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Un pueblo libre, pero con responsabilidadLa Atalaya 1992 | 1 de junio
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La naturaleza de la libertad cristiana
13. ¿Qué base mejor para la libertad se proveyó finalmente?
13 Lo que hacía falta era el sacrificio de rescate de Jesucristo. Alrededor del año 50 E.C., Pablo escribió a la congregación de cristianos ungidos en Galacia. Describió cómo los había libertado Jehová de la esclavitud al pacto de la Ley, y entonces dijo: “Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto, estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud”. (Gálatas 5:1.) ¿De qué maneras libertó Jesús a los hombres?
14, 15. ¿De qué maneras maravillosas libertó Jesús a creyentes judíos y no judíos?
14 Después de la muerte de Jesús, los judíos que lo aceptaron como el Mesías y se hicieron sus discípulos llegaron a estar bajo un nuevo pacto, que reemplazó al viejo pacto de la Ley. (Jeremías 31:31-34; Hebreos 8:7-13.) Bajo ese nuevo pacto, ellos —y los creyentes no judíos que luego se les unieron— llegaron a ser parte de una nueva nación espiritual que reemplazó al Israel carnal como pueblo especial de Dios. (Romanos 9:25, 26; Gálatas 6:16.) En tal condición disfrutaron de la libertad que Jesús prometió cuando dijo: “La verdad los libertará”. Además de libertarlos de la maldición de la Ley de Moisés, la verdad liberó a los cristianos judíos de todas las tradiciones gravosas que los líderes religiosos les habían impuesto. Y libró a los cristianos no judíos de la idolatría y las supersticiones de su adoración anterior. (Mateo 15:3, 6; 23:4; Hechos 14:11-13; 17:16.) Y logró más que eso.
15 Jesús, al hablar de la verdad que liberta, dijo: “Muy verdaderamente les digo: Todo hacedor de pecado es esclavo del pecado”. (Juan 8:34.) Desde que Adán y Eva pecaron, toda persona que ha vivido ha sido pecadora y, por lo tanto, esclava del pecado. La única excepción fue Jesús mismo, y su sacrificio libró de esa esclavitud a los creyentes. Es cierto que todavía eran imperfectos y pecaminosos por naturaleza. No obstante, ahora podían arrepentirse de sus pecados y pedir perdón sobre la base del sacrificio de Jesús, seguros de que sus peticiones serían oídas. (1 Juan 2:1, 2.) Dios los declaró justos sobre la base del sacrificio de rescate de Jesús, y ellos podían acercarse a Él con una conciencia que había sido limpiada. (Romanos 8:33.) Además, dado que el rescate hizo posible la perspectiva de una resurrección a vida sin fin, la verdad hasta los libertó del temor a la muerte. (Mateo 10:28; Hebreos 2:15.)
16. ¿En qué sentido abarcaba la libertad cristiana más que cualquier libertad que ofreciera el mundo?
16 De manera maravillosa, la libertad cristiana se dio a conocer a hombres y mujeres sin importar su situación desde el punto de vista humano. Pobres, prisioneros, hasta esclavos, podían ser libres. Por otro lado, los encumbrados de las naciones que rechazaron el mensaje acerca del Cristo todavía estaban en esclavitud a la superstición, el pecado y el temor a la muerte. Nunca debemos cesar de dar gracias a Jehová por esta libertad que tenemos. Nada de lo que el mundo ofrece se acerca a igualarla.
Libres, pero con responsabilidad
17. a) ¿Cómo perdieron su libertad cristiana algunos en el primer siglo? b) ¿Por qué no debemos dejarnos engañar por la libertad aparente que hay en el mundo de Satanás?
17 Es probable que en el primer siglo la mayoría de los cristianos ungidos se regocijaran por su libertad y mantuvieran integridad costara lo que costara. Sin embargo, lamentablemente algunos probaron la libertad cristiana con todas sus bendiciones y luego la despreciaron al volver a la esclavitud en el mundo. ¿A qué se debió tal proceder? Sin duda la fe de muchos se debilitó, y estos sencillamente ‘se fueron a la deriva’. (Hebreos 2:1.) Otros ‘echaron a un lado la fe y una buena conciencia, y experimentaron naufragio respecto a su fe’. (1 Timoteo 1:19.) Quizás hayan caído en el materialismo o en un estilo de vida inmoral. ¡Qué importante es que protejamos nuestra fe y la edifiquemos mediante ocuparnos en el estudio personal, la asociación, la oración y la actividad cristiana! (2 Pedro 1:5-8.) ¡Que nunca dejemos de apreciar la libertad cristiana! Es cierto que el relajamiento que algunos ven fuera de la congregación tal vez sea una tentación para ellos, pues creen que las personas del mundo tienen más libertad que nosotros. Con todo, en realidad lo que parece libertad en el mundo es generalmente solo irresponsabilidad. Si no somos esclavos de Dios, somos esclavos del pecado, y el pago de esa esclavitud es amargo. (Romanos 6:23; Gálatas 6:7, 8.)
