-
El perdón¡Despertad! 2018 | Núm. 1
-
-
“ESCUCHÉ MUCHOS INSULTOS Y GRITOS DURANTE MI INFANCIA”, confiesa una mujer llamada Patricia. “Nunca aprendí a perdonar. Ya de adulta, cuando alguien me ofendía, pensaba en ello durante días, hasta el punto de perder el sueño”.
-
-
El perdón¡Despertad! 2018 | Núm. 1
-
-
Patricia, mencionada al principio, aprendió a perdonar gracias a la Biblia. “Me sentí liberada de toda la ira que envenenaba mi vida —dice—. Dejé de sufrir y de hacer sufrir a los demás. Los principios bíblicos nos garantizan que Dios nos ama y que quiere lo mejor para nosotros”.
Un hombre llamado Ron también encontró paz interior al aplicar los principios bíblicos. “No podía controlar lo que otros pensaban y hacían, pero sí mis pensamientos y mis acciones —reconoce—. Si quería tener paz, no debía guardar rencor. Entendí que la paz y el rencor son polos opuestos: no se pueden tener ambos sentimientos a la vez”.
-