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Las tarjetas de crédito... ¿“trampas plásticas”?¡Despertad! 1986 | 8 de diciembre
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“¡Yo no compré eso!”
Si usted tiene una tarjeta de crédito, es posible que reciba la cuenta por algo que no compró. Tal vez se deba a algún error en la cuenta por parte del banco o del negocio donde usted usó la tarjeta. Sin embargo, añadido a esos errores en la cuenta, los cuales ocurren de vez en cuando, todo el que tiene una tarjeta de crédito corre el riesgo de llegar a ser víctima de fraude.
Para que otra persona pueda usar fraudulentamente su tarjeta de crédito solo necesita tener el nombre suyo, el número de cuenta y la fecha de vencimiento de la tarjeta. Las tarjetas robadas o perdidas, así como las copias al carbón de las facturas de venta, pueden proporcionarle a algún ladrón dicha información valiosa. Algunas personas que poseen tarjetas de crédito han recibido llamadas telefónicas de compañías desconocidas para informarles que han ganado algún premio. Tras dar alguna explicación complicada, quien llama trata de persuadir a la persona a que le dé la información que necesita de la tarjeta de crédito para darle uso fraudulento.
Se ha logrado mucho para dificultar los fraudes. Hubo un tiempo en que las tarjetas eran solo un pedazo de plástico con números. Después se les agregó una cinta magnética con información en código. Actualmente se están usando hologramas y ciertos patrones de impresión más complicados. En algunas zonas se está experimentando con una tarjeta especial que contiene un microordenador.
Aunque estas medidas harán cada vez más difícil la comisión de fraude, el periódico The New York Times agregó: “Abundan miles de tarjetas falsificadas. Y la mayoría de los ladrones tienen garantizadas unas horas en las cuales ir de compras antes de que se cancelen las transacciones de una tarjeta robada”. Un informe reciente indicó que en 1985 hubo pérdidas por más de $700.000.000 por motivo de fraudes cometidos con tarjetas de crédito en los Estados Unidos.
¿Quién paga el precio a la larga? Aunque pareciera que son los bancos, la revista Parents da una respuesta más realista. Esta hace notar que los bancos “mantienen artificialmente alta la tasa de interés que cargan [...] a la tarjeta para cubrir las pérdidas incurridas por el mal uso que a ellas se da”. Además, cuando los bancos “pagan un 7 u 8% por préstamos hechos y cargan a los poseedores de tarjetas de crédito un 16, 18 o hasta un 20%, la inmensa diferencia les permite absorber el costo de muchos de los fraudes realizados con tarjetas de crédito”. Al fin y al cabo, ¡todo el que tiene tarjeta de crédito paga el precio!
Cómo evitar la trampa
Usted puede evitar caer en la trampa. ¿Cómo? En primer lugar, determine si realmente necesita una tarjeta de crédito o no. Analice qué lo motiva a querer tener una tarjeta de crédito antes de solicitarla. Tome una decisión sensata más bien que dejarse influenciar por la propaganda.
Si decide obtener tarjetas de crédito, úselas con prudencia. Trátelas como si fueran un negocio. Familiarícese con el método que ha de seguirse para notificar cualquier error en la cuenta o cualquier sospecha de fraude. Averigüe cuáles son las leyes locales que lo protegen. Examine con cuidado las facturas cada mes. Las facturas impresas por ordenadores que usted recibe de la compañía de la tarjeta de crédito no son infalibles.
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Las tarjetas de crédito... ¿“trampas plásticas”?¡Despertad! 1986 | 8 de diciembre
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[Recuadro en la página 14]
Maneras de protegerse contra los fraudes cometidos con tarjetas de crédito
◼ Cuide bien sus tarjetas, como si fueran dinero efectivo. Nunca las deje desatendidas.
◼ Examine sus estados de cuenta y concílielos mensualmente. Notifique cualquier cargo dudoso.
◼ Nunca dé por teléfono el número de su tarjeta, a menos que esté tratando con una compañía de buena reputación.
◼ Después de haber dado su tarjeta a algún dependiente o camarero, asegúrese que es la tarjeta suya la que le devuelven. Sin querer podrían confundir tarjetas.
◼ Pida que le den los papeles al carbón de la factura de venta y destrúyalos. También, conserve su copia de la factura.
◼ Destruya las tarjetas vencidas o que no desee.
◼ Mantenga un registro completo de los números de las tarjetas en un lugar seguro.
◼ En caso de pérdida o robo, notifíquelo inmediatamente.
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