18-20. a) ¿Cómo se hicieron “enemigos del madero de tormento” algunos? b) ¿Cómo ‘tuvieron su libertad como disfraz para la maldad’ algunos?
18 Además, en su carta a los filipenses, Pablo escribió: “Hay muchos —solía mencionarlos frecuentemente, pero ahora los menciono también llorando— que andan como enemigos del madero de tormento del Cristo”. (Filipenses 3:18.) Sí, algunos que en un tiempo fueron cristianos se hicieron enemigos de la fe y quizás se hayan hecho apóstatas. ¡Cuán vital es que no sigamos su derrotero! Aparte de eso, Pedro escribió: “Sean como personas libres, y, sin embargo, tengan su libertad, no como disfraz para la maldad, sino como esclavos de Dios”. (1 Pedro 2:16.) ¿De qué manera puede una persona tener su libertad como disfraz para la maldad? Al cometer pecados graves —tal vez en secreto— mientras continúa asociándose con la congregación.
19 Recuerde a Diótrefes. Juan dijo de él: “Diótrefes, a quien le gusta tener el primer lugar [en la congregación], no recibe nada de nosotros con respeto. [...] Tampoco recibe él [...] a los hermanos con respeto, y a los que quieren recibirlos él trata de impedírselo y de echarlos de la congregación”. (3 Juan 9, 10.) Diótrefes usó su libertad como disfraz para su propia ambición egoísta.
20 El discípulo Judas escribió: “Se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo”. (Judas 4.) Aunque se asociaban con la congregación, aquellas personas eran una influencia corruptora. (Judas 8-10, 16.) En Revelación leemos que en las congregaciones de Pérgamo y Tiatira había sectarismo, idolatría e inmoralidad. (Revelación 2:14, 15, 20-23.) ¡Qué mal uso de la libertad cristiana!
21. ¿Qué les espera a los que abusan de su libertad cristiana?
21 ¿Qué les espera a los que abusan de su libertad cristiana de ese modo? Recuerde lo que le pasó a Israel. Israel fue la nación escogida de Dios, pero Jehová la rechazó al final. ¿Por qué? Debido a que los israelitas usaron su relación con Dios como disfraz para la maldad. Se jactaron de que eran hijos de Abrahán, pero rechazaron a Jesús, la Descendencia de Abrahán y el Mesías escogido por Jehová. (Mateo 23:37-39; Juan 8:39-47; Hechos 2:36; Gálatas 3:16.) “El Israel de Dios” en conjunto no resultará ser infiel como aquella nación. (Gálatas 6:16.) Pero cualquier cristiano que cause contaminación espiritual o moral afrontará disciplina a la larga, hasta juicio adverso. Todos tenemos que dar cuenta de la manera como usamos nuestra libertad cristiana.
22. ¿Qué gozo les viene a los que usan su libertad cristiana para servir como esclavos a Dios?
22 ¡Cuánto mejor es servir como esclavos a Dios y así ser verdaderamente libres! Solo Jehová concede la libertad que importa de verdad. El proverbio dice: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio”. (Proverbios 27:11.) Usemos nuestra libertad cristiana para la vindicación de Jehová. Si lo hacemos, nuestra vida tendrá significado, agradaremos a nuestro Padre celestial y con el tiempo estaremos entre los que disfruten de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
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Use sabiamente su libertad cristianaLa Atalaya 1992 | 1 de junio
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Use sabiamente su libertad cristiana
“Sean como personas libres, y, sin embargo, tengan su libertad [...] como esclavos de Dios.” (1 PEDRO 2:16.)
1. ¿Qué libertad perdió Adán, y qué libertad dará de nuevo Jehová a la humanidad?
