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¿Qué ha hecho Dios por usted?La Atalaya 1987 | 15 de mayo
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¿Qué ha hecho Dios por usted?
‘¡NADA! —quizás respondan algunos—. Yo tengo que trabajar duro para mantenerme y cuidarme.’ Si eso es lo que usted piensa, deténgase y reflexione un momento. ¿Cómo llegó a existir usted?
Unos nueve meses antes de su nacimiento, dos diminutos organismos se unieron dentro de su madre. Juntos formaron un organismo nuevo, singular.
El mayor de los dos organismos era un óvulo, o huevo, suministrado por su madre. El organismo menor era un espermatozoide procedente de su padre... tan diminuto que, según el libro de Sheila Kitzinger The Experience of Childbirth, si todos los espermatozoides que han producido a toda la gente del mundo fueran colocados lado a lado, “cubrirían poco más de una pulgada [2,5 cm]”. ¡Pero una vez que el espermatozoide procedente de su padre penetró en el óvulo de su madre, su código genético quedó establecido, y se efectuó su concepción!
Entonces empezaron procesos de desarrollo extremadamente complejos. Eran “tan intrincados que, después de más de un siglo de estudio, los científicos ni siquiera se acercan a descifrarlos”, escribe Andrea Dorfman en la revista Science Digest.
Esta misma escritora señala a un ejemplo de procesos de crecimiento que causan perplejidad a los científicos: “El control del crecimiento es también una cuestión compleja. Por ejemplo, el brazo izquierdo y el derecho se desarrollan en completa independencia desde brotes de tejido de un milímetro de largo; no obstante, al fin son de igual longitud. ¿Cómo saben las células cuándo cesar de multiplicarse? [...] Cada órgano parece tener un medio interno de controlar el crecimiento”. ¿Verdad que nos alegramos de que sea así?
¿Qué es lo que causa y controla el crecimiento en todos los organismos vivientes? ¿Una fuerza desprovista de inteligencia llamada la naturaleza? ¿Un proceso aleatorio llamado la evolución? ¿No es evidente que las formas de vida asombrosamente complejas, tremendamente variadas y magníficamente hermosas de este planeta encantador solo pueden ser la obra de un Creador que todo lo puede? Siendo así, ¿no deberíamos sentir profunda gratitud por lo que él ha hecho por nosotros?
Maravillas innumerables que son evidencia de creación
Todos los días —hasta todas las horas— nos beneficiamos de las maravillas creadas. Por ejemplo, ¿qué sucede cuando dormimos? Las actividades mentales y musculares menguan automáticamente. Esto no sucede por nuestra propia voluntad, pues frecuentemente nos quedamos dormidos sin darnos cuenta de ello. ¡Y qué refrescante es un buen sueño! Algunas personas pueden pasar semanas sin comer, pero a las que pasan más de tres días sin dormir se les hace muy difícil pensar, ver y oír.
Después que usted despierta por la mañana, puede que alguien le traiga café sazonado. Hubo un tiempo en que el azúcar era una sustancia escasa y cara, pero ahora es tan abundante que rara vez pensamos en ella. Pero ¿cómo se produce? Se forma en las plantas, por el proceso de fotosíntesis... la reacción de la luz solar con agua y dióxido de carbono. Al mismo tiempo se libera oxígeno, un gas vital para todas las criaturas vivientes de la Tierra. La fotosíntesis es un proceso de suma complejidad que todavía no entienden completamente los científicos. “¿Cómo [...] se logra la fotosíntesis misma? —pregunta el libro The Plants (Biblioteca de la Naturaleza Life)—. Esto es como preguntar cómo comenzó la vida... la realidad es que no sabemos.”
