BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w87 15/4 págs. 22-25
  • Mostrándose ‘celosos de obras excelentes’ en Kenia

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Mostrándose ‘celosos de obras excelentes’ en Kenia
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
  • Subtítulos
  • Precursores que prepararon el camino
  • Más crecimiento
  • Excelentes ejemplos de celo
  • Espíritu de precursor
  • Alabanza... de la boca de “pequeñuelos”
  • Se espera más crecimiento
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
w87 15/4 págs. 22-25

Mostrándose ‘celosos de obras excelentes’ en Kenia

“¡ESTO es lo que he estado buscando toda la vida! —exclamó un hombre de antecedentes hindúes después de haber asistido a una asamblea reciente de los testigos de Jehová en Kenia, África—. Es algo especial.”

¿Qué le había impelido a decir eso? “Personas de tantas razas, antecedentes y países... todas asociándose libremente con obvio afecto mutuo”, dijo. Pero ¿cómo era posible esto en un mundo lleno de desunión y prejuicio racial? ¿Qué conducía a tanta unidad y armonía espiritual en Kenia?

Precursores que prepararon el camino

Allá en 1931 Frank y Gray Smith partieron desde el África austral hacia Mombasa con 40 cajas de libros. Desde allí hicieron un viaje agotador y peligroso hacia Nairobi, donde en aproximadamente un mes distribuyeron toda la literatura que llevaban. Ambos contrajeron paludismo, y Frank murió... fiel hasta el fin. Más tarde, aquel mismo año, Robert Nisbet y David Norman hicieron una expedición similar, y distribuyeron 200 cajas de publicaciones en África oriental. Así se sembraron las primeras semillas de la verdad en Kenia.

Después, en 1935, Gray Smith y su esposa, junto con Robert Nisbet y su hermano George, emprendieron la obra de atender a las personas que habían mostrado interés en el mensaje bíblico. Esta vez Robert contrajo fiebre tifoidea. El paludismo y la fiebre de Blackwater atacaron a los demás. La oposición y las órdenes de deportación del gobierno colonial aumentaron las penalidades. A pesar de todo esto, aquellos celosos precursores distribuyeron una tremenda cantidad de literatura y colocaron el fundamento para el desarrollo de la obra. Por ejemplo, unos 30 años después un Testigo que trabajaba en un remoto territorio rural de Kenia se sorprendió al hallar a un hombre que tenía un ejemplar del libro Reconciliación. Su hermano lo había obtenido en 1935. Este hombre progresó, y ahora es testigo de Jehová.

Más crecimiento

No fue sino hasta 1949 cuando vino a residir en Nairobi, la capital de Kenia, la primera Testigo, Mary Whittington. Se había bautizado en Inglaterra solo un año antes. Poco se imaginaba el aislamiento, los obstáculos y la oposición a que tendría que enfrentarse. Sin embargo, tuvo el gozo de ver que ‘el pequeño llegó a ser mil’. (Isaías 60:22.) Hoy, a los 73 años de edad, todavía sirve como precursora regular.

Bill y Muriel Nisbet, los primeros graduados de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower asignados a Kenia, llegaron en 1956. En aquel tiempo había mucha segregación racial y la administración colonial tenía leyes que restringían la predicación y limitaban las reuniones a no más de nueve personas. Por eso, la obra de los Nisbet se limitó al campo europeo y a conversaciones informales con los africanos. No obstante, hubo crecimiento.

En 1962 la obra de los testigos de Jehová recibió reconocimiento legal. Poco después, en 1963, terminó la gobernación colonial, y hubo más posibilidades de expansión para nuestra obra cristiana. Ahora se pudieron imprimir publicaciones en swahíli, y el gobierno autorizó a los ancianos de los testigos de Jehová a solemnizar matrimonios. Desde entonces los testigos de Jehová han ayudado a casi 2.000 parejas a legalizar su matrimonio.

