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Seamos segadores felicesLa Atalaya 2001 | 15 de julio
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Seamos segadores felices
“La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega.” (MATEO 9:37, 38.)
1. ¿Qué nos ayuda a seguir haciendo la voluntad de Dios?
CUANDO recordamos el día en que nos bautizamos como siervos de Jehová, haga pocos o muchos años, tal vez nos parezca que fue ayer. La alabanza de Jehová se convirtió en el centro de nuestra vida dedicada. Compramos el tiempo oportuno para ayudar al prójimo a escuchar y quizá aceptar el mensaje del Reino, de modo que lo más importante para nosotros era el servicio gozoso a Dios (Efesios 5:15, 16). Hasta el día de hoy nos parece que el tiempo vuela cuando estamos ocupados, con “mucho que hacer en la obra del Señor” (1 Corintios 15:58). Aunque tropecemos con dificultades, el gozo que sentimos al hacer la voluntad de Jehová nos incita a seguir adelante (Nehemías 8:10).
2. ¿Qué contribuye a que sintamos gozo en la recolección figurativa?
2 Los cristianos tomamos parte en una cosecha figurativa. Jesucristo comparó a una siega la obra de reunir a quienes recibirán vida eterna (Juan 4:35-38). Puesto que estamos participando en esta actividad, será estimulador reflexionar sobre la alegría que sentían los primeros segadores cristianos. Repasaremos tres factores que contribuyen a que nosotros sintamos gozo en la recolección actual: 1) nuestro mensaje de esperanza, 2) los buenos resultados de la búsqueda y 3) la actitud pacificadora que manifestamos como segadores.
Enviados en calidad de segadores
3. ¿En qué sentido experimentaron gozo los primeros seguidores de Jesús?
3 La vida de los primeros segadores, en particular los once apóstoles fieles de Jesús, cambió mucho el día de 33 E.C. en que fueron a una montaña de Galilea a reunirse con Cristo resucitado (Mateo 28:16). Es posible que estuvieran presentes “más de quinientos hermanos” (1 Corintios 15:6). En sus oídos resonaba el cometido que Jesús les dio: “Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). A pesar de la cruel persecución que sufrieron, la siega les produjo mucho gozo, pues presenciaron la formación de congregaciones de seguidores de Cristo en un lugar tras otro. Con el tiempo, ‘las buenas nuevas se predicaban en toda la creación que estaba bajo el cielo’ (Colosenses 1:23; Hechos 1:8; 16:5).
4. ¿En qué circunstancias envió Cristo a sus discípulos?
4 En los primeros momentos de su ministerio en Galilea, Jesús había convocado a los doce apóstoles y los había enviado expresamente a proclamar que ‘el reino de los cielos se había acercado’ (Mateo 10:1-7). Él mismo había ‘emprendido un recorrido de todas las ciudades y aldeas galileas, enseñando en sus sinagogas y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda suerte de dolencia y toda suerte de mal’. Jesús se compadeció de las muchedumbres “porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor” (Mateo 9:35, 36). Luego, profundamente conmovido, dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies [Jehová Dios] que envíe obreros a su siega” (Mateo 9:37, 38). Cuando solo le restaban seis meses a su ministerio terrestre, estimó que también hacían falta obreros para la siega en Judea (Lucas 10:2). En ambas ocasiones envió a sus seguidores en calidad de segadores (Mateo 10:5; Lucas 10:3).
Nuestro mensaje de esperanza
5. ¿Qué clase de mensaje proclamamos?
5 Los siervos de Jehová de la actualidad respondemos con regocijo a la llamada para trabajar como segadores. Un factor que contribuye mucho a nuestro gozo es que llevamos un mensaje de esperanza a los desalentados y deprimidos. Al igual que los discípulos de Jesús del siglo primero, tenemos el extraordinario privilegio de proclamar las buenas nuevas —un verdadero mensaje de esperanza— a las personas que están “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”.
6. ¿En qué estaban ocupados los apóstoles durante el siglo primero?
