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Las buenas nuevas de la paz llegan a las tierras altas de ChiapasLa Atalaya 2000 | 15 de diciembre
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Los frutos de la predicación
Los Testigos del estado de Chiapas no permitieron que los problemas y el peligro los disuadieran de participar en las campañas especiales para llevar las buenas nuevas a los habitantes de la zona. Por ejemplo, en abril y mayo de 1995 se unieron a sus compañeros cristianos de todo el mundo en la campaña de distribución de Noticias del Reino núm. 34, cuyo oportuno título era ¿Por qué hay tantos problemas en la vida?
Durante la campaña, un precursor regular llamado Ciro encontró en Pueblo Nuevo a una familia que mostró interés en el mensaje. Al regresar a visitarla tres días después, empezó un estudio bíblico. Pero cuando él y un compañero volvieron para conducir el estudio, se encontraron con que el padre no estaba en casa y que había un grupo de encapuchados esperándole con malas intenciones. Estos le preguntaron a Ciro y a su compañero a quién buscaban y los amenazaron de muerte. Ambos cristianos oraron en silencio y luego explicaron valerosamente que habían venido para dar un curso bíblico a la familia. Los hombres los dejaron ir. Por alguna razón, el padre no llegó a casa ese día.
Casi tres años más tarde, Ciro se sorprendió cuando ese mismo señor tocó a su puerta. Cuánto se alegró al enterarse de que todos los de la familia se habían bautizado y servían en una congregación de Guatemala, y que una de las hijas era incluso precursora regular.
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Las buenas nuevas de la paz llegan a las tierras altas de ChiapasLa Atalaya 2000 | 15 de diciembre
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A un guerrillero joven lo destinaron a hacer rondas en cierta comunidad de la selva. A la llegada vio que todos los habitantes —la mayoría testigos de Jehová— habían huido. De modo que se alojó en uno de los hogares abandonados. Como no tenía mucho que hacer, tomó algunos libros que halló en la casa y se puso a leerlos. Eran publicaciones de la Watch Tower que habían dejado los Testigos. El joven tuvo tiempo de meditar en la información, ya que estaba solo. Decidió que tenía que cambiar su modo de vivir y deponer las armas. Tan pronto como pudo, buscó a los Testigos y aceptó un estudio de la Biblia. Al cabo de seis meses ya estaba proclamando las buenas nuevas. Él y otros tres miembros de su familia, que apoyaban la guerrilla, son ahora cristianos bautizados.
El lado positivo
Aunque el conflicto ha causado muchas dificultades, ha influido para bien en la actitud de la gente hacia la predicación. Un anciano de la localidad donde empezó la lucha relata: “Como a los cinco días de iniciado el conflicto, organizamos bien la predicación tanto en la ciudad como fuera de ella. La gente quería oírnos. Distribuimos muchas publicaciones bíblicas y comenzamos varios estudios de la Biblia. Había un territorio en el que se oponían a la verdad, pero a raíz del conflicto, ahora escuchan y aceptan estudiar e ir a las reuniones y a las asambleas”.
Los hermanos se alegran de haber podido seguir participando en sus actividades teocráticas a pesar de las condiciones tan inestables. Tanto el ejército nacional como el EZLN son conscientes de que los Testigos celebran sus asambleas, las cuales son una fuente de fortaleza espiritual. Las visitas de los superintendentes viajantes también han constituido un gran estímulo para continuar predicando. Cabe señalar que hasta los que participan en la contienda a menudo animan a los Testigos a no abandonar la obra.
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