-
GalaciaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
Parece ser que alrededor de 278-277 a. E.C. gran cantidad de pueblos indoeuropeos, conocidos como los celtas, o los galos, de la Galia, a quienes los griegos llamaban ga·lá·tai (de aquí el nombre dado a esta región), entró por el Bósforo y se estableció allí. Llevaron consigo a sus esposas e hijos y parece ser que evitaron casarse con la gente que ya vivía en aquella zona, de modo que perpetuaron sus características raciales durante siglos.
-
-
Gálatas, Carta a losPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
La exclamación de Pablo: “Oh gálatas insensatos”, no es prueba de que solo tuviese presente a cierto grupo étnico de origen exclusivamente galo de la parte septentrional de Galacia (Gál 3:1); más bien, Pablo estaba censurando a algunas personas de aquellas congregaciones que se dejaban influir por ciertos judaizantes que había entre ellos. Estos eran judíos que estaban intentando establecer su propia justicia por medio de la ley mosaica, en lugar de la ‘justicia debido a la fe’ provista por el nuevo pacto (2:15–3:14; 4:9, 10). Las “congregaciones de Galacia” (1:2) a las que Pablo escribió eran una mezcla de judíos y no judíos, siendo estos últimos prosélitos circuncisos y gentiles incircuncisos, algunos de los cuales probablemente eran de ascendencia celta. (Hch 13:14, 43; 16:1; Gál 5:2.) A todos se les llamaba cristianos gálatas porque vivían en Galacia. El tenor de la carta hace pensar que Pablo estaba escribiendo a aquellos cristianos del S. de esta provincia romana con los que estaba bien familiarizado, y no a personas de la parte septentrional que le eran totalmente desconocidas y a las que al parecer nunca visitó.
-
-
Gálatas, Carta a losPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
Circunstancias relacionadas con la carta. La carta refleja muchos rasgos de la gente de Galacia del tiempo de Pablo. Los celtas gálicos del N. habían invadido la región en el siglo III a. E.C., de modo que la influencia celta era muy notable en dicha zona. A los celtas, o galos, se les consideraba un pueblo fiero y bárbaro, y hasta se ha dicho que ofrecían sus prisioneros de guerra como sacrificios humanos. La literatura romana también los describe como un pueblo muy emotivo, supersticioso y entregado a muchos ritos, lo que debió influir para que no aceptasen una forma de adoración tan carente de ritos como el cristianismo.
-