-
Cómo salvar una amistad en peligroLa Atalaya (estudio) 2017 | marzo
-
-
Cómo salvar una amistad en peligro
Gianni y Maurizio han sido amigos por unos cincuenta años. Pero hubo un tiempo en que su amistad estuvo en peligro. Maurizio explica: “En un momento difícil de mi vida cometí errores graves que nos distanciaron”. Gianni, por su parte, cuenta: “Maurizio fue quien me enseñó la verdad y era como mi padre espiritual. Por eso no podía creer lo que había hecho. Mi mundo se vino abajo porque sabía que ya no podíamos ser amigos. Sentí que me había abandonado”.
-
-
Cómo salvar una amistad en peligroLa Atalaya (estudio) 2017 | marzo
-
-
Gianni, mencionado al principio, recuerda: “Noté que algo había cambiado. Maurizio ya no era tan abierto conmigo. Al final, decidí hablar con él, aunque estaba claro que no iba a ser nada fácil. ¿Qué iba a decirle yo que él no supiera ya? ¿Quién podía saber cómo iba a reaccionar? Pero recordar todo lo que habíamos estudiado juntos me dio las fuerzas necesarias para hablar con él. Maurizio había hecho lo mismo conmigo cuando yo lo necesité. No quería perder su amistad, pero tenía que ayudarlo, pues sentía un gran cariño por él”.
Maurizio cuenta: “Gianni me habló con franqueza, y lo que me dijo era cierto. Sabía que no le podía echar la culpa ni a él ni a Jehová de las consecuencias de mis malas decisiones. Así que decidí aceptar la disciplina, y con el tiempo recuperé el favor de Dios”.
-
-
Cómo salvar una amistad en peligroLa Atalaya (estudio) 2017 | marzo
-
-
En la congregación cristiana, a los hermanos nos une un vínculo que va más allá del sentido del deber o del puesto que ocupamos. Con nuestros actos de bondad les hacemos saber a nuestros compañeros que nos preocupamos por ellos porque los queremos y no solo porque es nuestra responsabilidad.
Eso fue lo que sintió Federico cuando su amigo Antonio lo ayudó a recuperarse en sentido espiritual. Él cuenta: “Tan pronto como Antonio llegó a la congregación, nos hicimos amigos. Ambos éramos siervos ministeriales y disfrutábamos de trabajar juntos para Jehová. Poco después, a él lo nombraron anciano. Más que un amigo, Antonio era un ejemplo a seguir”. Pero entonces Federico cometió un error. Aunque enseguida buscó ayuda espiritual, no pudo seguir siendo precursor ni siervo ministerial. ¿Qué hizo Antonio?
Cuando Federico estuvo en problemas, Antonio lo escuchó con paciencia y lo fortaleció.
Federico recuerda: “Me di cuenta de que Antonio sentía mi dolor. Hizo todo lo posible por darme apoyo emocional y se preocupó por mi recuperación espiritual. Jamás me abandonó. Constantemente me animaba a fortalecer mi espiritualidad y a seguir luchando”. Antonio explica: “Decidí pasar más tiempo con Federico. Quería que sintiera que tenía libertad para hablarme de cualquier cosa, incluso del dolor que sentía”. Con el tiempo, Federico se recuperó y volvió a ser precursor y siervo ministerial. Antonio dice: “Aunque ya no estamos en la misma congregación, somos más amigos que nunca”.
-