Quizás mientras usted se bebe el café recuerda un programa de televisión de la noche anterior. En su imaginación puede ver de nuevo aquellas interesantes escenas. ¿Cómo fueron transmitidas a su cerebro, almacenadas allí como si fueran un rollo de película y entonces reproducidas para que usted pueda describir a otros lo que sucedió? Es maravilloso, ¿verdad? ¿Cómo obtuvo el hombre la inteligencia que le permite hacer las cosas asombrosas que logra? Ciertamente no fue de los animales. ¿Verdad que el cerebro humano es algo tremendamente impresionante?
El día apenas ha comenzado. Sin embargo, ¡cuántas cosas tenemos ya por las cuales dar gracias al Creador! Pero hay muchísimo más.
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¿Qué otros beneficios nos vienen de Dios?La Atalaya 1987 | 15 de mayo
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¿Qué otros beneficios nos vienen de Dios?
¿LE DELEITAN la hermosura de las flores, el perfume de las rosas, el cantar de las aves? ¿Le emocionó la primera sonrisa de su bebé? ¿Aprecia los aromas que le abren el apetito? ¿Y quién no admira un arco iris, una gloriosa puesta de Sol, o las estrellas en una noche clara? ¿Verdad que son incontables las maravillosas provisiones de Dios?
Sin embargo, hay muchísima aflicción. A pesar de que la Tierra puede producir suficiente alimento para todos, millones de personas no reciben la alimentación que necesitan. La contaminación ambiental envenena a otros millones. Y el crimen, la avaricia, el egoísmo y el temor a lo que el futuro encierra afectan a miles de millones.
Puesto que el Creador ha sido tan generoso, ¿por qué hay tanta infelicidad? Este planeta es un lugar maravilloso que fue hecho para que disfrutáramos de él. Pero el mundo —la humanidad— está en una condición lastimosa. Para la mayoría de los habitantes de la Tierra el futuro es sombrío, espantoso. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Hizo Dios al hombre y entonces lo abandonó? ¿Hay algo que aclare esta situación tan extraña? ¿Encierra el futuro alguna esperanza para nosotros?
Fuente de luz y esperanza
Hace casi 2.000 años nació un niñito singular... singular porque su madre, María, era humana, ¡y su padre era Dios mismo! ¿Dirían algunos que eso es imposible? No, no para el Originador de la concepción, el Hacedor de todas las complejas formas de vida. Aquel niñito creció y llegó a ser el “hombre [perfecto], Cristo Jesús”. (1 Timoteo 2:5; Mateo 1:18-25.)
Aquel fue un nacimiento de importancia trascendental. De hecho, la mayoría de las naciones reconocen esto al fechar los acontecimientos históricos de antes de los días de Jesús como a. de J.C. ... antes de Jesucristo. Sin embargo, él pasó los primeros años de su vida sin reconocimiento público como carpintero auxiliar en el hogar de su padre adoptivo en Nazaret. Pasaron treinta años. Entonces Jesús fue al río Jordán y se presentó para hacer la voluntad de Dios, y se bautizó, y el espíritu santo de Jehová Dios descendió sobre él. (Mateo 3:13-17.) Jesús entonces empezó una dinámica campaña de predicar y enseñar. Como profetizó Isaías, “el pueblo sentado en oscuridad vio una gran luz”. (Mateo 4:14-17; Isaías 9:2.)
Jesús llegó a ser el más famoso y ampliamente respetado Maestro de toda la historia. Ningún otro maestro humano ha ejercido una influencia tan poderosa en la humanidad ni provisto tanta luz y esperanza espiritual. ¿Cuál fue su libro de texto? La Biblia, como era entonces... las Escrituras Hebreas, o el “Antiguo Testamento”. Jesús hizo que las Escrituras cobraran vida. Muchas profecías antiguas se cumplieron en él. (Compare Miqueas 5:2 con Mateo 2:3-6.) Confirmó el relato de Génesis acerca del origen del hombre. (Génesis 2:24; Mateo 19:3-6.) Jesús hizo suyo, amplificó y proclamó extensamente el tema principal de la Biblia: la vindicación de Jehová mediante el Reino de Dios. (Mateo 4:23; 6:10.) Además, los relatos de la vida y las obras de Jesucristo son porciones prominentes de las Escrituras Griegas Cristianas, o el “Nuevo Testamento”. Sí, la Biblia es una dádiva maravillosa procedente de Dios, una luz brillante en un mundo oscuro y triste. (Salmo 119:105.)