6 Para mediados del siglo primero, el apóstol Pablo se hallaba ocupado predicando las buenas nuevas. Y su labor debió ser efectiva, pues a los cristianos corintios les escribió lo siguiente hacia el año 55 E.C.: “Les doy a conocer, hermanos, las buenas nuevas que les declaré, las cuales también recibieron, en las cuales también están firmes” (1 Corintios 15:1). Los apóstoles y otros cristianos primitivos eran segadores diligentes. Aunque la Biblia no nos dice cuántos apóstoles sobrevivieron a los trascendentales sucesos que culminaron con la destrucción de Jerusalén en 70 E.C., sabemos que el apóstol Juan aún estaba predicando unos veinticinco años más tarde (Revelación [Apocalipsis] 1:9).
7, 8. ¿Qué mensaje de esperanza proclaman los siervos de Jehová con más urgencia que nunca?
7 Después se vivieron siglos de dominación por parte del clero de la cristiandad, el apóstata “hombre del desafuero” (2 Tesalonicenses 2:3). Pero a finales del siglo XIX, los que trataban de seguir las enseñanzas del cristianismo primitivo comenzaron a proclamar el mensaje de esperanza y a anunciar el Reino. De hecho, el título de esta revista incluye desde el primer número (julio de 1879) las palabras “Heraldo de la Presencia de Cristo”, “Heraldo del Reino de Cristo” o “Anunciando el Reino de Jehová”.
8 El Reino celestial de Dios se estableció en manos de Jesucristo en 1914, y ahora proclamamos el mensaje de esperanza con más urgencia que nunca. ¿Por qué? Porque una de las bendiciones del Reino es el fin inminente del presente sistema malvado (Daniel 2:44). ¿Qué mejores noticias puede haber? Además, ¿hay algo que cause más alegría que anunciar el Reino antes del estallido de la “gran tribulación”? (Mateo 24:21; Marcos 13:10.)
Una búsqueda productiva
9. ¿Qué instrucciones dio Jesús a sus discípulos, y cómo reaccionó la gente al mensaje del Reino?
9 Otro motivo para que sintamos gozo en la siega es lo productiva que ha resultado la búsqueda de quienes se hacen discípulos y emprenden junto con nosotros esta labor. Entre los años 31 y 32 E.C., Jesús dio estas instrucciones a sus discípulos: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor” (Mateo 10:11). No todos eran merecedores, como lo indicaba su manera de reaccionar al mensaje del Reino. No obstante, los discípulos de Jesús predicaban con entusiasmo las buenas nuevas dondequiera que había gente.
10. ¿Cómo llevó a cabo Pablo la búsqueda de los merecedores?
10 Después de la muerte y resurrección de Jesús, continuó con intensidad la búsqueda de los merecedores. En Atenas, Pablo razonó con los judíos en la sinagoga y con quienes se encontraban en la plaza del mercado. Cuando dio testimonio en el Areópago de aquella ciudad griega, “algunos varones se unieron a él y se hicieron creyentes, entre los cuales también estuvieron Dionisio, juez del tribunal del Areópago, y una mujer de nombre Dámaris, y otros además de ellos”. Adondequiera que iba, Pablo también era ejemplar en predicar “públicamente y de casa en casa” (Hechos 17:17, 34; 20:20).
11. ¿Qué métodos de predicación se emplearon hace años?
11 Durante las últimas décadas del siglo XIX, los cristianos ungidos se dedicaron con valor a buscar a los merecedores. En el artículo titulado “Ungidos para predicar”, la revista Zion’s Watch Tower de julio-agosto de 1881 dijo: “La predicación de las buenas nuevas [...] sigue llegando ‘a los mansos’, es decir, las personas que quieren y pueden escuchar, a fin de sacar de entre ellas a las que compondrán el cuerpo de Cristo, sus coherederos”. Los segadores de Dios solían abordar a la gente que salía de los oficios religiosos y entregarle tratados con mensajes bíblicos preparados para provocar una respuesta favorable de los merecedores. Tras revaluar la eficacia de este método de predicación, la revista Watch Tower del 15 de mayo de 1903 instó a los segadores a distribuir los tratados “de casa en casa los domingos por la mañana”.
12. ¿Cómo hemos mejorado la eficacia de nuestra predicación? Ilústrelo.