Para 1972 se dedicó una nueva y excelente sucursal, ubicada convenientemente en Nairobi. (Desde entonces ese edificio ha sido agrandado.) Kenia estaba ahora mejor equipada para supervisar la obra del Reino en los diez países de África oriental bajo su cuidado, y proveer las publicaciones que se necesitaban en los diversos lenguajes nativos.

Excelentes ejemplos de celo

Los proclamadores de las buenas nuevas en Kenia despliegan el mismo ‘celo por las obras excelentes’ que era notable entre los cristianos del primer siglo. (Tito 2:14.) No permiten que las dificultades les impidan ayudar a otras personas a adquirir conocimiento exacto de la Biblia.

Hubo el caso de un Testigo a quien la sucursal le pidió que visitara a un ciego que mostraba interés, y que vivía a 26 kilómetros (16 millas) de distancia. El Testigo viajó regularmente en bicicleta para estudiar la Biblia con el ciego. Aunque este hombre había tenido períodos de pensamiento negativo y depresión, ahora es Testigo, y celosamente anuncia a otros la promesa divina del Paraíso restaurado en el cual hasta los ojos de los ciegos serán abiertos. (Isaías 35:5.)

En algunas zonas se requieren grandes esfuerzos para asistir a las reuniones cristianas. Una señora de 70 años de edad acostumbra caminar unos 10 kilómetros (6 millas) para asistir a las reuniones semanales. De camino cruza uno de los mayores ríos de Kenia, aunque hay cocodrilos en él. A veces la corriente es tan fuerte que casi se la lleva. Sin embargo, ella piensa que el banquete espiritual vale la pena. ¡Qué sobresaliente ejemplo de celo!

Otro magnífico ejemplo de celo y aprecio es el de un Testigo que hizo un viaje de nueve horas a pie para asistir a la asamblea de circuito. ¿Por qué hizo eso, cuando tenía suficiente dinero para pagarse un pasaje en el autobús? Por su amor, ¡dio su dinero a la persona a quien instruía en la Biblia, para que aquella persona, también, pudiera disfrutar del programa de la asamblea! Sí, en Kenia se ven claramente el amor y el ‘celo por las obras excelentes’, basados en el conocimiento exacto de la Biblia.

Espíritu de precursor

Este celo se ha desplegado de manera sobresaliente en el ministerio de precursor de tiempo completo. A pesar de difíciles circunstancias, muchas personas han disfrutado de este servicio. Un joven precursor regular sirve en la candente y húmeda ciudad portuaria de Mombasa. Unos años atrás sus piernas le fueron amputadas como resultado de un accidente en que estuvo implicado un camión. Mientras estuvo en el hospital, pensó en suicidarse, y le pidió a la enfermera que le diera una inyección que lo matara, algo que ella se negó a hacer. Dado ya de alta, halló a los Testigos y empezó a estudiar la Biblia bajo la guía de ellos. Esto lo condujo al bautismo y a una nueva vida en el servicio de tiempo completo. Rebosa de celo y gratitud.

Muchas madres que tienen responsabilidades de familia también han llegado a ser precursoras regulares. Entre ellas hay una que tiene tres hijos. Es un caso grave de alta presión de la sangre y tiene un defecto del habla. Tiene que trabajar de jornada completa, y su esposo no es Testigo. Sin embargo, es una precursora feliz. Por supuesto, no solo hay madres en el servicio de precursor regular; hace poco, un padre de ocho hijos cuyo empleo envuelve trabajo por turnos también aceptó este privilegio de servicio.

Muchos que no pueden ser precursores regulares fulguran con el espíritu de precursor. Buscan oportunidades para participar en el ministerio de tiempo completo como precursores auxiliares y pasan 60 horas predicando cada mes.

En abril de 1984, así como en 1985, más de la tercera parte de los publicadores de Kenia participó en alguna forma del servicio de tiempo completo. En una congregación, 73 publicadores fueron precursores auxiliares durante ese mes, y colaboraron con cinco precursores regulares. Los otros 28 miembros de la congregación tuvieron un promedio de 64,6 horas en la predicación, aunque muchos de ellos no se habían bautizado. Como resultado de esto, ¡la congregación condujo un total de 233 estudios bíblicos!

