerio, puede que las personas de nuestro territorio muestren poco o ningún interés en el mensaje del Reino. Pensemos en el hermano Georg Lindal, que predicó solo por toda Islandia desde 1929 hasta 1947. Dejó miles y miles de publicaciones en manos de las personas, pero nadie se hizo Testigo. Escribió: “Algunas se han puesto en contra de la verdad, pero la mayoría se han quedado totalmente indiferentes”. Después llegaron misioneros de Galaad para ayudar con la predicación, pero la gente tampoco respondía. Por fin, nueve años después, algunas personas del país le dedicaron su vida a Jehová y se bautizaron.b

      4. ¿Cómo puede que nos sintamos cuando las personas rechazan nuestro mensaje?

      4 Cuando las personas rechazan nuestro mensaje, nos sentimos desilusionados. Puede que nos pase como a Pablo, que dijo que tenía “una gran tristeza y un dolor constante” porque los judíos en general se negaron a aceptar que Jesús era el Mesías prometido (Rom. 9:1-3).

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    La Atalaya (estudio) 2021 | octubre
    • Serie de imágenes: Hermanos y hermanas predicando. 1. Un hermano va de casa en casa. 2. Una hermana escribe una carta. 3. Un hermano llama por teléfono.

      Jehová valora nuestros esfuerzos, sea que prediquemos en persona, por carta o por teléfono. (Vea el párrafo 6).

      6. ¿Cómo mide Jehová el éxito de nuestro ministerio?

      6 Jehová se fija en nuestros esfuerzos y en nuestro aguante. Para él, nuestro ministerio es un éxito si lo llevamos a cabo con diligencia y amor, sin importar la reacción de las personas. Pablo escribió: “Dios no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron por su nombre al haber servido a los santos y al continuar sirviéndoles” (Heb. 6:10). Jehová no olvida nuestros esfuerzos y nuestro amor, incluso si esos esfuerzos no nos han dado buenos resultados. Entonces, podemos aplicarnos las palabras de Pablo a los cristianos de Corinto: “Su trabajo relacionado con el Señor no es en vano” (1 Cor. 15:58). Y esto es así aunque ese trabajo no haya resultado en lo que esperábamos.

      7. ¿Qué aprendemos de lo que el apóstol Pablo dijo sobre su ministerio?

      7 El apóstol Pablo fue un misionero extraordinario y fundó congregaciones en muchas ciudades. Aun así, cuando algunos cristianos que se creían superiores a él lo criticaron y dijeron que no era un buen maestro, no habló de a cuántas personas había llevado al bautismo. En vez de eso, se defendió diciendo: “He trabajado más” (2 Cor. 11:23). Sigamos el ejemplo de Pablo y recordemos que para Jehová lo más importante son nuestros esfuerzos y nuestro aguante.

      8. ¿Qué debemos recordar sobre nuestro ministerio?

      8 Nuestro ministerio complace a Jehová. En cierta ocasión, Jesús envió a 70 de sus discípulos a llevar a otros el mensaje del Reino. Al terminar, la Biblia dice que “volvieron sintiéndose felices”. ¿Por qué estaban tan alegres? Dijeron: “Hasta los demonios quedan sometidos a nosotros cuando usamos tu nombre”. Pero Jesús los corrigió con estas palabras: “No se alegren porque los espíritus quedan sometidos a ustedes. Más bien, alégrense porque sus nombres han sido escritos en los cielos” (Luc. 10:17-20). Jesús sabía que no siempre tendrían experiencias tan espectaculares en el ministerio. De hecho, no sabemos cuántas de esas personas que escucharon a los discípulos llegaron a hacerse cristianas. Los discípulos tenían que sentirse felices no solo porque la gente los escuchara, sino sobre todo por saber que a Jehová le complacían sus esfuerzos.

      9. Según Gálatas 6:7-9, ¿cuál será el resultado si no dejamos de predicar?

      9 Si no dejamos de predicar, obtendremos vida eterna. Cuando hacemos todo esfuerzo posible por sembrar y cultivar las semillas de la verdad, también sembramos “pensando en el espíritu”, pues dejamos que el espíritu santo actúe libremente en nuestra vida. “Si no nos cansamos”, Jehová promete que nos dará vida eterna, aunque no logremos ayudar a nadie a llegar al bautismo (lea Gálatas 6:7-9).

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    • 10. ¿De qué depende la reacción de las personas a nuestro mensaje?

      10 La reacción de las personas depende principalmente de lo que hay en su corazón. Jesús explicó esta verdad en la parábola del sembrador. En esta historia, un hombre sembró semillas en distintos tipos de suelo, pero solo dieron fruto las que cayeron en la tierra buena (Luc. 8:5-8). Jesús dijo que los distintos tipos de tierra representan los corazones de las personas, que responden de distintas maneras a “la palabra de Dios” (Luc. 8:11-15). Tal como le pasa al sembrador, nosotros no tenemos control sobre el fruto de nuestro trabajo, pues depende de qué tipo de corazón tengan las personas que nos escuchan. Nuestro deber es seguir sembrando la semilla del mensaje del Reino. Como dijo el apóstol Pablo, “cada persona recibirá su recompensa según su trabajo”, no según los resultados de su trabajo (1 Cor. 3:8).

      Noé y su familia entran en el arca con muchos animales y provisiones.

      Noé predicó fielmente durante años, pero los únicos que entraron con él en el arca fueron su esposa, sus hijos y sus nueras. Aun así, fue obediente y cumplió con éxito la labor que Dios le encargó. (Vea el párrafo 11).

      11. ¿Por qué podemos decir que Noé tuvo éxito como “predicador de justicia”? (Vea el dibujo de la portada).

      11 A lo largo de la historia, muchos siervos de Jehová les han predicado a personas que no han escuchado su mensaje. Por ejemplo, Noé fue “predicador de justicia”, probablemente durante varias décadas (2 Ped. 2:5). Sin duda, él esperaba que las personas lo escucharan, pero Jehová no le dio a entender que eso sucedería. Al contrario, cuando le dio las instrucciones para que hiciera el arca, le mandó: “Tienes que entrar en el arca con tus hijos, tu esposa y tus nueras” (Gén. 6:18). Y, cuando le dijo el tamaño que tendría el arca, Noé pudo haberse percatado de que muy pocos lo escucharían (Gén. 6:15). Y así fue. Ni una sola persona de aquel mundo violento hizo caso a su mensaje (Gén. 7:7). ¿Pensó Jehová que Noé era un fracaso? No, en absoluto. Para él, Noé tuvo mucho éxito porque hizo fielmente lo que le había mandado hacer (Gén. 6:22).

      12. ¿Qué hizo Jeremías para disfrutar la predicación pese a la indiferencia y la oposición de la gente?

      12 El profeta Jeremías también predicó durante décadas pese a la indiferencia y la oposición de la gente. Los insultos y las burlas lo desanimaron tanto que hasta pensó en renunciar a su asignación (Jer. 20:8, 9). Pero no se rindió. ¿Qué lo ayudó a luchar contra sus pensamientos negativos y a disfrutar la predicación? Centrarse en dos cuestiones importantes. Primero, en que el mensaje divino que llevaba a las personas podía darles “un futuro y una esperanza” (Jer. 29:11). Y, segundo, en que Jehová lo había elegido para que llevara su nombre (Jer. 15:16). Nosotros también llevamos un mensaje de esperanza en un mundo que está en tinieblas y llevamos el nombre de Jehová porque somos sus Testigos. Cuando nos centramos en estas dos cuestiones importantes, disfrutamos la predicación sin importar cómo reaccione la gente.

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