12 En los últimos años hemos ensanchado nuestro ministerio poniéndonos en contacto con la gente, no solo en sus casas, sino también en otros lugares. Tal medida ha resultado muy eficaz en los países donde, a causa de las condiciones económicas y el afán por el esparcimiento, no encontramos a nadie en las horas en que solemos visitar los hogares. Una Testigo de Inglaterra y su compañera observaron que constantemente salían autobuses con pasajeros que habían disfrutado de un día en la playa, así que se armaron de valor y subieron a los vehículos para presentar La Atalaya y ¡Despertad! a los viajeros. En un mes distribuyeron 229 revistas. “No tenemos miedo de predicar a los que vienen a la playa, de dar testimonio en los negocios ni de hacer frente a ningún otro reto, pues sabemos que Jehová siempre está con nosotras”, dicen. Establecieron una ruta de revistas, iniciaron un estudio bíblico, y las dos han servido de precursoras auxiliares.
13. ¿Qué cambios en el ministerio hay que efectuar en algunos lugares?
13 Al continuar la búsqueda de los merecedores, es posible que haya que replantear el ministerio en algunos lugares. Aunque gran cantidad de Testigos tienen la costumbre de predicar de casa en casa los domingos por la mañana, en algunas zonas se ha visto que no es muy eficaz ir temprano, pues la gente está descansando. Muchos Testigos han modificado su horario y ahora salen más tarde, quizá después de las reuniones cristianas, y su búsqueda ha resultado fructífera. La cantidad de proclamadores del Reino aumentó el año pasado en un 2,3% en todo el mundo, lo cual honra al Amo de la mies y llena de alborozo nuestro corazón.
Conservemos la paz en la siega
14. ¿Con qué actitud presentamos el mensaje, y por qué?
14 Otra razón para sentir gozo tiene que ver con la actitud pacífica que manifestamos en la siega. “Al entrar en la casa —dijo Jesús—, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean.” (Mateo 10:12, 13.) El saludo hebreo y el término correspondiente del griego bíblico transmiten la idea de “que te vaya bien”. Este es el sentimiento que nos guía cuando abordamos a la gente al predicar las buenas nuevas. Confiamos en que su respuesta al mensaje del Reino sea favorable. Quienes responden así tienen la perspectiva de reconciliarse con Dios al arrepentirse de sus pecados, volverse y hacer Su voluntad. La paz con Dios resulta, a su vez, en vida eterna (Juan 17:3; Hechos 3:19; 13:38, 48; 2 Corintios 5:18-20).
15. ¿Cómo se nos hace posible mantener una actitud pacífica cuando la reacción a la predicación es desfavorable?
15 ¿Cómo mantenemos la paz cuando la reacción no es favorable? Jesús dio este mandato: “Si [la casa] no lo merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes” (Mateo 10:13). El relato de Lucas sobre la ocasión en que Jesús envió a 70 discípulos incluye estas palabras de Cristo: “Si hay allí un amigo de la paz, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no lo hay, se volverá a ustedes” (Lucas 10:6). Cuando hablamos de las buenas nuevas a las personas, lo hacemos, como es propio, de manera agradable y pacífica. Las respuestas apáticas, las quejas y los comentarios poco amistosos de los amos de casa solo resultan en que ‘vuelva a nosotros’ nuestro mensaje pacífico. Pero nada de eso nos roba la paz, un fruto del espíritu santo de Jehová (Gálatas 5:22, 23).
Una buena meta para los segadores
16, 17. a) ¿Cuál es nuestro objetivo al hacer revisitas? b) ¿Cómo ayudamos a los que tienen preguntas bíblicas?
16 A los segadores nos complace tomar parte en reunir a la gente para que disfrute de vida eterna. Y sentimos mucha felicidad cuando predicamos a una persona que responde favorablemente, desea aprender más y resulta ser “un amigo de la paz”. Tal vez nos plantee muchas preguntas bíblicas y sea imposible contestárselas todas en una sola visita. ¿Qué hacer, ya que no estaría bien quedarse mucho tiempo la primera vez que hablamos con ella? Fijarnos la meta que se recomendó hace unos sesenta años.