La edad no crea una barrera. Una abuela de 99 años ha empezado a servir como precursora auxiliar. A pesar de sus limitaciones físicas, con valor deja que su luz resplandezca hacia jóvenes y viejos. (Mateo 5:16.) Por sus esfuerzos varias personas han llegado a ser proclamadores del Reino, y ellas recuerdan con afecto la devoción y el espíritu de precursor de esta abuela. Sí, tal ‘celo por las obras excelentes’ ha llevado a muchos a cultivar el espíritu de precursor.

Alabanza... de la boca de “pequeñuelos”

Jovencitos, también, aunque todavía no bautizados, van de buena gana y alegres con sus padres a llevar las buenas nuevas del Dios verdadero a otras personas. (Mateo 21:16.) Durante una campaña especial, una niñita de cuatro años y medio trabajó con sus padres en territorio aislado. Dedicó 160 horas al ministerio del campo aquel mes, ¡y colocó en manos de la gente interesada en la Biblia 27 libros, 66 folletos y 47 revistas!

En las escuelas también se manifiesta este ‘celo por las obras excelentes’. En una zona rural fuera de Nairobi, un jovencito, un estudiante de escuela elemental cuya madre estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová, pudo ayudar a su maestra a encaminarse hacia la vida eterna. En la clase, cuando la maestra habló sobre la vida después de la muerte, este jovencito le mencionó cortésmente que su madre le había enseñado algo que difería de lo que ella decía, y que se basaba en la Biblia. Esto despertó la curiosidad de la maestra. Habló con la madre del niño, quien la dirigió a un Testigo más experimentado. Ahora la maestra misma está esparciendo la verdad bíblica a otras personas, gracias al valor de este jovencito. ¡Qué excelente ejemplo del celo que existe entre los niños cristianos hoy día!

Se espera más crecimiento

Más de la mitad de la población de Kenia todavía no ha oído las buenas nuevas del Reino. Debido a las grandes distancias, solo una vez al año pueden cubrirse algunos territorios aislados. Al llegar los Testigos a esas zonas, un saludo común es: “¿Dónde han estado? Los habíamos echado de menos”. Luego, después de haberse testificado durante unos días o unas semanas en el lugar aislado, cuando llega el tiempo de partir de allí, es conmovedor escuchar expresiones como: “¿Nos van a dejar otra vez? ¿Cómo vamos a progresar?”. Felizmente, se han hecho arreglos para volver a visitar a la mayoría de estas personas que tienen hambre espiritual.

Hoy hay 3.686 ministros del Reino en Kenia. En la celebración de 1986 de la Conmemoración de la muerte de Cristo hubo una concurrencia de 13.067 personas. ¡Eso fue casi cuatro veces la cantidad de Testigos! Entre los que hoy caminan en las sendas de la verdad hay quienes eran alcohólicos, gente pendenciera, líderes de pandillas, concusionarios, espiritistas y personas que practicaban otras obras malas, pero que han hecho grandes cambios en su vida. ¿Qué nos dice esto acerca del futuro?

Es obvio que puede esperarse que la obra crezca. Sí, en Kenia la gente está respondiendo favorablemente a las “buenas nuevas del reino”. (Mateo 24:14.) Muchos se han unido a las filas de los testigos de Jehová... un pueblo “celoso de obras excelentes”. Por estas obras sobresalen como un pueblo singular, libre de barreras raciales y otros factores que estorban la unidad verdadera. En verdad, esto “es algo especial”.

[Fotografía en la página 23]

Miles de delegados de habla swahíli asistieron a la Asamblea “Mantenedores de Integridad” en diciembre de 1985

[Fotografía en la página 24]

Dramas bíblicos presentados en swahíli e inglés fueron muy edificantes

[Fotografía en la página 25]

El bautismo público evidenció la bendición de Jehová

[Mapas en la página 22]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

KENIA

Nairobi

Mombasa

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir