Daniel es un publicador no bautizado de 6 años de edad de Ghana que dirige diez estudios bíblicos, casi todos con amigos de la escuela. Uno de ellos, que tiene 19 años, asistió a la Conmemoración el pasado mes de marzo. Cuando el profesor de Daniel hizo una afirmación errónea respecto al origen de la vida animal, este aprovechó la ocasión. En el recreo se dirigió a él y le dijo respetuosamente que tenía una publicación que aclaraba ese tema. Después de leer un folleto, el maestro escribió una nota al padre de Daniel; ahora este profesor está progresando en cuanto al conocimiento que lleva a la vida eterna.

Entre nuestros jóvenes hay Testigos muy valientes y celosos. Bjarki, un niño de Islandia que ahora tiene 10 años, predica a menudo a sus compañeros de la escuela. Hace poco, estos sostuvieron que él no era cristiano, pues según dijeron, creía en Jehová y no en Dios. Cuando intentó explicarles el asunto, no le creyeron. De camino a casa, Bjarki le pidió a un compañero de clase que lo acompañara, porque había algo que debía enseñarle. Una vez allí, abrió la Biblia por Génesis 2:5, donde el nombre de Dios figura en una nota al pie de la página de la versión en islandés, y también utilizó la Traducción del Nuevo Mundo en inglés, para convencer a su amigo de que el nombre de Dios es Jehová. Entonces Bjarki le dijo: “Ya has visto por ti mismo que según la Biblia el nombre de Dios es Jehová, así que cuando los chicos de la escuela digan que no lo es, puedes decirles que no tienen razón, porque tú mismo lo has visto en la Biblia”. De modo que Bjarki no solo enseñó la verdad a su amigo, sino que le dio instrucciones para que predicara.

Algunas veces ha sido posible dar un testimonio respetuoso en el aula misma. Un hermano joven del Líbano presentó ante sus compañeros de clase un informe acerca de los testigos de Jehová, valiéndose, entre otras cosas, de la videocinta Los testigos de Jehová... la organización tras el nombre. Cuando a un joven publicador de Portugal se le pidió que escribiera una redacción sobre lo que había hecho durante las vacaciones de “Semana Santa”, mencionó que había asistido a la Conmemoración. El relato despertó el interés de su profesora, quien enseguida concordó en estudiar la Biblia y ahora es publicadora no bautizada.