17 “Todo testigo de Jehová debería estar preparado para conducir estudios modelo sobre temas bíblicos.” Esta afirmación apareció en el tercer folleto de la serie Estudio Modelo, editada de 1937 a 1941. Seguía diciendo: “Todo publicador [del Reino] debería ser diligente en ayudar a la gente de buena voluntad que muestra interés en el mensaje del Reino, y contestarle diferentes preguntas [en las revisitas] [...], para luego principiar un estudio modelo [...] tan pronto como sea posible”. En efecto, el objetivo al hacer revisitas es iniciar un estudio bíblico y dirigirlo con regularidad.a Nuestro afecto y preocupación amorosa por las personas interesadas nos incitará a prepararnos bien y dirigir el estudio eficazmente.
18. ¿Cómo ayudamos a los nuevos a hacerse discípulos de Jesucristo?
18 Con la ayuda del libro El conocimiento que lleva a vida eterna y de folletos como ¿Qué exige Dios de nosotros?, es posible dirigir cursos bíblicos eficaces y ayudar así a las personas recién interesadas a hacerse discípulos. Como tratamos de imitar al Gran Maestro, Jesucristo, es probable que los estudiantes también aprendan de nuestra paz y gozo, nuestra sinceridad y nuestro respeto a las normas y pautas de Jehová. Cuando contestemos a los nuevos las preguntas que nos planteen, hagamos asimismo lo posible por enseñarles a dar respuesta a quienes les formulen preguntas a ellos (2 Timoteo 2:1, 2; 1 Pedro 2:21). Como segadores simbólicos, no hay duda de que nos complace que el pasado año de servicio se dirigieran en todo el mundo un promedio de 4.766.631 estudios de la Biblia. Nos causa una satisfacción especial ser de los segadores que imparten cursos bíblicos.
Continuemos alegres durante la siega
19. ¿Por qué había buenas razones para sentir gozo durante la siega cuando Jesús llevó a cabo su ministerio y en los días inmediatamente posteriores?
19 Había buenas razones para sentir gozo durante la siega cuando Jesús llevó a cabo su ministerio y en los días inmediatamente posteriores. Muchos respondieron de manera favorable a las buenas nuevas. La alegría fue grande en particular en Pentecostés de 33 E.C., pues unas tres mil personas aceptaron lo que les dijo Pedro, recibieron el espíritu santo de Jehová y entraron a formar parte del Israel espiritual de Dios. Es más, la cantidad siguió aumentando y su gozo abundó, pues “Jehová continuó uniendo diariamente a ellos los que se iban salvando” (Hechos 2:37-41, 46, 47; Gálatas 6:16; 1 Pedro 2:9).
20. ¿Qué nos causa alegría desbordante durante la siega?
20 En aquel entonces se cumplió la profecía de Isaías: “[Jehová,] has hecho populosa la nación; para ella has hecho grande el regocijo. Se han regocijado delante de ti como con el regocijo del tiempo de la siega, como los que se regocijan al dividir el despojo” (Isaías 9:3). Aunque ahora vemos esa ‘populosa nación’ de ungidos casi completa, sentimos alegría desbordante al observar que año tras año aumenta la cantidad de los segadores (Salmo 4:7; Zacarías 8:23; Juan 10:16).
21. ¿Qué analizaremos en el artículo siguiente?
21 Es indudable que tenemos razones válidas para seguir contentos durante la siega. Nos causan gozo estos tres factores: nuestro mensaje de esperanza, la búsqueda de los merecedores y nuestra promoción de la paz. No obstante, la reacción de muchas personas es adversa. El apóstol Juan experimentó lo mismo, pues lo encarcelaron en la isla de Patmos “por hablar acerca de Dios y por dar testimonio de Jesús” (Revelación 1:9). Entonces, ¿cómo mantenemos el gozo cuando sufrimos persecución y oposición? ¿Qué nos ayudará a hacer frente a la actitud cada vez más endurecida de muchas personas a quienes predicamos? El siguiente artículo da respuestas bíblicas a estas cuestiones.
[Nota]
a Al principio los estudios se organizaban en lugares donde pudiera juntarse un grupo de personas interesadas, pero enseguida se llevaron a cabo también con individuos y familias (véase Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios, pág. 574, editado por los testigos de Jehová).
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Perseveremos en la siegaLa Atalaya 2001 | 15 de julio
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Perseveremos en la siega
“Los que siembran con lágrimas segarán aun con clamor gozoso.” (SALMO 126:5.)
1. ¿Por qué hay que ‘rogar al Amo de la mies que envíe obreros’ hoy?
DESPUÉS de su tercera gira de predicación por Galilea, Jesucristo dijo a sus discípulos: “La mies es mucha, pero los obreros son pocos” (Mateo 9:37). Igual ocurría en Judea (Lucas 10:2). Esa era la situación hace casi dos mil años; ¿y hoy? Pues bien, durante el último año de servicio, más de seis millones de testigos de Jehová siguieron perseverando en la siega simbólica entre los 6.000.000.000 de habitantes del planeta, muchos de los cuales están ‘desollados y desparramados como ovejas sin pastor’. De modo que la exhortación de Jesús de ‘rogar al Amo de la mies que envíe obreros a su siega’ es tan válida hoy como lo fue hace siglos (Mateo 9:36, 38).
2. ¿A qué se debe que el mundo nos haga centro de su atención?
2 Jehová Dios, el Amo de la mies, ha contestado la súplica de más segadores. ¡Y cuánto alegra tomar parte en esta siega que Dios dirige! Aunque somos pocos en comparación con la población de las naciones, el mundo ha fijado su atención en nosotros debido a nuestro celo en la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos. En muchos países se nos menciona con frecuencia en los medios informativos. Y, a veces, en los seriales de televisión, el sonido de un timbre suscita el comentario de que son los testigos de Jehová quienes llaman a la puerta. En efecto, la labor que efectuamos como segadores en sentido figurado es famosa en el siglo XXI.
3. a) ¿Cómo sabemos que la predicación del Reino en el siglo primero no pasó inadvertida? b) ¿Por qué decimos que los ángeles apoyan nuestro ministerio?
3 En el siglo primero, el mundo también reparó en la predicación del Reino y persiguió a los proclamadores de las buenas nuevas, por lo que el apóstol Pablo escribió: “Me parece que a nosotros los apóstoles Dios nos ha puesto últimos en exhibición como hombres designados para muerte, porque hemos llegado a ser un espectáculo teatral al mundo, tanto a ángeles como a hombres” (1 Corintios 4:9). Del mismo modo, el que los proclamadores del Reino perseveremos a pesar de la persecución ha atraído la atención del mundo sobre nosotros y es importante para los ángeles. Revelación 14:6 dice: “[Yo, el apóstol Juan,] vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo”. En efecto, nuestro ministerio, nuestra siega, cuenta con el apoyo de los ángeles (Hebreos 1:13, 14).
“Objeto de odio”
4, 5. a) ¿Qué advirtió Jesús a sus discípulos? b) ¿Por qué son “objeto de odio” los siervos de Dios de la actualidad?
4 Los apóstoles prestaron atención al mandato que les dio Jesús cuando los envió a servir de segadores: “[Sean] cautelosos como serpientes, y, sin embargo, inocentes como palomas”. Luego, Jesús añadió: “Guárdense de los hombres; porque los entregarán a los tribunales locales, y los azotarán en sus sinagogas. ¡Si hasta los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa, para un testimonio a ellos y a las naciones! [...] Y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 10:16-22).
5 Hoy somos “objeto de odio” porque “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, Satanás el Diablo, el principal adversario de Dios y Su pueblo (1 Juan 5:19). Nuestros enemigos observan la prosperidad espiritual de la que gozamos, pero se niegan a atribuirla a Jehová. Los opositores contemplan nuestro rostro feliz y sonriente cuando participamos alegres en la siega, y se maravillan de nuestra unidad. De hecho, es posible que la reconozcan de mala gana cuando van a otro país y descubren que los testigos de Jehová efectúan allí la misma obra que en su tierra natal. Claro que nosotros sabemos que llegará el momento en que Jehová, que es quien nos apoya y la fuente de nuestra unidad, hará que hasta nuestros enemigos reconozcan Su existencia (Ezequiel 38:10-12, 23).
6. ¿Con qué garantía contamos al efectuar la siega, pero qué pregunta surge?