CUANDO nuestros primeros padres pecaron en el jardín de Edén, perdieron una gloriosa herencia para sus hijos: libertad del pecado y la corrupción. Como consecuencia, todos nacimos en esclavitud a la corrupción y la muerte. Sin embargo, nos alegra saber que Jehová se propone dar de nuevo a los seres humanos fieles una libertad maravillosa. Hoy las personas de corazón recto esperan con anhelo “la revelación de los hijos de Dios”, pues mediante esta ‘serán libertadas de la esclavitud a la corrupción y tendrán la gloriosa libertad de los hijos de Dios’. (Romanos 8:19-21.)
‘Ungidos para predicar’
2, 3. a) ¿Quiénes son “los hijos de Dios”? b) ¿De qué posición maravillosa disfrutan ellos, y qué responsabilidad viene con ella?
2 ¿Quiénes son estos “hijos de Dios”? Son hermanos de Jesús, ungidos por espíritu, que gobernarán con él en el Reino celestial. Los primeros de ese grupo vivieron en el siglo I E.C. Aceptaron la verdad libertadora que enseñó Jesús, y desde el Pentecostés de 33 E.C. participaron de los gloriosos privilegios que mencionó Pedro cuando les escribió: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial’”. (1 Pedro 2:9a; Juan 8:32.)
3 Ser posesión especial de Dios... ¡qué maravillosa bendición! Y el resto de esos hijos ungidos de Dios del día moderno disfrutan de esa misma posición bendita ante Dios. Pero con un privilegio tan elevado como ese vienen responsabilidades. Pedro llamó atención a una de ellas cuando pasó a decir: “‘Para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa”. (1 Pedro 2:9b.)
4. ¿Cómo han cumplido los cristianos ungidos con la responsabilidad que viene con su libertad cristiana?
4 ¿Han cumplido los cristianos ungidos con esta responsabilidad de declarar en público las excelencias de Dios? Sí. Hablando proféticamente de los ungidos desde 1919, Isaías dijo: “El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los que han sido llevados cautivos y la apertura ancha de los ojos aun a los prisioneros; para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isaías 61:1, 2.) Hoy el resto ungido sigue el ejemplo de Jesús, a quien aplica principalmente este texto bíblico, al declarar con celo a otras personas las buenas nuevas de libertad. (Mateo 4:23-25; Lucas 4:14-21.)
5, 6. a) ¿Cuál ha sido el resultado de la predicación entusiástica de los cristianos ungidos? b) ¿De qué privilegios y responsabilidades disfrutan los de la gran muchedumbre?
5 Como resultado de la predicación entusiástica de los cristianos ungidos, una gran muchedumbre de otras ovejas se ha presentado en el escenario mundial en estos últimos días. Estas personas han salido de todas las naciones para unirse a los ungidos en servir a Jehová, y la verdad las ha libertado también. (Zacarías 8:23; Juan 10:16.) Al igual que Abrahán, a los que componen este grupo se les declara justos sobre la base de la fe y han entrado en una relación estrecha con Jehová Dios. Y como Rahab, el que se les declare justos los pone en condiciones de ser sobrevivientes; en su caso, sobrevivientes del Armagedón. (Santiago 2:23-25; Revelación 16:14, 16.) Pero estos elevados privilegios les dan también la responsabilidad de hablar a otros de la gloria de Dios. Por eso Juan los vio alabando públicamente a Jehová, “clamando con voz fuerte, y [diciendo]: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero’”. (Revelación 7:9, 10, 14.)
6 El año pasado la gran muchedumbre, que ahora asciende a más de 4.000.000 de personas, junto con el grupito restante de cristianos ungidos, dedicaron casi 1.000 millones de horas a declarar en público las excelencias de Jehová. Utilizaron de la mejor manera posible su libertad espiritual.
“Den honra al rey”
7, 8. ¿Qué responsabilidad para con la autoridad seglar nos impone la libertad cristiana, y qué actitud incorrecta tenemos que evitar a este respecto?
7 Nuestra libertad cristiana nos impone otras responsabilidades. Pedro señaló a algunas cuando escribió: “Honren a hombres de toda clase, tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den honra al rey”. (1 Pedro 2:17.) ¿Qué da a entender la expresión “den honra al rey”?
