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Confiemos plenamente en Jehová en tiempos de angustiaLa Atalaya 2003 | 1 de septiembre
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Cuando perdemos el empleo o los ingresos son escasos
3. ¿A qué presiones económicas estamos sometidos los siervos de Jehová en estos “tiempos críticos”, y qué nos da la seguridad de que él está dispuesto a ayudarnos?
3 En estos “tiempos críticos”, los cristianos estamos sometidos a las mismas presiones económicas que el resto de la gente (2 Timoteo 3:1). Por tanto, puede ser que perdamos súbitamente el empleo o que no nos quede más remedio que trabajar largas horas por un salario muy bajo. En tales circunstancias, quizá se nos haga difícil ‘proveer para los que son nuestros’ (1 Timoteo 5:8). ¿Está dispuesto el Dios Altísimo a ayudarnos en esos momentos? ¡Sin duda alguna! Claro, Jehová no nos resguarda de los problemas de la vida en este sistema de cosas. Pero si confiamos en él, las palabras de Salmo 46:1 se cumplirán en nuestro caso: “Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias”. Ahora bien, ¿cómo podemos demostrar que confiamos plenamente en Jehová cuando atravesamos dificultades económicas?
4. ¿Qué podemos pedir a Jehová al afrontar problemas económicos, y cómo responde él a tales ruegos?
4 Un modo de demostrar nuestra confianza en Jehová es dirigirnos a él en oración. Pero ¿qué le pediremos? Cuando afrontamos problemas económicos, necesitamos más que nunca sabiduría práctica, así que pidámosla a Jehová fervientemente. Su Palabra nos da esta garantía: “Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada” (Santiago 1:5). Sí, a fin de tomar decisiones acertadas, roguemos a Jehová que nos conceda sabiduría, es decir, la facultad de emplear el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento. Nuestro amoroso Padre celestial nos asegura que escuchará tales ruegos, pues siempre está dispuesto a enderezar las sendas de quienes confían en él con todo el corazón (Salmo 65:2; Proverbios 3:5, 6).
5, 6. a) ¿Por qué podemos recurrir a la Palabra de Dios para resistir las presiones económicas? b) ¿Qué podríamos hacer para reducir la ansiedad cuando nos encaramos a la pérdida del empleo?
5 Otra manera de demostrar que confiamos en Jehová es recurrir al consejo de su Palabra. Los sabios recordatorios que se hallan en la Biblia han resultado “muy fidedignos” (Salmo 93:5). Aunque se completó más de mil novecientos años atrás, este libro de inspiración divina nos ofrece consejos confiables y nos aporta el discernimiento necesario para resistir mejor las presiones económicas. Veamos algunos ejemplos de su sabiduría.
6 El sabio rey Salomón observó hace mucho: “Dulce es el sueño del que rinde servicio, sin importar que sea poco o mucho lo que coma; pero la abundancia que pertenece al rico no le permite dormir” (Eclesiastés 5:12). Reparar, limpiar, mantener y proteger nuestras posesiones requiere tiempo y dinero. Por tanto, cuando nos encaramos a la pérdida del empleo, pudiéramos aprovechar la ocasión para replantearnos nuestro estilo de vida procurando distinguir entre las necesidades y los deseos. A fin de reducir la ansiedad, tal vez sea prudente efectuar algunos cambios. Por ejemplo, ¿sería posible que simplificáramos nuestra vida, quizá mudándonos a una casa más pequeña o desprendiéndonos de propiedades innecesarias? (Mateo 6:22.)
7, 8. a) ¿Cómo mostró Jesús que sabía que los seres humanos imperfectos tendemos a preocuparnos demasiado por las cosas materiales? (Véase también la nota.) b) ¿Qué sabio consejo ofreció Jesús para evitar la preocupación excesiva?
7 En el Sermón del Monte, Jesús aconsejó: “Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán” (Mateo 6:25).b Jesús sabía que es natural que los seres humanos imperfectos nos preocupemos por tener cubiertas las necesidades básicas. ¿Cómo, entonces, podemos ‘dejar de inquietarnos’ por ellas? “Sigan [...] buscando primero el reino y la justicia de Dios”, añadió Jesús. Sin importar los problemas que nos sobrevengan, hemos de seguir dando prioridad en la vida a la adoración de Jehová. Si lo hacemos, nuestro Padre celestial ‘nos añadirá’ todo lo que satisfaga las necesidades diarias. De un modo u otro se encargará de que salgamos adelante (Mateo 6:33).
8 Jesús ofreció este otro consejo: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes” (Mateo 6:34). No es prudente preocuparse demasiado por lo que el mañana pudiera depararnos. Como observó cierto biblista: “El futuro [...] rara vez es tan malo como nos lo presentan nuestros miedos”. Seguir con humildad los consejos bíblicos de concentrarnos en lo más importante y de no inquietarnos por el mañana nos permitirá evitar la preocupación excesiva (1 Pedro 5:6, 7).
9. ¿Qué ayuda podemos encontrar en las publicaciones del “esclavo fiel y discreto” cuando nos hallamos en apuros económicos?
9 Cuando nos hallamos en apuros económicos, también podemos demostrar que confiamos en Jehová buscando información en las publicaciones del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45). De vez en cuando, en la revista ¡Despertad! han aparecido artículos con útiles consejos y sugerencias sobre cómo afrontar esta clase de problemas. En el número del 8 de agosto de 1991 figura el artículo titulado “¿Qué puede hacer si pierde el empleo?”, donde se enumeran ocho recomendaciones prácticas que han ayudado a muchas personas a mantener estabilidad económica y emocional al quedarse desempleadas.c Claro está, tales recomendaciones deben equilibrarse con un punto de vista apropiado de la verdadera importancia del dinero. Esta cuestión se trató en el artículo “Algo más importante que el dinero”, publicado en ese mismo número (Eclesiastés 7:12).
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Confiemos plenamente en Jehová en tiempos de angustiaLa Atalaya 2003 | 1 de septiembre
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c Las ocho recomendaciones son las siguientes: 1) no desesperarse; 2) ser positivo; 3) ser receptivo a nuevos tipos de trabajo; 4) vivir de acuerdo con nuestras posibilidades, no con las de otra persona; 5) tener cuidado con las compras a crédito; 6) mantener unida a la familia; 7) conservar el amor propio, y 8) elaborar un presupuesto.
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