6 El Amo de la mies ha dado a su Hijo, Jesucristo, “toda autoridad [...] en el cielo y sobre la tierra” (Mateo 28:18). Jehová emplea a Jesús para dirigir la siega mediante los ángeles del cielo y “el esclavo fiel y discreto” ungido en la Tierra (Mateo 24:45-47; Revelación 14:6, 7). Ahora bien, ¿cómo logramos hacer frente a la oposición de nuestros enemigos y, aun así, seguir adelante con gozo en la siega?
7. ¿Qué disposición de ánimo debemos tratar de mantener cuando somos objeto de oposición o persecución?
7 Cuando afrontemos oposición o hasta persecución abierta, pidamos que Dios nos ayude a mantener una disposición de ánimo como la de Pablo, quien escribió: “Cuando se nos injuria, bendecimos; cuando se nos persigue, lo soportamos; cuando se nos infama, suplicamos” (1 Corintios 4:12, 13). En ocasiones, este espíritu, aunado al tacto en nuestro ministerio público, ha hecho cambiar de actitud a los opositores.
8. ¿Cómo nos tranquilizan las palabras de Jesús anotadas en Mateo 10:28?
8 No perdemos el celo que sentimos como segadores ni siquiera ante la amenaza de muerte. Proclamamos sin temor el mensaje del Reino lo más abiertamente posible, con el ánimo y la tranquilidad que derivamos de estas palabras de Jesús: “No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena” (Mateo 10:28). Sabemos que nuestro Padre celestial es el Dador de la vida y que recompensa a quienes le son íntegros y perseveran fielmente en la siega.
Un mensaje que salva vidas
9. ¿Cómo respondieron algunas personas a lo que dijo Ezequiel, y qué respuesta similar obtenemos hoy?
9 Cuando el profeta Ezequiel proclamó con valor las palabras de Jehová a las “naciones rebeldes”, los reinos de Israel y Judá, a algunas personas les complacía escuchar lo que hablaba (Ezequiel 2:3). “¡Mira! —dijo Jehová—, tú eres para ellos como una canción de amores sensuales, como uno con bella voz y que toca bien un instrumento de cuerdas.” (Ezequiel 33:32.) Aunque les gustaba lo que decía Ezequiel, no actuaron en consecuencia. ¿Qué sucede hoy? Cuando el resto ungido y sus compañeros proclaman con valentía los mensajes de Jehová, a algunas personas les agrada escucharles hablar de las bendiciones del Reino, pero no responden con aprecio, no se hacen discípulos ni toman parte en la siega.
10, 11. ¿Qué se hizo en la primera mitad del siglo XX para dar a conocer nuestro mensaje de salvación, y con qué resultados?
10 Por otro lado, muchos han respondido de manera favorable a la siega y participan en proclamar los mensajes divinos. Por ejemplo, durante una serie de asambleas cristianas celebradas de 1922 a 1928, se divulgaron con claridad los mensajes de juicio contra el malvado sistema de cosas de Satanás. Las emisoras de radio emitieron las denuncias presentadas en aquellas asambleas, y después el pueblo de Dios las imprimió, y distribuyó millones de ejemplares.
11 A finales de los años treinta se inició un nuevo modo de predicar: las marchas de información. Al principio, los siervos de Jehová llevaban pancartas que anunciaban los discursos públicos, pero más adelante portaban letreros con lemas como “La religión es un lazo y un fraude” y “Servid a Dios y a Cristo el Rey”. Cuando desfilaban por las calles, atraían la atención de los transeúntes. ‘Estas marchas contribuyeron en gran manera a que los testigos de Jehová saltaran al primer plano y a que cobraran valor’, comentó un hermano que efectuó esta obra con asiduidad por las concurridas calles de Londres (Inglaterra).
12. Además de los mensajes de juicio divinos, ¿qué proclamamos en nuestro ministerio, y quiénes predican hoy unidos las buenas nuevas?