8 El “rey” representa a los gobernantes seglares. Hoy día se ha desarrollado en el mundo un espíritu de falta de respeto por la autoridad, y este espíritu puede afectar fácilmente a los cristianos. Puede que el cristiano hasta se pregunte por qué debería honrar “al rey”, puesto que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19.) En vista de estas palabras pudiera sentirse libre para desobedecer leyes que le sean inconvenientes y, si puede salirse con la suya, no pagar impuestos. Pero eso estaría en contra del mandato explícito de Jesús respecto a ‘pagar a César las cosas de César’. De hecho, tal acción equivaldría a ‘usar su libertad como disfraz para la maldad’. (Mateo 22:21; 1 Pedro 2:16.)
9. Mencione dos buenas razones por las cuales debemos obedecer a la autoridad seglar.
9 Los cristianos estamos obligados a dar honra a la autoridad y manifestar sujeción a ella, aunque tal sujeción es relativa. (Hechos 5:29.) ¿Por qué? En 1 Pedro 2:14, 15, Pedro menciona tres razones al decir que los gobernadores son “enviados por [Dios] para infligir castigo a los malhechores, pero para alabar a los que hacen el bien”. El temor al castigo es suficiente razón para obedecer a la autoridad. ¡Qué deshonra sería que algún testigo de Jehová recibiera una multa o fuera encarcelado por haber cometido una agresión, un robo o algún otro delito! ¡Imagínese cómo deleitaría a ciertas personas dar publicidad a eso! Por otra parte, mientras edificamos una reputación de obediencia a la autoridad, recibimos alabanza de administradores imparciales. Puede que recibamos mayor libertad para efectuar nuestra obra de predicar las buenas nuevas. Además, ‘al hacer el bien amordazamos el habla ignorante de los hombres irrazonables’. (1 Pedro 2:15b.) Esta es una segunda razón por la cual debemos obedecer a la autoridad. (Romanos 13:3.)
10. ¿Cuál es la razón más poderosa por la cual debemos obedecer a la autoridad seglar?
10 Pero hay una razón más poderosa. Las autoridades existen por permiso de Jehová. Como dice Pedro, los gobernantes políticos son “enviados por” Jehová, y “la voluntad de Dios” es que los cristianos permanezcan en sujeción a ellos. (1 Pedro 2:15a.) De manera similar, el apóstol Pablo dice: “Las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas”. Por consiguiente, nuestra conciencia entrenada por la Biblia nos impulsa a obedecer a las autoridades. Si rehusamos someternos a ellas, nos ‘ponemos en contra del arreglo de Dios’. (Romanos 13:1, 2, 5.) ¿Quién entre nosotros quisiera ponerse voluntariamente en contra del arreglo de Dios? ¡Qué mal uso de la libertad cristiana sería ese!
‘Tengan amor a los hermanos’
11, 12. a) ¿Qué responsabilidad para con nuestros compañeros de creencia viene con nuestra libertad cristiana? b) ¿Quiénes, especialmente, merecen nuestra consideración amorosa, y por qué?
11 Pedro también dijo que el cristiano debe ‘tener amor a toda la asociación de hermanos’. (1 Pedro 2:17.) Esta es otra responsabilidad que viene con la libertad cristiana. La mayoría de nosotros pertenecemos a una congregación. De hecho, todos pertenecemos a la asociación u organización internacional de hermanos. El mostrarles amor es usar sabiamente nuestra libertad. (Juan 15:12, 13.)
12 El apóstol Pablo singularizó a un grupo de cristianos que especialmente merecen nuestro amor. Dijo: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes”. (Hebreos 13:17.) Los que llevan la delantera en la congregación son los ancianos. Es verdad que estos hombres no son perfectos. Con todo, son nombrados bajo la supervisión del Cuerpo Gobernante. Dirigen mediante su ejemplo y con consideración, y se les asigna a que velen por nuestras almas. ¡Qué asignación de peso tienen! (Hebreos 13:7.) El servir en una congregación que tiene un excelente espíritu de cooperación es un gozo para los ancianos, y nos alegra ver que tal espíritu existe en la mayoría de las congregaciones. La situación es más difícil cuando algunas personas no desean cooperar. Aun así el anciano efectúa su trabajo, pero, como dice Pablo, lo hace con “suspiros”. ¡De seguro no queremos hacer que los ancianos se lamenten con suspiros! Queremos que efectúen su trabajo con gozo para que puedan edificarnos.
13. ¿De qué maneras podemos cooperar con los ancianos?
13 ¿De qué maneras podemos cooperar con los ancianos? Una de ellas es al ayudar en el mantenimiento y la limpieza del Salón del Reino. Otra es mediante cooperar en la obra de visitar a los enfermos y ayudar a los que tienen impedimentos físicos. Además, podemos esforzarnos por permanecer fuertes en sentido espiritual para que no lleguemos a ser una carga. Y es importante que cooperemos en mantener la congregación limpia en sentido moral y espiritual, tanto por nuestra propia conducta como al informar a los ancianos la comisión de pecados graves de los cuales lleguemos a enterarnos.
14. ¿Cómo debemos cooperar con los ancianos cuando toman acción disciplinaria?
14 A veces, para mantener limpia a la congregación, los ancianos tienen que expulsar a algún malhechor que no se arrepiente. (1 Corintios 5:1-5.) Esto protege a la congregación. Y puede que también ayude al malhechor. En muchos casos esa disciplina ha ayudado al pecador a recobrar el juicio. No obstante, ¿qué haremos si el expulsado es un amigo íntimo o un pariente nuestro? Suponga que se trata de nuestro padre o nuestra madre, o de nuestro hijo o nuestra hija. ¿Respetamos aun así la acción que han tomado los ancianos? Es verdad que esto pudiera ser muy difícil. ¡Pero qué abuso de nuestra libertad sería cuestionar la decisión de los ancianos y seguir asociándonos en sentido espiritual con alguien que haya demostrado que es una influencia corruptora en la congregación! (2 Juan 10, 11.) El pueblo de Jehová en conjunto merece encomio por la cooperación que ha manifestado en asuntos de esta índole. Como resultado, la organización de Jehová permanece incontaminada en este mundo impuro. (Santiago 1:27.)
15. Si una persona comete un pecado grave, ¿qué debe hacer inmediatamente?
15 ¿Qué debemos hacer si nosotros cometemos un pecado grave? El rey David describió a las personas a quienes Jehová favorece cuando dijo: “¿Quién puede ascender a la montaña de Jehová, y quién puede levantarse en su lugar santo? El inocente de manos y limpio de corazón, que no haya llevado Mi alma a pura indignidad, ni prestado juramento engañosamente”. (Salmo 24:3, 4.) Si por alguna razón ya no somos ‘inocentes de manos y limpios de corazón’, tenemos que actuar con urgencia. Nuestra vida eterna está en peligro.
16, 17. ¿Por qué no debe tratar de resolver el asunto por su propia cuenta la persona que haya cometido pecados graves?
16 Algunos se han sentido tentados a ocultar sus pecados graves y tal vez han razonado así: ‘Ya confesé mis pecados a Jehová y me arrepentí. Entonces, ¿para qué implicar a los ancianos en el asunto?’. Puede que el malhechor se sienta avergonzado o tema lo que pudieran hacer los ancianos. No obstante, debe recordar que, aunque solo Jehová puede limpiarnos del pecado, Él ha hecho que los ancianos sean principalmente responsables de la pureza de la congregación. (Salmo 51:2.) Están allí para sanar, para ‘reajustar a los santos’. (Efesios 4:12.) El no abordarlos cuando necesitamos ayuda espiritual es como no ir al médico cuando estamos enfermos.
17 Algunos que tratan de encargarse de los asuntos por su propia cuenta hallan que meses o años después la conciencia todavía les molesta muchísimo. Peor aún, otros que ocultan un error grave caen en el pecado por segunda y hasta por tercera vez. Cuando los ancianos por fin se enteran del asunto, el malhechor ya ha cometido el mal varias veces. ¡Cuánto mejor es seguir el consejo de Santiago! Él escribió: “¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a sí a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová”. (Santiago 5:14.) Acuda a los ancianos mientras todavía haya tiempo para ser sanado. Si nos demoramos demasiado, puede que nos endurezcamos en un derrotero de pecado. (Eclesiastés 3:3; Isaías 32:1, 2.)
La apariencia y la recreación
18, 19. ¿Por qué hizo un comentario favorable acerca de los testigos de Jehová cierto sacerdote?
18 Cinco años atrás, un sacerdote católico de Italia se expresó afectuosamente con relación a los testigos de Jehová en una revista parroquiala. Dijo: “A mí personalmente me gustan los testigos de Jehová; lo admito francamente. [...] Los que conozco son de excelentes modales, de habla calmada [...] [y] muy persuasivos. ¿Cuándo comprenderemos que la verdad debe presentarse de manera aceptable, y que los que anuncian la verdad no tienen que ser gente poco entusiasta, que huela mal, que esté despeinada ni desaliñada?”.
19 Según ese comentario, lo que impresionó al sacerdote, entre otras cosas, fue la manera de vestir y presentarse de los Testigos. Es obvio que los Testigos que él había conocido habían prestado atención al consejo que “el esclavo fiel y discreto” ha dado a través de los años. (Mateo 24:45.) La Biblia dice que el vestido de las mujeres debe ser ‘bien arreglado y modesto’. (1 Timoteo 2:9.) En estos tiempos de decadencia, los hombres también necesitan ese consejo. ¿Verdad que es lógico que representantes del Reino de Dios se presenten de manera aceptable a la gente de afuera?
20. ¿Por qué debe el cristiano dar atención a su manera de vestir en todo tiempo?
20 Algunos quizás concuerden en que deben vigilar cómo se visten al asistir a las reuniones y al participar en el servicio del campo, pero tal vez opinen que los principios bíblicos no aplican en otras ocasiones. Pero ¿cesamos de ser representantes del Reino de Dios en algún momento? Es cierto que las circunstancias varían. Si estamos ayudando a construir un Salón del Reino, nos vestiremos de manera diferente de como lo haríamos al asistir a una reunión en ese mismo Salón del Reino. Durante nuestro tiempo libre, es probable que nos vistamos de manera menos formal. Pero nuestra manera de vestir debe manifestar buen arreglo y modestia siempre que otros nos observen.
21, 22. ¿Cómo se nos ha protegido de la recreación dañina, y cómo debemos considerar el consejo que se nos da a este respecto?
21 Otro aspecto que ha recibido mucha atención es la recreación. Los seres humanos —particularmente los jóvenes— necesitan recreación. No es un pecado ni una pérdida de tiempo fijar períodos de esparcimiento para la familia. Hasta Jesús invitó a sus discípulos a ‘descansar un poco’. (Marcos 6:31.) Pero tenga cuidado para que la recreación no abra la puerta a la contaminación espiritual. Vivimos en un mundo donde la recreación da énfasis a la inmoralidad sexual, la violencia crasa, el horror y el espiritismo. (2 Timoteo 3:3; Revelación 22:15.) El esclavo fiel y discreto está alerta a esos peligros y constantemente nos advierte contra ellos. ¿Cree usted que esos recordatorios son violaciones de su libertad, o agradece que la organización de Jehová se interese tanto en usted que le haga notar constantemente esos peligros? (Salmo 19:7; 119:95.)
22 Nunca olvidemos que, aunque nuestra libertad proviene de Jehová, nosotros somos responsables de cómo la usamos. Si no hacemos caso del buen consejo y tomamos decisiones incorrectas, no podemos culpar a otra persona. El apóstol Pablo dice: “Cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios”. (Romanos 14:12; Hebreos 4:13.)
En espera de la libertad de los hijos de Dios
23. a) ¿De qué bendiciones disfrutamos ahora con relación a la libertad? b) ¿Qué bendiciones esperamos con anhelo?
23 Ciertamente somos un pueblo bendito. Hemos sido libertados de la religión falsa y la superstición. Gracias al sacrificio de rescate podemos acudir a Jehová con una conciencia limpia, libres en sentido espiritual de la esclavitud al pecado y la muerte. Y pronto vendrá “la revelación de los hijos de Dios”. En Armagedón los hermanos de Jesús en su gloria celestial se revelarán a los humanos como destructores de los enemigos de Jehová. (Romanos 8:19; 2 Tesalonicenses 1:6-8; Revelación 2:26, 27.) Después esos hijos de Dios se revelarán como conductos de las bendiciones que fluirán del trono de Dios a la humanidad. (Revelación 22:1-5.) Con el tiempo esta revelación de los hijos de Dios redundará en la bendición de la humanidad fiel con la gloriosa libertad de los hijos de Dios. ¿Anhela usted ese tiempo? Entonces use sabiamente su libertad cristiana. ¡Sirva a Dios como esclavo ahora para que disfrute de esa maravillosa libertad por toda la eternidad!
[Nota a pie de página]
a Más tarde el sacerdote se retractó de sus palabras de encomio, y aparentemente lo hizo debido a la presión de otros.
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