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‘Vayan y hagan discípulos’La Atalaya 2004 | 1 de julio
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5. a) ¿Cómo obedeció Pedro el mandato de Jesús? b) ¿Qué beneficio le reportó a Pedro obedecer a su Instructor?
5 Al principio de su ministerio terrestre, Jesús enseñó de forma impactante a sus discípulos que reconocer su autoridad y obedecer sus mandatos les reportaría beneficios. En cierta ocasión dijo a Pedro, que era pescador: “Rema hasta donde está profundo, y echen sus redes para la pesca”. Pedro estaba convencido de que no había peces, de modo que respondió: “Instructor, toda la noche nos afanamos y no sacamos nada”. Aun así, Pedro añadió humilde: “Pero porque tú lo dices bajaré las redes”. Por haber acatado el mandato de Cristo, recogió “una gran multitud de peces”. Asombrado, Pedro “cayó a las rodillas de Jesús, y dijo: ‘Apártate de mí, porque soy varón pecador, Señor’”. En cambio, Jesús respondió: “Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres” (Lucas 5:1-10; Mateo 4:18). ¿Qué lección encierra este relato?
6. a) ¿Qué indica el relato de la pesca milagrosa sobre el tipo de obediencia que espera Jesús? b) ¿Cómo imitamos a Jesús?
6 Jesús no encomendó a Pedro, Andrés y los demás apóstoles la misión de “ser pescadores de hombres” sino hasta después de capturar aquella gran cantidad de peces (Marcos 1:16, 17). Es obvio que no esperaba de ellos obediencia ciega, pues les había dado una razón convincente para que le obedecieran. Tal como se produjeron resultados sorprendentes por haber acatado su mandato de bajar las redes, si acataban el de ‘pescar hombres’, también habría grandes bendiciones. Los apóstoles reaccionaron con gran fe. El relato termina diciendo: “Volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron” (Lucas 5:11). Hoy día imitamos a Jesús cuando animamos a los demás a participar en la obra de hacer discípulos. No les exigimos que hagan lo que les decimos, sino que les damos razones convincentes para que obedezcan el mandato de Jesús.
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‘Vayan y hagan discípulos’La Atalaya 2004 | 1 de julio
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9. a) ¿Qué revela el relato de la pesca extraordinaria sobre el motivo adecuado para obedecer a Cristo? b) ¿Cuál es la motivación apropiada para obedecer a Dios y a Cristo hoy día, y por qué?
9 El relato de la extraordinaria pesca también destaca la importancia de tener el motivo adecuado para obedecer a Cristo: el amor. Cuando Pedro dijo: “Apártate de mí, porque soy varón pecador”, Jesús no se apartó de él, ni tampoco lo condenó por algún pecado (Lucas 5:8). Ni siquiera lo recriminó por pedirle que se alejara de él, sino que le respondió con cariño: “Deja de tener miedo”. El temor malsano no habría sido la motivación apropiada para obedecer a Cristo. Jesús, más bien, les dijo a Pedro y a sus compañeros que se convertirían en útiles pescadores de hombres. Hoy día, nosotros tampoco nos valemos del miedo ni de otros sentimientos negativos, como la culpa o la vergüenza, para obligar a los demás a sujetarse a Cristo. Lo que hace que el corazón de Jehová se regocije es la obediencia sincera que nace del amor que sentimos por él y por Cristo (Mateo 22:37).
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