12 A la vez que proclamamos los juicios divinos, también destacamos los aspectos positivos del mensaje del Reino. La valiente predicación que llevamos a cabo en el escenario mundial nos permite buscar a los merecedores (Mateo 10:11). La mayoría de los últimos componentes de la clase ungida respondieron a la llamada fuerte y clara hecha durante los años veinte y treinta del siglo pasado. Entonces, en una asamblea de 1935 se dio la maravillosa noticia de que a “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” le espera un futuro dichoso en un paraíso terrestre (Revelación 7:9; Juan 10:16). Los miembros de este grupo han hecho caso de los mensajes de juicio divinos y se han unido a los ungidos en la predicación de las buenas nuevas que salvan vidas.
13, 14. a) ¿Cómo nos consuela el Salmo 126:5, 6? b) ¿Qué sucederá si continuamos sembrando y regando?
13 A los segadores de Dios, en especial los que sufren persecución, los consuelan mucho las palabras del Salmo 126:5, 6: “Los que siembran con lágrimas segarán aun con clamor gozoso. El que sin falta sale, aun llorando, llevando consigo una bolsa llena de semilla, sin falta entrará con un clamor gozoso, trayendo consigo sus gavillas”. Las expresiones del salmista sobre sembrar y recoger ilustran cómo cuidó y bendijo Jehová al resto que regresó del cautiverio en la antigua Babilonia. Aquellos israelitas estaban muy contentos con su liberación, pero es posible que hayan llorado al sembrar las semillas en su tierra desolada, que no se había trabajado durante los setenta años de destierro. Sin embargo, los que no abandonaron la siembra y la reconstrucción disfrutaron del fruto de su labor.
14 Tal vez lloremos al pasar por pruebas o cuando nosotros o nuestros hermanos en la fe sufrimos por causa de la justicia (1 Pedro 3:14). Es posible que al principio lo pasemos mal en la siega porque parece que nuestra labor es improductiva. Pero si seguimos sembrando y regando, Dios lo hará crecer, por lo general más de lo que esperamos (1 Corintios 3:6). Ilustran bien esta afirmación los resultados de la distribución de Biblias y publicaciones bíblicas.
15. Dé un ejemplo de la utilidad de las publicaciones cristianas en la siega.
15 Veamos el caso de un señor llamado Jim. Cuando murió su madre, él encontró entre sus pertenencias el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?a Lo leyó con interés y, más adelante, tras una conversación con una Testigo que lo abordó en la calle, aceptó que volvieran a visitarlo y le dieran lecciones bíblicas, lo que llevó a que progresara rápidamente en sentido espiritual, se dedicara a Jehová y se bautizara. Habló con su familia de lo que había aprendido, lo cual resultó en que se hicieran testigos de Jehová su hermana y su hermano. Tiempo después, Jim disfrutó del privilegio de servir a tiempo completo en el Betel de Londres.
Gozosos pese a ser perseguidos
16. a) ¿Por qué ha obtenido tan buenos resultados la siega? b) ¿Qué advertencia dio Jesús sobre el efecto de las buenas nuevas, pero cuál es nuestra actitud cuando hablamos con la gente?
16 ¿Por qué se han obtenido tan buenos resultados en la siega? Porque los cristianos ungidos y sus compañeros han prestado atención a las instrucciones de Jesús: “Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que oyen susurrado, predíquenlo desde las azoteas” (Mateo 10:27). No obstante, esperamos dificultades, pues Jesús dio esta advertencia: “El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir”. Dijo además: “No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada” (Mateo 10:21, 34). No era su intención dividir a las familias, pero las buenas nuevas tuvieron en ocasiones tal efecto. Igual ocurre hoy en el caso de los siervos de Dios. Cuando visitamos los hogares, no pretendemos ser un elemento divisivo, sino que todos abracen las buenas nuevas, por lo que tratamos de hablar a toda la familia de manera bondadosa y comprensiva para que el mensaje atraiga a los que estén “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48).
17. ¿Qué hace distintos a los que apoyan la soberanía de Dios, y qué caso lo ejemplifica?
