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‘Lo genuino de su amor sometido a prueba’La Atalaya 1989 | 1 de diciembre
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‘Abunden en el bondadoso dar’
De todos modos, Pablo les escribió otra carta en que dijo: “Ahora les hacemos saber, hermanos, acerca de la bondad inmerecida de Dios que ha sido otorgada a las congregaciones de Macedonia, que durante una gran prueba, bajo aflicción, su abundancia de gozo y su profunda pobreza hicieron abundar las riquezas de su generosidad. Porque según lo que verdaderamente podían hacer —sí, yo testifico, más allá de lo que verdaderamente podían hacer— fue esto, mientras espontáneamente siguieron rogándonos con fuerte súplica por el privilegio de dar bondadosamente y de tener participación en el ministerio destinado para los santos. Y no simplemente como lo habíamos esperado, sino que primero se dieron ellos mismos al Señor y a nosotros por la voluntad de Dios. Esto nos hizo animar a Tito a que, tal como él había sido el que lo había iniciado entre ustedes, así también él completara este mismo bondadoso dar de parte de ustedes. No obstante, así como ustedes están abundando en todo, en fe y en palabra y en conocimiento y en toda solicitud y en este amor de nosotros para con ustedes, abunden también en este bondadoso dar”. (2 Corintios 8:1-7.)
El ejemplo de los abnegados macedonios debería llevar a los corintios a la reflexión. Corinto era conocida por su riqueza, lujo y comercio. Puede que algunos hermanos de aquel lugar hayan sido relativamente pobres; con todo, sin duda la congregación en conjunto estaba en mejores condiciones que los cristianos de Macedonia, que vivían en “profunda pobreza”. Sin embargo, los macedonios habían contribuido “más allá de lo que verdaderamente podían hacer”. No habían necesitado que Pablo los incitara a contribuir. Pues ¡‘rogaron’ a Pablo ‘con súplica’ participar en aquella contribución! Esto probaba que los cristianos de Macedonia en realidad “se dieron ellos mismos al Señor [al dedicarse sin reservas] y a [Pablo y sus compañeros]”, al someterse a su dirección teocrática.
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‘Lo genuino de su amor sometido a prueba’La Atalaya 1989 | 1 de diciembre
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Sin embargo, Pablo se vio con el tiempo en apuros económicos, y la noticia de esto llegó a oídos de los hermanos pobres que vivían en Filipos. Pablo dijo a los corintios: “Robé a otras congregaciones, aceptando provisiones, a fin de ministrarles a ustedes; y, no obstante, cuando estuve presente con ustedes y me encontré necesitado, no me hice una carga a nadie absolutamente, porque los hermanos que habían venido de Macedonia [al parecer, de Filipos] suministraron abundantemente lo que me hacía falta. Sí, de toda forma me guardé de ser una carga para ustedes, y me guardaré de serlo”. (2 Corintios 11:8, 9; compárese con Filipenses 4:15, 16.)
Es cierto que Pablo mismo admitió que no ‘aceptaría provisiones’ de los corintios. Pero cuando había tratado de rechazar la hospitalidad de la filipense Lidia, ‘ella sencillamente los obligó a aceptar’. (Hechos 16:15.)
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‘Lo genuino de su amor sometido a prueba’La Atalaya 1989 | 1 de diciembre
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Parece que los corintios pasaron la prueba. Algún tiempo después Pablo informó: “Los de Macedonia y de Acaya [donde estaba Corinto] han tenido gusto en compartir sus cosas haciendo una contribución a los pobres de los santos que están en Jerusalén”. (Romanos 15:26.)
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