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  • ‘Comprándose el tiempo’ en Italia
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
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  • Celosa a los 70 años
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
w87 15/5 págs. 26-27

‘Comprándose el tiempo’ en Italia

‘CÓMPRENSE el tiempo oportuno’ fue lo que en dos ocasiones el apóstol Pablo instó a sus compañeros cristianos a hacer mientras se hallaba en Roma, Italia. (Efesios 5:15, 16; Colosenses 4:5.) Sus lectores del siglo primero respondieron bien. Buscaron tiempos oportunos para esparcir las “buenas nuevas” y ayudar a otras personas a hacerse adoradores del Dios verdadero. (Mateo 24:14.)

Los que hoy día sirven a Jehová en Italia, donde Pablo escribió esas cartas, todavía responden bien a su consejo. Como los cristianos primitivos, buscan maneras de aumentar su participación en la obra de predicar el Reino. ¿Cómo hallan “el tiempo oportuno”?

Beneficios de identificarse

Giuseppe, un hombre de edad avanzada que es ministro de tiempo completo de los testigos de Jehová en Roma, recuerda cuando tenía trabajo seglar. Se había asegurado de que todos los que trabajaban con él supieran que era testigo de Jehová. El identificarse preparó el terreno para un tiempo que le fue “oportuno” para compartir las verdades bíblicas. Cierto día lo asignaron a adiestrar a un hombre llamado Gianni. Inmediatamente los otros trabajadores le dijeron a Gianni que su instructor era un testigo de Jehová. Tan pronto como el trabajador estuvo a solas con Giuseppe, le dijo: “Ahora hablamos de nuestro empleo, pero a la hora del almuerzo quiero que me enseñe algo acerca de Jehová”.

Durante los períodos del almuerzo consideraron varios asuntos bíblicos. Giuseppe le enseñó a Gianni que el nombre de Dios es Jehová. También le explicó lo que Dios se propone para la Tierra. Pero ¿qué sucedió al terminar el período de adiestramiento? “Le di el número de mi teléfono y alguna literatura bíblica —dice Giuseppe—. Aceptó la literatura, pero dijo: ‘Si en estas publicaciones encuentro algo que no esté en armonía con la verdad de la Biblia, voy a regresar y, delante de todos los que trabajan contigo, voy a probar que estás equivocado’.”

Pasaron los meses. Nada se oyó de Gianni. “Pero cierto día —continúa Giuseppe— me llamó y me dijo que quería verme. Nos reunimos, y él tenía una lista de preguntas. ¡Hablamos por diez horas! Aceptó mi oferta de estudiar la Biblia con regularidad.” ¿Qué resultado tuvo esto? Giuseppe dice: “Los cambios favorables que hizo impresionaron tanto a su esposa y a su madre que ellas, también, empezaron a interesarse en el estudio bíblico. Hoy Gianni, su esposa y su madre son fieles siervos de Jehová”.

Obligado a quemar su Biblia

La buena conducta cristiana también conduce a ‘tiempos oportunos’ para compartir las verdades bíblicas con otras personas. Como dice el apóstol Pablo, la buena conducta puede ‘en todas las cosas adornar la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’. (Tito 2:10.)

Pietro, que ahora es Testigo y tiene casi treinta años de edad, fue atraído a tal “enseñanza” por la conducta cristiana de un compañero de clases. “Estaba en el quinto grado escolar —recuerda Pietro—, pero todavía recuerdo la conducta de aquel muchacho. Era el único que se negaba a permanecer en la clase durante la instrucción religiosa.”

Cierto día Pietro le preguntó a aquel muchacho por qué nunca se quedaba en la clase. Él le explicó que había sido eximido porque era testigo de Jehová. Esto hizo que Pietro se interesara en aprender más. Le pidió que le trajera una Biblia. Después de leer porciones de la Biblia, dice Pietro, “entendí que contenía la verdad. Decidí que desde entonces en adelante quería hacer lo que la Biblia decía. Llevé conmigo la Biblia a la escuela y dije a todo el mundo que era testigo de Jehová. Solo tenía diez años”.

Empezaron las dificultades. Pietro continúa su relato: “El sacerdote que conducía las clases religiosas en la escuela dijo a mis padres que yo usaba la Biblia en la escuela, y les aconsejó que la destruyeran. Cuando llegué a casa, mi madre trató de quitarme la Biblia, pero la agarré con todas mis fuerzas. Entonces mi madre empezó a golpearme, y la arrancó de mis manos. Después me obligó a quemar mi propia Biblia”. Pietro perdió su Biblia, pero no su fe. Pensó: ‘Tan pronto como crezca compraré una Biblia nueva y saldré para compartir con otros su mensaje’.

Pasaron dos años. Entonces Pietro se enteró de que en la casa de uno de sus amigos se conducía un estudio bíblico. Asistió en secreto al estudio. “Cierto día —dice Pietro— dije a mis padres: ‘He decidido hacerme testigo de Jehová. ¡Esta vez nada me hará cambiar de opinión!’” Al ver la resolución de su hijo de 12 años, los padres cedieron. Pietro empezó a asistir a las reuniones del Salón del Reino inmediatamente. Cuatro años después se bautizó como testigo de Jehová. Hoy, 18 años después de haber aprendido la verdad bíblica por la conducta fiel de su compañero de clases, Pietro ‘compra todo el tiempo oportuno’ al servir como ministro de tiempo completo en Italia.

Celosa a los 70 años

Mafalda, una cristiana de Livorno, también sirve entre los más de 22.000 celosos precursores, o ministros de tiempo completo, de Italia. Empezó a servir como precursora a los 56 años. Explica: “El servicio de precursor exige que se dediquen por lo menos 1.000 horas al año a la obra de predicar. Pero puesto que este es un mensaje importante, yo dedico 2.000 horas al año a la obra”. Mafalda ahora tiene 70 años de edad. ¿Qué planes tiene? “Entre los cristianos del primer siglo había esposas trabajadoras que participaban en el ministerio —dice—. Como ellas, quiero continuar proclamando el Reino de Dios. Esa es mi meta en la vida.”

Sí, desde las cumbres coronadas de nieve del norte alpino hasta la isla mediterránea de Sicilia en el sur, los testigos de Jehová que sirven en Italia hoy reflejan el celo de los cristianos del primer siglo. Cada día del año dedican, como promedio, más de 100.000 horas a predicar el Reino. ¿Con qué resultado? Tan solo el año pasado, alrededor de 12.000 personas se bautizaron y llegaron a ser ministros ordenados de Jehová. Ahora estas personas, junto con los otros 131.000 testigos de Jehová, ‘se compran el tiempo oportuno’ en Italia.

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