17 El mensaje del Reino hace distintos a los que apoyan la soberanía de Dios. Veamos el caso de los hermanos cristianos que sobresalieron porque ‘pagaron a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios’, durante el régimen nacionalsocialista alemán (Lucas 20:25). A diferencia de los guías religiosos y los cristianos nominales de las iglesias de la cristiandad, los siervos de Jehová se mantuvieron firmes y rehusaron violar los principios bíblicos (Isaías 2:4; Mateo 4:10; Juan 17:16). Christine King, profesora universitaria y escritora del libro The Nazi State and the New Religions (El Estado nazi y las nuevas religiones), hizo esta observación: “Solamente en el caso de los Testigos fracasó el gobierno [nazi], pues aunque había matado a miles, la obra siguió adelante, y en mayo de 1945 el movimiento de los testigos de Jehová seguía vivo, mientras que el nacionalsocialismo no”.
18. ¿Qué actitud manifiesta el pueblo de Jehová a pesar de la persecución?
18 Verdaderamente significativa es la actitud del pueblo de Jehová cuando se enfrenta a la persecución. Aunque a las autoridades del mundo tal vez les impresiona nuestra fe, les asombra el que no abriguemos rencor. Por ejemplo, los Testigos que sobrevivieron al Holocausto muestran a menudo su gozo y satisfacción cuando recuerdan sus experiencias. Saben que Jehová les dio “el poder que es más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7). Los ungidos que conviven con nosotros están seguros de que “sus nombres [han] sido inscritos en los cielos” (Lucas 10:20). Su aguante produce una esperanza que no conduce a la desilusión. Un convencimiento similar tienen los fieles segadores que abrigan la esperanza de vida eterna en la Tierra (Romanos 5:4, 5).
Perseveremos en la siega
19. ¿Qué métodos eficaces se han usado en el ministerio cristiano?
19 Aún no sabemos cuánto tiempo más permitirá Jehová que llevemos a cabo la siega figurativa. Mientras tanto, no debemos olvidar que los segadores emplean métodos específicos en su labor. Del mismo modo, podemos estar seguros de que tendrá buenos efectos el que usemos con fidelidad los métodos de predicación de eficacia probada. Pablo dijo a sus hermanos cristianos: “Les suplico [...]: háganse imitadores de mí” (1 Corintios 4:16). Cuando se reunió con los ancianos de Éfeso en Mileto, les recordó que no se había retraído de enseñarles “públicamente y de casa en casa” (Hechos 20:20, 21). Su compañero Timoteo había aprendido los métodos del apóstol y, por tanto, estaba en situación de enseñárselos a los corintios (1 Corintios 4:17). Dios bendijo los métodos de enseñanza de Pablo, igual que bendecirá nuestra perseverancia al predicar las buenas nuevas públicamente y de casa en casa, hacer revisitas, dirigir estudios bíblicos y hablar con la gente dondequiera que se encuentre (Hechos 17:17).
20. ¿Cómo indicó Jesús que se acercaba una abundante siega espiritual, y cómo ha resultado cierto en los últimos años?
20 Después de dar testimonio a una samaritana cerca de Sicar, en 30 E.C., Jesús habló a sus discípulos de la siega espiritual: “Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega —dijo—. Ya el segador está recibiendo salario y recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos” (Juan 4:34-36). Tal vez ya había visto los resultados de su encuentro con la samaritana, pues muchos pusieron fe en él a causa del testimonio de aquella mujer (Juan 4:39). En los últimos años, varios países han levantado las restricciones que habían impuesto a los testigos de Jehová o les han concedido reconocimiento legal, lo que ha supuesto la apertura de nuevos campos donde cosechar. Como consecuencia, está en marcha una abundante siega espiritual. De hecho, por todo el mundo se nos está colmando de bendiciones mientras nos dedicamos con gozo a dicha siega.
21. ¿Por qué tenemos razón los segadores para seguir adelante gozosos?
21 Cuando los cultivos están maduros y listos para la cosecha, los trabajadores han de darse mucha prisa y proceder sin demora. Hoy tenemos que ser diligentes y laborar con sentido de la urgencia, pues vivimos en “el tiempo del fin” (Daniel 12:4). Es verdad que tropezamos con pruebas, pero la cosecha de adoradores de Jehová es mayor que nunca. Así que esta es una ocasión de alegría (Isaías 9:3). Por tanto, como trabajadores gozosos, ¡perseveremos en la siega!
[Nota]
a Editado y distribuido por los testigos de Jehová.
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