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¿Qué otros beneficios nos vienen de Dios?La Atalaya 1987 | 15 de mayo
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Solo Jehová, el Todopoderoso, puede eliminar a Satanás y sus demonios, poner fin al mundo corrupto de la actualidad e introducir un glorioso nuevo mundo bajo el Reino celestial con su Hijo, Jesucristo, como Rey de reyes. (Mateo 6:9, 10; Daniel 2:44; Revelación 20:1-3.)
¿Qué logrará este Reino? ¿Quiénes sobrevivirán a la devastadora limpieza mundial, o Armagedón? Un hecho muy interesante, del que cada vez más personas están enterándose, es ¡que este gobierno celestial ya está funcionando y preparando a la gente para sobrevivir al Armagedón! (Revelación 16:14-16.) ¿Qué clase de personas deben ser estas? Jesucristo dijo: “Felices son los de genio apacible [los mansos], puesto que ellos heredarán la tierra”. (Mateo 5:5.) Así confirmó esta profecía de la antigüedad: “Antes que venga sobre ustedes el día de la cólera de Jehová, busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová”. (Sofonías 2:2, 3.)
Los mansos no solo sobrevivirán al Armagedón, sino que, al permanecer fieles a Dios, también heredarán la vida eterna. ¿Cómo? Como ya se ha mencionado, la gran familia de descendientes de Adán perdió la perspectiva de vida eterna por el pecado de desobediencia de Adán. La muerte le vino a toda la raza humana por Adán. Puesto que él era un hombre perfecto, se necesitaba a otro hombre perfecto para rescatar, u obtener de nuevo por compra, lo que Adán había perdido. Jesucristo satisfizo esa necesidad y dio su vida “para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.)
Esta provisión del rescate es el mayor don de Dios al hombre. No solo aplicará a los que entren como sobrevivientes en el nuevo mundo, sino también a los que regresen de entre los muertos. ¿Parece demasiado maravilloso eso? Jesús dijo: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio”. ¡Qué emocionante! ¡Qué gozoso para los sobrevivientes del Armagedón, quienes podrán recibir de entre los muertos a sus seres queridos! (Juan 5:28, 29.)
¡Qué gloriosa perspectiva y esperanza! Y todo esto lo provee un Creador amoroso, Jehová, mediante su Hijo amado, Jesús. Aunque hoy el futuro parece tan oscuro y alarmante, está lleno de luz y esperanza para los que estudian la Biblia y obran en armonía con su mensaje alentador. Vivimos en tiempos emocionantes. El Reino de Dios se ha acercado. (Mateo 24:33, 34.) ¡Alabado sea Jehová, el Dador de “toda dádiva buena y todo don perfecto”! (Santiago 1:17.)
Al meditar usted en las muchas maneras como nos beneficiamos de las provisiones y los propósitos de Dios, quizás sienta una gratitud profunda y un deseo de expresarla de alguna forma. Pero si ahora está empezando a entender y aceptar la verdadera esperanza que hay para el futuro, puede que le parezca que es necesario investigar un poco más. Le animamos a hacer precisamente eso. Continúe estudiando la Palabra de Dios junto con publicaciones como esta que pueden ayudarle a adquirir mayor conocimiento y aprecio de los gloriosos propósitos de Dios.
Los que ya tienen una convicción clara de que el Reino de Dios es la única solución para los ayes de la humanidad quizás se sientan como el salmista inspirado que dijo: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?”. (Salmo 116:12.) Esas personas hallarán que el hablar a otros acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros y el glorioso futuro que él ofrece a los que lo aman y le sirven produce satisfacción profunda y verdadero gozo. ¿Por qué? Porque, como dijo Jesús: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.)
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